Entrevista a Maria Inés Tapia Vera. La artista fue convocada para presentar una muestra gráfica en la cual los dibujos hablan de soledad, alegría, esperanzas y futuro. Son niñas pequeñas y soñadoras que un día recibieron de Evita una oportunidad para dibujar su propio destino.
El tiempo avanza sin detenerse. La creación del Hogar de Tránsito Nro. 2 que albergaba a mujeres solas y a niños, cumplió 63 años en 2011. El 26 de julio de 2002, Cristina Álvarez Rodríguez, la sobrina nieta de Evita inauguró el museo que lleva el nombre de la abanderada de los humildes.
– ¿En qué se inspiró para lograr estos dibujos?
Trabajé muchos años con chicos delicados de salud. Yo era artista plástica y, al estar en contacto con nenas, me atrajo la relación expresiva que tenían con los dibujos que usaban como terapia. Lograban sacar cosas de adentro y eso me pareció emocionante.
– ¿Qué dibujos incluyó en la muestra?
Esta muestra fue presentada el 19 de junio de 2008 en el Museo Evita. Integré dibujos de chicos para oponerlos con los de los adultos. Son litografías talladas en madera y en piedra con un método que rechaza el agua. Para mí es muy potente.
– ¿Por qué decidió presentarla en el Museo Evita?
Fui invitada por la dirección del Museo cuando se cumplieron 60 años de la inauguración de este Hogar de Tránsito, y la temática que yo hice correspondía al mundo de los sueños de esas mujeres que pasaron con sus hijos por situaciones de riesgo, y mi trabajo se prestaba para reflejarlas.
– ¿Continúa trabajando con chicos?
No. Fue una etapa.
– ¿Qué diferencias y similitudes encuentra en los sueños de esas mujeres y en los de las mujeres de hoy?
Los sueños de superación y una calidad de vida mejor y de inserción social me parece que son los mismos; no creo que cambien. Es de esperar que las situaciones de riesgo no sean un problema, sino que se pueda vivir en un país donde no ocurra. Lamentablemente, el Estado hoy no puede ofrecer esta obra de contención que realizó Evita, para quien significó una preocupación y un vínculo con la problemática de la mujer y del niño que hoy la sociedad va dejando de lado. Es un espacio para ver una sociedad algo más justa, que contenga esas cosas.
– ¿Cómo dibujaría a la Niña Evita?
¡Llena de sueños y concreciones que finalmente realizó! Así fue. Tuvo una vida maravillosa. Es decir que pudo llegar a ver cumplidos esos sueños de niña.
Patricia Ortiz
Más información: www.museoevita.org
