La ópera: una forma de teatro que reúne diversas expresiones artísticas

La ópera: una forma de teatro que reúne diversas expresiones artísticas

Entrevista al profesor nacional de Escenografía Marcelo Perusso, integrante del área técnica de la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y Bienes Históricos, quien describe a Caminos Culturales su trayectoria en el mundo de la ópera, la forma de teatro más completa que existe y donde se dan cita –como en una síntesis perfecta– la mayoría de las expresiones artísticas: el teatro, la literatura, la danza, las artes visuales o la música. Perusso realiza cursos en línea para cantantes y público en general, relacionados con cuestiones técnicas de interpretación actoral o de formación operística, y clases particulares para los intérpretes sobre roles o personajes específicos.

–¿Cuándo nace tu pasión por la ópera?

–Desde muy pequeño, acompañaba a mi padre (director de orquesta y compositor) a los ensayos que se hacían, tanto en el Teatro Argentino de La Plata como en el Teatro Colón. ¡Me deslumbraba lo que veía! Luego, al regresar a casa, dedicaba tiempo a dibujar copiando las escenografías. Siempre me llamó la atención cómo, en pocos minutos, se modificaba todo lo que aparecía en el escenario. Desde aquella época mantuve esta vocación que me llevó a incursionar en diversos caminos.

La ópera: una forma de teatro que reúne diversas expresiones artísticas

¿Qué expresiones se dan cita para construir una ópera?

–El teatro, la literatura, la danza, las artes visuales y la música, aunque hoy, con los avances tecnológicos que tenemos a disposición, hasta se han incorporado el cine y la fotografía. La expresión más cercana y contemporánea es el musical, aunque no reúne la cantidad de artistas de la gran ópera, que presenta orquestas, coros y ballets supernumerarios, entre los que destaco Aida (de Verdi), por citar solo un ejemplo. La ópera, como la zarzuela española, estuvo muy metida en la cultura argentina desde finales del siglo xix hasta mediados del xx. Basta con contar la cantidad de teatros para estos géneros que se construyeron en la mayoría de las ciudades importantes, y no tanto, de nuestro país en esos años. Era la proyección de la cultura de la gran inmigración europea de esa época, aunque con el paso del tiempo fueron perdiendo terreno en manos del cine, la radio y la televisión, como en todas partes del mundo.

–¿Por qué se dice que la ópera pertenece solo a una élite?

–Decir que la ópera es de élite es desconocer lo que fue su desarrollo. A pesar de haber nacido en los teatros europeos cortesanos, rápidamente se transformó en un género popular. En la Argentina, su mayor desarrollo se dio gracias a la acción de una inmigración que no era erudita ni mucho menos, pero que formó rápidamente una exitosa burguesía que bancó, en la mayoría de los casos, con su propio esfuerzo económico la construcción de los teatros y la producción de los espectáculos. Lo que existe es una decadencia cultural que se fue acentuando en nuestro país, acelerada a partir de los finales de los años 60, y una mirada equivocada que creyó que la existencia de un «gran abono» y personas vestidas de gala excluían otro tipo de público. En las décadas del ’60 al ’80, se consideraba especialistas en “ópera” a aquellos que concurrían al Colón, al abono de «domingo vespertino», que era el más popular de los abonos que ofrecía el teatro. En los ’70 ya contábamos con abonos para jubilados y estudiantes con localidades a menos de la mitad de precio; por este motivo, el teatro se llenaba. Creo que más que nada hubo una mala prensa o un mito urbano que ayudó a alejar al público.

La ópera: una forma de teatro que reúne diversas expresiones artísticas

–¿Qué se necesita para construir una buena escenografía?

–No solo es primordial la lectura del espacio del escenario, sino también de toda la maquinaria escénica disponible y de los espacios de «descarga»; es decir, aquellos a los cuales podemos recurrir para alojar la escenografía (cuando no está a la vista del público). Esto determina el tamaño de los elementos escenográficos; su posible acumulación; la rapidez con la que los profesionales podemos desalojarlos de la escena.

Además, hay que tener en cuenta qué disposición tiene el espacio en un teatro determinado; si es el tradicional «all’italiana» (sala en forma de herradura con escenario dispuesto en la apertura de esta) o si hay un lugar de representación central o cualquier otro tipo de disposición. Esto último es determinante.

–¿Qué propuestas de formación realizas y a quienes están dirigidas?

–La pandemia abrió la posibilidad de realizar una serie de cursos en línea para cantantes y público en general, y que están relacionados con las cuestiones técnicas de interpretación actoral o de formación operística en general. Por otra parte, en la actualidad dicto clases particulares para cantantes, de interpretación sobre roles o personajes específicos.

–¿En qué teatros de gran proyección dejaste una huella de creatividad?   

–Tuve la oportunidad de trabajar con placer en el Teatro Colón y en el Argentino de La Plata, ambos de grandes dimensiones. También lo hice en otros más pequeños, tales como el  Círculo de Rosario o el San Martín de Tucumán; la experiencia fue fantástica en ambas categorías, ya que me sentí muy cómodo. Si tuviese que elegir un teatro relativamente nuevo y muy bien equipado, me gustaría hacerlo en el Teatro del Bicentenario de San Juan.

La ópera: una forma de teatro que reúne diversas expresiones artísticas

–¿Qué ciudad elegirías para desarrollar y evolucionar en tu actual expertise? 

–No sé si hay una ciudad en particular. Este es un trabajo «freelance», que se da por espectáculo u obra que se monta y no suele repetirse en forma constante en un solo lugar. Debo destacar que, en Europa y Estados Unidos, hay mucha más actividad que la que podemos tener en nuestro país. Hoy por hoy, me interesaría difundir y poner en funcionamiento distintos centros dedicados al género, aquí en la Argentina: es una forma de acrecentar la actividad y posibilitar el crecimiento de nuestro trabajo para que no sea una necesidad emigrar para poder desarrollarnos. El mundo de la ópera está lleno de jóvenes cantantes y músicos que llegan a un nivel importante; al contar con tan pocos lugares dedicados al género operístico y de la música clásica, como también pasa con la danza, muchas carreras quedan truncas o no se desarrollan como podrían. Me interesa la gestión cultural dedicada a este aspecto.   

–¿Qué opera elegís al momento de reconocerte como ser humano y sentir que es como una parte de tu recorrido vivencial?  

–Hay muchas obras que nos llevan a hacer lecturas en ese sentido y corresponden a un repertorio más contemporáneo. Si hablamos de valores universales, todo Verdi está cargado de humanidad.

Patricia Ortiz
Crédito fotográfico: Marcelo Perusso
Corrección: Marcela Staino 

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