Valpartango, un encuentro de música, danza y poesía

Valpartango, un encuentro de música, danza y poesía

Entrevista al Maestro José Luis Castiñeira de Dios, director nacional de Artes de la Secretaría de Cultura de la Nación.
El grupo de músicos y bailarines del maestro José Luis Castiñeira de Dios participó junto en el XXV Festival Internacional de Tango de Valparaíso, “Valpartango”, que se llevó a cabo el 7 de febrero de 2014. En el festival se homenajeó al escritor uruguayo, poeta, historiador y compositor de tango nacionalizado argentino que compuso más de doscientas canciones y escribió varios libros de poesía e historia del tango, Horacio Ferrer.

—¿Cuándo nació el Festival  Internacional de Tango de Valparaíso?
—Nació hace veinticinco años, y su creador es el actual alcalde de Valparaíso, Jorge Castro Muñoz. La Dirección Nacional de Arte participó en el festival en 2010, cuando enviamos un especialista en murga, ya que el Festival tiene muchos espectáculos callejeros.

—¿Por qué realizaron el homenaje a Horacio Ferrer?
—Porque es uno de los grandes poetas del tango, un brillante historiador del género y un artista singular que logró nuclear a su alrededor a los principales cultores del género en la Academia Nacional del Tango.

—¿Qué repercusiones tuvo el espectáculo en Granada?
—El homenaje tuvo lugar en el marco del Festival de Tango de Granada, creado hace más de veinte años por el argentino Tato Rébora, y contó con la participación del cantor Guillermo Fernández, el pianista Cristian Zárate, el guitarrista César Angeleri y artistas locales.

—¿Por qué se incluyó la Operita María de Buenos Aires y qué representa esta pieza para usted como músico?
—El espectáculo está compuesto por distintos momentos de la célebre «operita» de Astor Piazzolla y Horacio Ferrer, pero también hay otras obras seleccionadas de la producción del binomio creativo que integraron, como por ejemplo Oblivion.  Para mí, María de Buenos Aires contiene alguna de las obras más bellas que escribió Astor, como Fuga y misterio, o el tema de María, o la Contramilonga a la funerala, composiciones que en sí mismas hubieran justificado su aporte como creador a la historia de la música argentina.

—¿En qué se destacó la escenografía y puesta en escena del señor Carlos Palacios?
—La puesta de Carlos Palacios jugó con el carácter onírico del surrealismo de la poesía de Ferrer, así como en el fundamento tanguero que atraviesa toda la obra de Astor Piazzolla.

—¿Fue esta la primera actividad de la Dirección Nacional de Arte en 2014?
—Es la primera actividad internacional de la DNA, pero ya hemos desarrollado algunas acciones en el país, como la que llevó a Cosquín al Ballet Folklórico Nacional para presentarse todas las noches en el Festival, o la presentación de la muestra «Argentina: 200 años de historia», realizada por la DNA junto al Instituto Nacional de Musicología y la Casa del Bicentenario.

—¿Qué otras actividades se desarrollarán durante febrero?
—Entre otras actividades previstas, la DNA apoyará con participaciones artísticas a distintos festivales nacionales, como por ejemplo el Festival de Baradero, que contará con la presencia de Facundo Ramírez y Yamila Cafrune, enviados por la Secretaría de Cultura de la Nación.

—¿Qué cultura tanguera desarrolla el país hermano de Chile?
—Los porteños (porque así también se llaman los habitantes de Valparaíso) son grandes amantes del tango, cultores de la danza y del canto, con una tradición casi tan antigua como la del Río de la Plata. Probablemente sea su carácter de puerto lo que influyó en este temprano interés por nuestra música ciudadana, pero lo cierto es que la pasión resistió el paso de los años y ha habido un recambio generacional en los públicos y los bailarines, como cada año se puede demostrar. A esta primera acción en Chile le van a seguir otras que manifiesten la voluntad de la Secretaría de Cultura de continuar profundizando la integración cultural con nuestros hermanos chilenos, en acciones como las desarrolladas en el marco del Programa Ibermúsicas o las que reunirán a las jóvenes orquestas juveniles de los dos países en el proyecto «Andes musicales», con la presencia de conjuntos orquestales juveniles de uno y otro lado de la cordillera.

Patricia Ortiz

 

 

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