Llega el verano y las altas temperaturas producen con mayor frecuencia agotamiento y cansancio físico. El sol siempre es fuente de energía, pero durante estos meses se convierte en un protagonista a tener muy en cuenta a la hora de modificar hábitos para que no se vuelva perjudicial. Lo más importante es mantener hidratado el organismo, por lo que es imprescindible recuperar el agua que se pierde a través de la transpiración, tanto al realizar ejercicios físicos como en las actividades cotidianas.
OSPAÑA señala que una buena alimentación es fundamental en la época estival y que colabora con la buena hidratación. Además de las bebidas, los alimentos considerados frescos son una opción ideal para mantener el cuerpo en forma y, a su vez, evitar el llamado “golpe de calor”: la fruta en primer lugar —sandías y melones por ejemplo— y luego colaciones y postres que satisfagan y que sean ricos en agua, fibra, vitaminas y minerales. Las frutillas aportan una elevada cantidad de vitamina C, potente antioxidante que también se encuentra en los cítricos, los frutos del bosque y el kiwi.
Beber en abundancia es la base del equilibrio que necesita el organismo: debe hacerse regularmente y no esperar a sentir sed porque esa es la señal de que ya existe cierto grado de deshidratación. Tomar al menos dos litros de líquido al día es lo ideal para sobrellevar los estragos del calor y mantenerse saludable. Además de agua, los jugos de frutas naturales y las aguas saborizadas —en menor medida, debido al azúcar que contienen si no son naturales— son buenas opciones. Se recomienda también beber dos vasos de líquido antes de acostarse y al levantarse, ya que purifica el hígado y los riñones.
Patricia Ortiz
Corrección: Ailen Hernández
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