La meditación brinda muchos beneficios que van más allá de la virtud para aliviar el estrés o favorecer la conexión con uno mismo. Es ideal en los tratamientos cardíacos, ejemplo, de hipertensión o para reducir un dolor crónico.
Desde su centro médico, OSPAÑA, informa que, sin importar la causa que los haya acercado a esa práctica, la mayoría continúa meditando activamente incluso después de mejorar los síntomas que produjeron las afecciones por las que iniciaron en la práctica.
Cuando la meditación ingresa en la filosofía de vida de las personas se incorpora de una manera que posibilita el desarrollo de una capacidad que, incluso, puede llevarse a cabo en la oficina, mientras se viaja, minutos antes de dormir o frente a episodios en los cuales las emociones se disparan: ya no es necesario meditar en un espacio cerrado, en silencio o en posición de loto; día a día hay más adeptos a esta técnica que abre la mente, mejora la concentración y brinda armonía y flexibilidad.
Muchas veces nos encontramos contemplando un amanecer, o nos detenemos a observar un punto fijo, el horizonte o algún espacio sin ningún interés específico: en ese momento de relajación los pensamientos ya no tienen lugar y de esta manera se produce o se arriba a la meditación.
Una buena relajación se logra adoptando una postura clásica sentado en el suelo o sobre un cómodo almohadón con la espalda recta y las piernas cruzadas con la columna derecha. Luego, al inspirar por la nariz el aire debe llenar completamente los pulmones: la exhalación por la boca debe ser lenta y contrayendo los abdominales. Esta respiración es fundamental para iniciarse en el camino de la relajación.
Es importante elegir un foco de atención y, de esta manera, dejar la mente en blanco y las preocupaciones fuera del espacio de conexión con uno mismo. Algunas personas se sienten a gusto, en un principio, mirando el paisaje donde se encuentran, un cuadro, una fotografía o una imagen durante diez minutos diarios. A medida que los beneficios se incrementan, la salud recibe este regalo de equilibrio y serenidad.
Patricia Ortiz
Corrección: Ricardo de Titto
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