San Luis mostró su propuesta tecnológica y educativa al mundo, en Viena

La presentación fue en Austria, en un evento sobre el “Modelo 1 a 1”, que organizaron el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial, y la Organización para la Cooperación Económica y Desarrollo (OCDE).

La inclusión de nuevas tecnologías en la educación está en la agenda política de la mayoría de los países del mundo. Así quedó demostrado en el “Primer Congreso Internacional” del modelo educativo 1 a 1 (una computadora por alumno), que tuvo lugar en Viena, Austria, durante los últimos días de febrero. San Luis fue invitada a presentar su agenda digital y el plan “Todos los Chicos en la Red de la Universidad de la Punta (ULP)”, junto a 30 países.

El encuentro fue organizado por el Ministerio de Educación de Austria, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial, y la Organización para la Cooperación Económica y Desarrollo (OCDE). El evento fue denominado “1 a 1 en Educación. Prácticas actuales, evidencia internacional e implicancias de política”, se desarrolló con la presencia de 70 expertos de distintos puntos del planeta. En la primera jornada, Alicia Bañuelos, rectora de la ULP presentó la política educativa y tecnológica del gobierno provincial.

La disertación de la Rectora Alicia Bañuelos, tuvo una repercusión positiva. Bañuelos fue invitada a exponer las iniciativas educativas y tecnológicas puntanas en Colombia, y a participar de una reunión en Maine, Estados Unidos, a mediados de año. Asimismo, comentó que representantes de varios países le manifestaron su intensión de visitar la provincia.

“Tenemos un proyecto sólido, que cuenta con la infraestructura adecuada. En San Luis, los chicos tienen Wi-Fi, computadoras para estudiar y todo lo que necesitan para desarrollarse”, sostuvo. En referencia a las distintas ponencias que presenció en el evento, Bañuelos destacó que “San Luis es la única que mide el aprendizaje de los chicos en las cuatro áreas básicas, Ciencias Naturales, Sociales, Matemática y Lengua. Además, es el único plan que cuenta con un mentor (profesor de la ULP) que asiste en la escuela a los docentes y los alumnos en el uso de las nuevas tecnologías”.

Como reflexión general, la funcionaria comentó que es un hecho insoslayable, en la actualidad, que “tanto los países ricos como los que están en vías de desarrollo están preocupados por incluir nuevas tecnologías en el aula”, más allá  de que varíen los motivos de unos y otros para hacerlo. “El mundo va camino a ser cada vez más tecnológico. Los países están convencidos de que la gente debe estar incluida digitalmente. La brecha digital puede darse entre continentes, países, provincias o de una ciudad a otra, y quienes no estén incluidos representarán un problema para la sociedad, porque estarán fuera del sistema. Después de nuestra presentación, sólo hemos recibido elogios hacia la política que lleva adelante la Provincia. Nadie habla de Argentina. Todos hablan de San Luis”, concluyó Bañuelos.

Experiencia y comparaciones

Si bien todos los planes expuestos fueron referentes al modelo 1 a 1, existen diferencias y semejanzas entre ellos. Gilles Ribaux, del Eastern Township School Board, de Canadá, detalló  la propuesta de su país en la materia. Comentó que aplican un modelo similar al 1 a 1 con 6 mil alumnos, desde 3º a 11º grado. Los chicos comparten las computadoras, por lo que no se da el modelo 1 a 1, aunque sus aspiraciones es conseguirlo. En tanto que los docentes utilizan las computadoras dos o tres veces a la semana. En este punto, existe una marcada diferencia con Todos los Chicos en la Red, puesto que los 5630 alumnos puntanos que forman parte del plan usan su computadora todo el año, tanto en la escuela como en sus hogares, al igual que sus docentes.

Por parte del país anfitrión, disertó  Peter Baumgartner, de Donau Universitat Krems. El especialista enfatizó  que el aprendizaje con el modelo 1 a 1 es una experiencia individual. La primera fase del plan austríaco fue trabajada en seis escuelas. “Los padres compraron las computadoras, por lo tanto los ordenadores son diferentes y en algunos lugares tienen problemas de acceso a internet”. En referencia a los objetivos educativos a tener en cuenta cuando se introduce la tecnología en la educación, Baumgartner señaló que “el ordenador es una experiencia cognitiva, y es importante que siempre haya acceso a internet y que se capacite a los docentes”.

En San Luis ya están resueltos algunos de los objetivos que persigue el plan austríaco. El Gobierno de la Provincia entregó 5630 computadoras a estudiantes de 1º  a 6º grado de la primaria en 48 instituciones educativas, en 30 localidades. Asimismo, la ULP capacitó al 85% de los docentes del sistema educativo en el uso de las nuevas tecnologías, desde el 2006 hasta la fecha. Además, el gobierno provincial brinda servicio gratuito de Wi-Fi en todo el territorio puntano, lo que asegura conectividad en las escuelas y en el hogar.

Una investigación desarrollada en la Universidad Católica de Chile permite sacar otras conclusiones sobre el plan sanluiseño. Miguel Nussbaum presentó un estudio sobre cómo reaccionan los chicos frente a la tecnología. Dijo que los chicos, actualmente, adquieren mucho conocimiento por medio de las imágenes. Por esa razón cuando se les indicó buscar determinada información, prefirieron hacerlo en You Tube, y no en Google o Wikipedia.

En relación a las nuevas tecnologías en el aula Nussbaum detalló: “Hay dos necesidades. Las de los estudiantes y las de los profesores. Los alumnos deben poder armar aprendizaje colaborativo dentro del aula y el docente debe llevar un orden para controlar el aula y poder avanzar en los contenidos”. En la propuesta sanluiseña, los alumnos cuentan con un software de apoyo escolar en su computadora y una plataforma e-learning, en la cual están incluidos vínculos a buscadores como Google, Wikipedia. Por medio de sus notebooks, los docentes controlan el trabajo que realizan sus alumnos con la laptops y avanzan en los contenidos apoyados en las herramientas multimedia.

Prensa de la provincia de San Luis

Fotos: Héctor Videla

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