El 5 de mayo se conmemora cada año el Día Internacional de la Enfermedad Celíaca para crear conciencia y difundir la existencia de una enfermedad que muchas personas padecen sin saberlo y que se manifiesta principalmente en la niñez, aunque también puede presentarse durante la vida adulta. El término celíaco proviene del griego koiliakós, que significa ‘intestinal’, y fue introducido en el vocabulario científico en el siglo XIX gracias a la traducción de la obra del médico Areteo de Capadocia —considerada la primera descripción de esta enfermedad—.
Como Directora Médica de OSPAÑA, la Dra. Susana Mazzarino afirma que la celiaquía es una intolerancia crónica y definitiva a ciertos cereales y sus derivados, más exactamente a una proteína llamada prolamina, presente en el trigo, la avena, la cebada y el centeno. Si bien esta condición no tiene cura, es posible convivir con ella sin riesgos evitando totalmente y de por vida cualquier alimento que contenga prolamina o alguno de sus derivados, es decir, harinas —panes, pastas, pizzas, facturas, galletitas—, cerveza o productos con malta. De la misma forma, deben evitarse alimentos que puedan incluir alguno de los cuatro cereales mencionados en su elaboración, como fiambres, salchichas, quesos, patés, caramelos, chocolates o café instantáneo, entre otros.
En la Argentina se da un caso cada 79 niños y un caso cada 167 adultos estudiados. Esta enfermedad se da tanto en personas genéticamente susceptibles, es decir, con antecedentes de celiaquía, como en personas que no registran casos en la familia pero que presentan anemia crónica y/o problemas hepáticos y personas con intestino irritable. Para quienes la padecen, la ingesta de prolamina genera una lesión en la mucosa que recubre el intestino delgado, por lo que se ve afectada la correcta absorción de los nutrientes provenientes de los alimentos.
La consulta médica se impone cuando el paciente sufre deposiciones abundantes o diarreas prolongadas, vómitos después de las comidas, anemia de origen desconocido, pérdida de peso o falta de apetito, apatía o calambres, entre otros síntomas, aunque estos no siempre se manifiestan. Por otra parte, en las mujeres puede esconderse detrás de abortos espontáneos o infertilidad y en los niños en un marcado descenso del crecimiento, decaimiento y falta de atención.
En OSPAÑA, los pacientes son observados y se realizan estudios de laboratorio específicos y una biopsia del intestino delgado para obtener un diagnóstico certero. Este estudio permite detectar si existe o no un aplanamiento de las vellosidades del intestino delgado y, por lo tanto, si es el paciente es o no celíaco. Es muy importante realizarse los estudios de laboratorio —que son el rastreo inicial— y la biopsia sin haber realizado una dieta libre de TACC previamente, ya que los resultados pueden verse afectados.
Los productos aptos para celíacos son aquellos que contienen la inscripción “Sin TACC” o que llevan en su etiqueta el dibujo de una espiga de trigo cruzada con una línea roja que indica la ausencia de los cuatro cereales. De todas formas, es muy importante leer las etiquetas de los alimentos para corroborar los ingredientes, consultar siempre en caso de duda y adherirse a las instituciones que proporcionan listados actualizados de alimentos convenientes.
Para más información, puede consultarse la web de ACELA (Asistencia al Celíaco de Argentina) www.acela.org.ar, comunicarse a través de correo electrónico (acelaorganismocentral@gmail.com) o por teléfono al 4276-1527. De la misma manera, la Asociación Celiaca Argentina ofrece información detallada en su web www.celiaco.org.ar y pueden enviarse consultas a info@celiaco.org.ar o comunicarse por teléfono al 11-4427-7000.
Patricia Ortiz
Corrección: Ailen Hernández
Crédito fotográfico: Celíacos.org
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