Entrevista al Arq. Jorge Martin, flamante Director de Patrimonio Cultural de la Provincia de San Juan, quien participó activamente en la última edición de la Fiesta Nacional del Sol, celebrada entre el 25 y el 29 de febrero de 2020. La temática fue la Evolución y tanto las actividades y los stands como el imponente espectáculo audiovisual que cerró la Fiesta reflejaron este viaje desde el origen del universo hasta nuestros días. En este recorrido se destacó especialmente cómo el pueblo cuyano ha sabido echar raíces, crecer y fortalecer día a día los estrechos lazos que lo unen a su tierra, una tierra única iluminada por el sol.
C. C.: ¿Qué stands ha visitado y cuál considera que refleja mejor el camino recorrido por el pueblo sanjuanino?
Visité muchos, no sé si todos porque el Predio Costanera de Chimbas donde se llevó a cabo la Fiesta es realmente muy grande. Cabe decir que se inauguró el año pasado y que constituye en sí mismo una evolución, ya que esta zona era un área marginal en la ribera del Río San Juan, un depósito de basura que hoy se ha convertido en un espacio que concentra actividades culturales y sociales y que cuenta con el equipamiento y los servicios necesarios para realizar un evento como la Fiesta del Sol. En mi opinión, el stand que mejor refleja la historia de la provincia es el denominado “Evolución”. Parte de la creación del universo, la prehistoria y toma momentos destacados de la historia sanjuanina —como la llegada del ferrocarril a fines del siglo XIX o el terremoto de 1944— para llegar al presente y hacer una proyección hacia el futuro a través de un muro digital en el que los visitantes pueden dejar sus mensajes con deseos, como si fuera una cápsula del tiempo.
C. C.: ¿En qué ha participado el equipo que se encuentra bajo su dirección?
Hemos sido invitados al stand Evolución a brindar nuestro testimonio como docentes e investigadores universitarios de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la Universidad Nacional de San Juan y también como autoridades de la Dirección de Patrimonio Cultural de la Provincia. Nuestro doble rol nos permitió desarrollar intercambios de ideas que guionaron, desarrollaron y montaron los productores de ese espacio.
C. C.: ¿Qué importancia tiene el terremoto de 1944 para la cultura sanjuanina actual?
Cada año se lo recuerda con una visión más bien necrológica, centrándose en las víctimas y en lo que se perdió, especialmente en el patrimonio construido, y está bien que así sea. Ahora bien, hoy, a más de tres cuartos de siglo de aquel suceso, es importante proponer una visión que valore lo que quedó, que destaque la actitud que permitió a los sanjuaninos superar ese y tantos otros eventos catastróficos y negativos. Esta resiliencia es una característica identitaria de pueblo sanjuanino y es, sin duda, patrimonio inmaterial e intangible de la cultura de la provincia. Gracias a ella, una ciudad devastada pudo ponerse en pie y reconstruir el tejido social y la producción económica y cultural. Esa reconstrucción se dio a partir de los principios de la modernidad, que modificaron lo que fue y cómo fuimos, pero ahora es parte de nuestra historia y nos convirtió en lo que somos. Hoy hablamos de Revolución y Evolución y es bueno que así sea; el terremoto provocó una Revolución y fueron la solidaridad social y nuestra fortaleza las que permitieron la recuperación y, en definitiva, las que dieron lugar a la Evolución, del pueblo y del Patrimonio Cultural.
C. C.: ¿Qué lugares emblemáticos y patrimoniales destruyó el terremoto?
Realmente el impacto en cuanto a los aspectos simbólicos de la ciudad fue muy grande, algunos edificios fueron destruidos inmediatamente y muchos otros tuvieron que ser demolidos a posteriori debido a los daños que presentaban. Entre unos y otros, se vieron afectadas prácticamente el 90% de las edificaciones de lo que era entonces la Ciudad de San Juan. El sismo no distinguió en cuanto a clases sociales o la función que cumplían, dañó emblemáticos edificios religiosos como la Catedral y varias iglesias como la de Trinidad, Concepción o Desamparados —que por la esbeltez de los campanarios y torres eran particularmente vulnerables frente a los sismos—; edificios civiles como la Casa de Gobierno, el edificio de la Legislatura o el edificio Tribunales frente a la Plaza 25 Mayo; y también sedes comerciales y bancarias, edificios de la industria y viviendas particulares de familia de distinto poder adquisitivo.
C. C.: Hablaba antes de la resiliencia como la principal característica del pueblo sanjuanino, ¿de dónde viene esta actitud?
Históricamente hemos sido afectados por inundaciones, sismos y terremotos, a lo que se suman las condiciones geográficas de aridez, y hemos sido capaces de salir adelante a partir del manejo del agua, de la construcción de reservorios artificiales, diques y redes de canalización. Gracias a esto hemos podido llegar al paisaje cultural que vemos hoy, valles de suelo productivo que han permitido desarrollar la producción agrícola y, en menor medida, la ganadera. A esto debemos sumarle el hecho de que hemos sido capaces de ponernos en pie ante la destrucción de nuestros edificios y de reconstruir una y otra vez, superándonos en cada ocasión, desarrollando mejores condiciones edilicias y disminuyendo la vulnerabilidad para concebir una ciudad cada vez mejor para todos los sanjuaninos.
Patricia Ortiz
Corrección: Ailen Hernández
Crédito fotográfico: Caminos Culturales
