Luciana Olivera, joven alumna de la Orquesta Escuela San Juan y su amor por el violín

Luciana Olivera, joven alumna de la Orquesta Escuela San Juan y su amor por el violín

Luciana Olivera es una joven sanjuanina de dieciséis años tocada por la varita mágica de la música: es una de las alumnas de la Orquesta Escuela San Juan, que reúne a más de doscientos cincuenta niños, niñas y adolescentes con el objetivo de que desarrollen habilidades musicales y valores. Este espacio es posible gracias al apoyo del Gobierno de San Juan, a cargo de Sergio Uñac, y de un programa elaborado por el Ministerio de Turismo y Cultura de la provincia, a cargo de Claudia Grynszpan. En esta historia de sueños y amistades, el profesor Jorge Rodrigo, Presidente de la Fundación Orquesta Escuela San Juan es el hilo conductor. Padres y maestros también son responsables de sembrar en estos chicos las semillas del conocimiento y de la educación.

Luciana es alumna de la “Escuela Normal Superior Sarmiento” y vive en Rawson con sus padres y hermanos. En esta entrevista, contó a Caminos Culturales cómo nació su pasión por el violín: “Hace un año que formo parte de un grupo de veinticinco compañeros y que empezó mi relación con este instrumento al que respeto y quiero. Un día vi a una concertista en un programa de televisión y  quedé enamorada de la paz que me transmitía. En ese momento dije: necesito entrar a esa orquesta, ¿por qué no puedo tocar de la misma manera?”.  

Todos los días la joven alumna se prepara para cumplir con sus obligaciones escolares y los lunes y miércoles de 17.00 a 20.00 llega junto a su compañero musical a ensayar. Después de la desinfección correspondiente, les toman la temperatura y pueden ingresar: “Ubicamos la partitura y comenzamos a afinar los instrumentos: siempre lápiz y goma y estar atentos al profesor. Tocamos con fuerza. Si lo hacemos bien y despacio nadie nos va a escuchar. En cuarentena nos dividieron en grupos para respetar el protocolo, pero las clases mantienen la calidad de siempre”, afirmó. Luego de reflexionar unos segundos, explicó que el hecho de “pertenecer” le da algo en lo que pensar, ya que el mundo de la música le ofrece una expectativa de vida. “Todos tenemos una: recibirnos, dar clases, seguir una carrera. Jorge y los profesores nos incentivan a seguir y eso es algo increíble. Al principio lo veíamos como un hobby, pero ahora ya es un modo de vida. Nos falta mucho para ser como nuestros maestros, pero estudiamos y maduramos cada día con las responsabilidades que nos dan. Al darnos consignas, nos organizamos”, afirmó.

Luciana Olivera, joven alumna de la Orquesta Escuela San Juan y su amor por el violín

La voz de los profesores y el deseo de imitarlos obra como un incentivo muy fuerte en los alumnos: “Indira Gonzalez, concertina de la orquesta, tiene un nivel muy alto y  hace todo con amor. Es la mejor. Me enseña la técnica y la posición de los dedos, diciéndome que tengo que relajarme pero ser firme al tocar el violín. Parece difícil, pero poco a poco lo voy logrando, hay que tomarle la mano”. También habló de Hildemaro Villarreal, quien dirige la orquesta y les enseña obras “que aprendemos junto al lenguaje musical, que es leer las partituras. Es todo un mundo donde una rayita o un punto pueden parecer insignificantes pero son inmensos. Nos cuenta también sobre los autores de las obras y por qué tenemos que conocer su técnica a la hora de tocar: sería como descubrir lo que el compositor quiere expresar”.

La música despierta sensaciones y sentimientos que muchas veces no podemos contener, abre las puertas a la creación y embellece la vida: una nota musical o una melodía nos conectan con nuestro mundo interior. “Consideraba al violín como un objeto muy delicado. A veces pensaba que podía dañarlo, pero mis maestros me sugirieron que lo hiciera con firmeza. Hoy es un complemento de mi ser. Es otro lenguaje. Puedo dar a entender mis sentimientos a través de la música dejando atrás los egos. Esta unión con los instrumentos es un vínculo muy fuerte”.    

Luciana Olivera, joven alumna de la Orquesta Escuela San Juan y su amor por el violín

Quienes hayan disfrutado de un concierto de la Escuela Orquesta San Juan, habrán descubierto el anhelo que existe detrás de los rostros y miradas de los jóvenes: que todos los que apuestan por ellos reciban el fruto del trabajo y el tiempo invertidos. Es un agradecimiento a los  padres, maestros y autoridades que velan por su futuro: “Recibimos muestras de cariño y aplausos que llegan al final, pero tocar algo que hicimos durante el año es muy lindo porque es el resultado de levantarme temprano todos los días para hacer mi tarea, practicar y esforzarme en algo que me gusta”.

Luciana también guarda en su memoria los viajes realizados junto a sus compañeros: “Pasar el tiempo con el grupo y entre amigos es muy lindo. Compartimos viajes a Mendoza, a otras localidades de San juan y a San Luis, fuimos a tocar a muchos lugares”. En su habitación, la música de Bach —el Concierto Nº 3 de Branderburgo— suena con fuerza. “La tocamos el año pasado y es mi favorita. Si tuviese que invitar a algún niño, le daría la bienvenida y le contaría lo que hacemos. Es un mundo complejo, pero una vez que le tomás la mano es increíble la superación de cada uno”, concluyó emocionada.

Patricia Ortiz
Corrección: Ailen Hernández

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