San Rafael, el corazón de la provincia de Mendoza

San Rafael, el corazón de la provincia de Mendoza

La ciudad cuenta con una amplia oferta de alojamientos. Desde allí, se puede acceder a los diferentes circuitos, parque y actividades nocturnas. 

El turista es seducido por saludables espacios verdes,  como parques y plazas, lugares históricos, museos y la visitada “Plaza del Inmigrante”.  Además se encuentran dificios de reconocido valor religioso y arquitectónico.

En San Rafael hay varias excursiones que ofrecen los operadores turísticos.  Uno de ellos es el conocido circuito “Río Diamante”, el  paso obligado para acceder al paraje de Los Reyunos. En tanto, a 25 km. de la ciudad, se encuentra la Villa 25 de Mayo.

Este lugar dejará asombrado al visitante ya que es un auténtico sitio de relax y silencio; es considerado un verdadero pueblo museo, que conserva aún caseríos de adobe y calles flanqueadas por inmensos y añosos álamos Carolinos.  Las ruinas del Fuerte San Rafael del Diamante son los restos más antiguos de la historia de San Rafael, al ser esta su Área de Fundación.  A poca distancia se encuentra el Dique Galileo Vitale, primera obra construida sobre el río Diamante para aprovechar sus aguas en el riego artificial.  Otro de los atractivos del circuito es El Tigre, en cuyas cristalinas aguas se puede pescar ejemplares de pejerreyes y salmónidos, practicar deportes náuticos y disfrutar de sus balnearios naturales en estos parajes semi-vírgenes. 

Museo Ferroviario

Museo Ferroviario

Rodeando una parte del lago de verdes y cálidas aguas se alza la presa de Los Reyunos.  En su espejo de agua se efectúa periódicamente la siembra de alevinos, lo que genera buena pesca de salmónidos y pejerreyes.  En este circuito también se practican numerosas actividades de turismo aventura, como el Tirobanjil, el buceo, los paseos en catamarán, o las cabalgatas.

Otras actividades se reservan en el circuito del Río Atuel.  A pocos kilómetros de la ciudad, se encuentra el Valle Grande, un paisaje cambiante que se presenta desde que se abandona la urbe, que no deja de sorprender en cada tramo del recorrido, a través de majestuosas formaciones rocosas y planicies.

Emergiendo del Cañón del Atuel, a través de una sinuosa cuesta, descubrimos la inmensidad del lago que conforma el dique “El Nihuil”, de 9600 hectáreas  en cuyo seno cobra vida una variada especie ictícola que invita al pescador a dar rienda suelta a su deporte favorito.

Patricia Ortiz

Dejar un comentario