OSPAÑA y el tratamiento de la Tuberculosis

OSPAÑA y el tratamiento de la Tuberculosis

La tuberculosis (TB) es una enfermedad causada por una bacteria llamada Mycobacterium tuberculosis que generalmente ataca los pulmones, aunque también puede afectar otras partes del cuerpo, incluyendo los riñones, el cerebro y la columna vertebral.

Desde su clínica médica, OSPAÑA informa que no todas las personas infectadas con la bacteria de la tuberculosis se enferman y clasifica a la dolencia en dos tipos de infección: la TB latente en la cual los gérmenes de la tuberculosis viven en su cuerpo, pero no lo enferman, y la enfermedad de tuberculosis (TB activa) que es aquella en la que los gérmenes de la tuberculosis causan enfermedad. Esta afección casi siempre se puede curar con antibióticos, aunque si no se trata adecuadamente puede ser fatal

En cuanto a la propagación de la tuberculosis cuando esta se ubica en la garganta o los pulmones, los gérmenes se propagan en el aire al toser, estornudar, hablar o cantar y quienes respiran este aire contaminado pueden contraer la dolencia que no se contagia al tocar, besar o compartir alimentos o platos.

Por otra parte, entre los factores de riesgo quienes están más expuestos a infectarse, se encuentran los portadores de VIH o sida; quienes padecen diabetes o se inyectan drogas ilegales, situaciones que dificultan el combate de los gérmenes propios de la enfermedad.

Cuando se tiene la enfermedad, los gérmenes de la TB están activos, lo que significa que están creciendo (multiplicándose) en el cuerpo y causando su síntoma. Es posible enfermar de tuberculosis semanas o años después de haberse infectado con estos gérmenes.

OSPAÑA detalla algunos síntomas que desarrolla la tuberculosis tales como escalofríos y fiebre, sudores nocturnos (transpiración intensa durante el sueño), pérdida de peso y de apetito; debilidad o fatiga.

Si la tuberculosis se ubica en los pulmones, se observa una tos persistente que dura más de tres semanas, tos con sangre o esputo (mucosidad espesa de los pulmones), dolor de pecho y cansancio.

El diagnóstico se obtiene luego de realizar análisis de sangre o de piel que al dar positivos necesitan otras pruebas para precisar si los gérmenes están creciendo activamente. Luego, el tratamiento es –como para la enfermedad activa–, con antibióticos.

Para asegurarse de deshacerse de todos los gérmenes de la tuberculosis es muy importante seguir las instrucciones en la toma de los medicamentos ya que, en caso contrario, los gérmenes de la tuberculosis podrían volverse resistentes a los antibióticos. Eso significa que el medicamento puede dejar de funcionar y la tuberculosis puede volverse difícil de curar.

Una buena indicación para evitar el contagio es la protección de las personas con quienes convive el paciente: cubrirse la nariz y la boca, abrir las ventanas cuando sea posible, no acercarse demasiado al enfermo y seguir las sugerencias médicas que las pruebas y el tratamiento de la tuberculosis son medidas indispensables para mantenerse saludable y ayudar a detener la propagación de la TB.

Patricia Ortiz 
Corrección: Ricardo de Titto 
Crédito fotográfico: Freepik

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