Los trastornos del espectro autista (TEA) están relacionados con el desarrollo y, si bien pueden diagnosticarse en cualquier momento, suelen manifestarse en los primeros años de vida y afectan el modo en que las personas se comportan, interactúan con otros, se comunican y aprenden. Hoy en día los TEA incluyen a lo que antes se conocía como síndrome de Asperger y también al trastorno generalizado del desarrollo no especificado.
Está presente el término «espectro» al hablar del autismo porque hay distintos tipos de manifestaciones y la gravedad de los síntomas varían en cada persona. Algunas de estas manifestaciones son problemas para hablar y comunicarse, no mirar a las personas a los ojos cuando estas hablan o alterarse ante estímulos auditivos muy fuertes, intereses limitados y comportamientos repetitivos.
OSPAÑA informa a los padres acerca de la importancia de los chequeos regulares que deben realizarse los niños; en caso de que aparezcan signos de TEA, se hará una evaluación completa y exhaustiva a cargo de un equipo de especialistas. Se estima que la prevalencia de los Trastornos del Espectro Autista es del 1% y que es cinco veces más frecuente en varones que en niñas. En general, las manifestaciones clínicas son tempranas y van haciéndose evidentes a medida que el niño se desarrolla.
Como en toda afectación o enfermedad, es importante un diagnóstico temprano para iniciar el tratamiento correspondiente y, en este caso, ayudar a los niños durante su desarrollo. Algunos de los síntomas que pueden detectarse en casa, sin necesidad de pruebas médicas, son los relacionados con la conducta y el habla, entre ellos: no balbucear a los 12 meses, no pronunciar palabras a los 16 meses o no formular frases con intención de comunicar a los 24 meses o no realizar determinados gestos como señalar o saludar con la mano a los 12 meses. De todas formas, cualquier pérdida del habla o de habilidades comunicativas y sociales merece una consulta con el pediatra.
En cuanto al tratamiento, actualmente no hay uno estándar pero sí existen distintas opciones para acompañar al niño durante su desarrollo y aumentar al máximo sus capacidades para aprender nuevas habilidades y para socializar. Cuanto antes se diagnostique, más posibilidades habrá de que los distintos tratamientos muestren resultados positivos. Algunos de ellos son: terapias de comportamiento y de comunicación, el desarrollo de habilidades y también el uso de medicamentos para controlar los síntomas.
Ailén Hernández para Caminos Culturales
Fuentes: Sociedad Argentina de Peditatría (SAP) e Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano (NIH)
Buenos días, el trastorno de autismo está relacionado con el síndrome de West?