Entrevista a Mirtha Alida Silva, profesora de Enseñanza Media y Superior en Ciencias Biológicas y Rectora de la Escuela Normal Superior “Fray Justo Santa María de Oro”, ubicada en el Departamento de Jáchal, provincia de San Juan. Nace en 1917 ante la necesidad de brindar a los jóvenes del Departamento la posibilidad de tener una carrera en Formación Docente, ya que los 160km que la separan de la ciudad Capital eran una gran dificultad para los jóvenes de Jáchal. Fray Justo Santa María de Oro es, sin duda, la institución que protagoniza el capítulo más importante de la historia del departamento de Jáchal y de la provincia de San Juan relacionado con la formación de los maestros.
CC: -¿Qué papel ha desempeñado esta Escuela en su vida?
MS:–Ha sido y es muy importante para mí. Cursé en ella mis estudios secundarios y después, cuando terminé mi carrera universitaria, fui profesora en el Nivel Secundario y también en el Nivel Superior del Profesorado de Educación Primaria. Ejercí luego como Vicerrectora del Nivel Superior desde 1999 hasta 2013, año en el que asumí como Rectora de la Institución, cargo que mantengo al día de hoy.
CC: -Y de esas etapas que vivió allí, ¿en cuál ha sido más feliz?
MS:-En todas, porque siempre cumplí con responsabilidad la función que me tocó desempeñar. Sin llegar a ser perfecta, ya que la perfección en el ser humano no existe, asumí cada uno de mis roles con el compromiso que exigían. Como alumna, viví una etapa muy especial en la secundaria, con las expectativas propias de la adolescencia: las ganas de descubrir un mundo nuevo, de encontrar respuestas a muchas preguntas. Rescato de esa época la formación en saberes disciplinares, pero sobre todo los valores que nos inculcaron y que me ayudaron a ser una adulta responsable y a compartir y convivir con los demás respetando las diferencias.
Siempre estuve vinculada al ámbito de la educación y las escuelas son instituciones sociales por excelencia. Soy docente por vocación, y como rectora hago todo lo que esté a mi alcance para ofrecer lo mejor a nuestros alumnos, es un cargo desafiante e intento estar a la altura.
Mirtha Alida Silva y Ministro de Educación de San Juan, Lic. Felipe de los Ríos
CC: -¿Cuál es la historia de esta institución?
MS: -Difícil resumir en pocas palabras cien años de sueños, de esfuerzos, de trabajo comprometido. En 1911, un grupo de pobladores elevó un petitorio con más de cien firmas —en representación de unos 15.000 habitantes— al Congreso de la Nación y al Consejo Nacional de Educación solicitando una Escuela Normal que les permitiera a los jóvenes proyectarse hacia las nuevas exigencias de la sociedad y del país. Así, el 1° de septiembre de 1917 nace en Jáchal la Escuela Normal Rural mediante un Decreto firmado por el Presidente Hipólito Yrigoyen. De comienzos humildes, funcionó durante sus primeros 13 años en una casona situada frente a la plaza departamental, hasta que 1931 se trasladó al edificio actual, que todavía estaba en construcción.
CC: -¿Qué significa para usted dirigir un espacio educativo tan emblemático para la región?
MS: -Es una institución-emblema en el Departamento de Jáchal por vigencia y trayectoria. Desde hace cien años brinda a la comunidad servicios formativos que se van adecuando a las exigencias de la sociedad de cada tiempo, una sociedad en constante cambio. Nuestros alumnos deben salir preparados para desempeñarse en el mundo que les toca. Por todo esto, es un desafío constante.
La constitución propia de las escuelas normales vuelve complejo el trabajo, ya que funcionan como una Unidad Académica y brindan servicio educativo en cuatro niveles: Inicial, Primario, Secundario y Superior. Cada nivel educativo tiene un directivo a cargo debido a la diversidad de personal, alumnos, roles y funciones, pero todos dependen de la autoridad máxima de la institución que es la rectora. La gestión y la organización institucional son fundamentales para poder atender las diversas áreas del establecimiento: la organizativa y funcional, la pedagógico-didáctica, la administrativa y la socio-comunitaria.
