“Martina Chapanay”, una heroína sanjuanina de alma noble y personalidad valerosa

“Martina Chapanay”, una heroína sanjuanina de alma noble y personalidad valerosa

Tercera parte: 

Al día siguiente, el Coronel Quiroga la interrogó y le pidió que le indicara las guaridas de la banda. Ella accedió, expresando así su arrepentimiento por la vida que había llevado hasta entonces luego de haber sido arrastrada a ella por estar enamorada de la persona equivocada. Su relato convenció al gobernador, por lo que la joven elaboró un plan: los dos prisioneros que estaban con ella eran padre e hijo y el padre era el baqueano de la banda, por lo que conocía a la perfección el terreno y podría llevarlos hasta las guaridas. Ella misma se ofreció como cebo para tenderle una trampa al forajido más buscado. También explicó que Cuero mantenía al hijo como rehén para que el padre cumpliera sus tareas, por lo que podrían ellos usar el mismo método para convencer al baqueano. Así fue que tanto Martina como el hijo fueron enviados a San Juan como detenidos; si el baqueano cumplía con su parte, salvaría su vida y la de su hijo. El hombre los guió entonces hasta la Sierra Pie de Palo y les señaló una piedra chata ubicada debajo de una enorme columna —era la entrada a una caverna natural— como el lugar que buscaban y allí encontraron los objetos robados por los bandidos —ropa, armas y joyas que fueron trasladados en animales hacia la ciudad—.

Durante el camino de regreso a San Juan, el baqueano le contó al gobernador que los malhechores ya no soportaban la violencia de Cuero y que querían reconocer como nuevo jefe a un ladrón apodado “el Doctor”, cuyo verdadero nombre era Eladio Bustillo. Bustillo había recibido instrucción militar en un colegio de España y había contado con el aprecio del mismísimo General San Martín, quien lo había nombrado maestranza de su ejército como muestra de aprecio a la familia del joven. Sin embargo, Eladio se enamoró de la hija de un realista español y se dejó llevar sus  malas influencias: pronto se convirtió en espía y su misión era transmitir toda la información que tuviera sobre el sector de maestranza, uno de los que debían mantenerse más en secreto. Las cartas que el joven escribió fueron interceptadas por la vigilancia que había dispuesto el Gral. San Martín y nunca llegaron a destino, pero Eladio fue desafectado y el mismísimo San Martín fue a notificar a la familia Bustillo sobre lo ocurrido. Esa misma noche, la madre del joven fue un su búsqueda, le dio algo de dinero y lo ayudó a escapar… Así fue como Bustillo vivió alejado de todo y se convirtió, con los años, en un bandido con todas las letras.

Visite la primer parte de Martina Chapanay
Visite la segunda parte de Martina Chapanay

Patricia Ortiz
Corrección: Ailen Hernández
 Ilustración: Gentileza de Cristian Mallea 

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