El dolor neuropático es un malestar que no se produce por una estimulación fisiológica de los receptores del dolor sino por una lesión o disfunción de las vías que lo conducen y que hace que los pacientes experimenten, de una forma muy intensa, síntomas similares a una corriente eléctrica o quemazón ante estímulos comunes.
Desde su clínica médica, Ospaña informa que, en muchos casos, se debe a la existencia de enfermedades y, por este motivo, el sistema nervioso central o periférico se ve afectado: es uno de los tipos de dolor más complejos porque tiende a ser crónico y reduce considerablemente la calidad de vida ya que, en muchas ocasiones, las personas no reciben un diagnóstico ni un tratamiento terapéutico adecuados.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declara al dolor crónico, una enfermedad, y su tratamiento, un derecho humano.
Entre las causas que le dan origen, se encuentran distintas enfermedades como la diabetes, el cáncer, los traumatismos, las infecciones –incluso la exposición a sustancias–, y diversas enfermedades neurológicas como las principales causantes de este síntoma.
Como estas enfermedades aumentan cada año como consecuencia del crecimiento de la esperanza de vida, también tiende a ser mayor el número de afectados por dolor neuropático.
Para los especialistas, el diagnóstico representa un desafío ya que el dolor es una experiencia subjetiva y con las pruebas de laboratorio, los estudios de imagen y de electrofisiología no se diagnostican más del 10 a 20 por ciento de los pacientes.
Por otra parte, la diversidad de los mecanismos del dolor neuropático, el hecho de que generalmente los pacientes responden mal a los analgésicos habituales y su frecuente coexistencia con factores psicológicos y emocionales, hace que sea una enfermedad difícil de tratar.
En la actualidad, se combinan dos o más fármacos para tratar esta dolencia y se calcula que actualmente el 50% de los pacientes consigue reducir en casi un 30-40% su dolor.
Además de la farmacoterapia indicada para cada caso, el abordaje terapéutico debe ser multidisciplinar: requiere de fisioterapia, tratamiento psicológico y de otras modalidades terapéuticas acordes a la enfermedad que presente cada caso particular. El acompañamiento familiar y el apoyo de los especialistas posibilita que el paciente se sienta apoyado y contenido.
Por esto, la evaluación individual, la cuantificación de la intensidad del dolor, el pormenorizado análisis de la repercusión en la actividad diaria y en la calidad de vida resultan parámetros fundamentales para elaborar el plan de alivio más conveniente para cada persona afectada.
Patricia Ortiz
Corrección: Ricardo de Titto
Crédito fotográfico: Image by brgfx on Freepik