La Escuela Superior “Fray Justo Santa María de Oro”, la vigencia de una historia centenaria
CC: -A raíz de esto, ¿qué características considera que debe tener su rector?
Para desempeñar el cargo considero que es muy importante una capacitación permanente y tener experiencia en la gestión directiva. A pesar de la complejidad de esta función, yo la asumo con responsabilidad y con compromiso, preparada para afrontar el desafío permanente que significa atender todas las demandas y garantizar un servicio educativo de calidad. Y todo esto para que nuestros alumnos cuenten con los saberes disciplinares, las capacidades y las competencias básicas que necesitan para desempeñarse eficazmente en los diferentes ámbitos en los que les toque actuar.
Todas las acciones que se realizan en la escuela están enfocadas en mejorar el aprendizaje de nuestros alumnos, y por eso priorizo siempre la formación académica de los docentes.
CC: -¿Por qué cree entonces que la siguen eligiendo? ¿Qué preparación brinda hoy a los alumnos?
MS: -Se ha destacado siempre por su constante evolución, por el alcance de su oferta educativa y la calidad de sus prestaciones, por la eficacia de su gestión y la amplitud de sus aportes. Los frutos visibles de todo esto son sus egresados, que con sus actuaciones han sobresalido en múltiples disciplinas. Esto le da prestigio a la institución y quizás sea una de las razones por las que la eligen.
CC: -Además de la excelencia que la caracteriza, hoy cuenta con especializaciones en el Nivel Secundario. ¿Cuántas instituciones se desprenden del edificio madre?
MS: -La creación de instituciones de Educación Secundaria orientadas ha sido uno de sus legados trascendentales, ya que permiten una formación con perfiles profesionales. Hoy en día, existen dos Escuelas con estas características: la Escuela Agrotécnica “Dr. Manuel Belgrano” y la Escuela de Comercio “Eusebio de Jesús Dojorti”.
La Escuela Superior “Fray Justo Santa María de Oro”, la vigencia de una historia centenaria
CC: -Ya hablamos de su rica historia, ahora, ¿cómo nace el libro A Cien años de Historia?
MS: -El libro surge a partir de un proyecto institucional presentado por un grupo de docentes del nivel superior. Una vez aprobado por el Consejo Académico de ese nivel, se formó un equipo que incluía también docentes del nivel secundario e inicial que se encargaron de buscar distintos tipos de registros que dieran cuenta de su rica historia: vivencias, anécdotas, fotos, testimonios… Una vez hechas las investigaciones, gestionamos su impresión ante el Fondo Editorial de la Cámara de Diputados de San Juan, que muy gentilmente accedió e imprimió ejemplares de distribución gratuita. Estos ejemplares fueron donados al colegio y los distribuimos entre las personas que intervinieron en el proceso, y también a algunas otras instituciones y personas que aportaron su granito de arena para concretar este valioso anhelo y poder así conocer sus 100 años de historia.
CC: -Para terminar, ¿podría mencionar algunas de las personalidades destacadas que han pasado por esta centenaria institución?
MS: -Son innumerables las personalidades que han surgido de sus aulas centenarias y que se han destacado a nivel provincial y nacional en diversos ámbitos como la educación, la ciencia, la política, el arte o el deporte, entre otros. Podemos destacar a Eloy Próspero Camus, gobernador de la provincia entre 1973 y 1976; Américo GarcIa, gobernador entre 1958 y 1962; José Luis Gioja, gobernador, diputado nacional y senador; Patricio Echegaray, presidente del partido comunista a nivel nacional; Eusebio de Jesús Dojorti (Buenaventura Luna), periodista, músico y compositor; Roberto Ruiz, fotógrafo profesional; Dalmiro Garay Cuelli, Ministro de Gobierno, Trabajo y Justicia, y actualmente Fiscal de la Corte Suprema de Justicia de la Provincia de Mendoza; María Elena Lorensín, Licenciada y Doctora en Letras que reside en Australia.
Como ellos, muchos otros/as se han destacados en profesiones tan diversas como medicina, bioquímica, farmacia, ingeniería, geología, arquitectura o docencia, así como también en el ámbito del arte, en música, pintura, escritura o danza.
Patricia Ortiz
Crédito fotográfico: Escuela Superior “Fray Justo Santa María de Oro” y Caminos Culturales
