Francisco Narciso de Laprida, el prócer que tuvo un papel relevante al ejercer la presidencia del Congreso de Tucumán cuando se declaró la independencia de nuestro país en 1816, nació el 28 de octubre de 1786. La historia del ilustre sanjuanino en la provincia es tan importante como curiosa es la historia de los monumentos erigidos para homenajearlo.
La provincia de San Juan cuenta en la actualidad con dos monumentos dedicados a su memoria: uno de ellos se descubre en la plaza ubicada en la ciudad sanjuanina; lleva su nombre y está emplazado frente a la Escuela Normal Superior Domingo Faustino Sarmiento. Su construcción contribuyó a que la ciudad de San Juan fuera bautizada como «La Ciudad de las Estatuas» por la cantidad, y sobre todo la calidad, de las obras y sus autores, en el contexto urbano de una ciudad relativamente pequeña.
“El Monumento a Laprida fue inaugurado el 25 de septiembre de 1904; fue una obra de fundición cuya autoría corresponde al escultor Lucio Correa Morales. Lamentablemente, el 15 de enero de 1944, el terremoto cuyo epicentro impactó en la localidad de La Laja fue el evento natural más destructivo que se haya registrado en la historia del país por la cantidad de heridos y fallecidos. Destruyó gran parte de las construcciones de la ciudad y de los departamentos aledaños, y provocó la caída de la escultura de cuerpo entero desde su pedestal”, contó a Caminos Culturales el Arq. Jorge Martín, Director de Patrimonio Cultural de la Secretaría de Cultura del Ministerio de Turismo y Cultura del Gobierno de San Juan.
El monumento fue instalado en su sitio poco después de haberse superado la emergencia: “La obra presenta pequeñas fracturas en su pie izquierdo; por ello podría decirse, con simpatía, que hace 77 años tiene un zapato roto. Este mínimo deterioro no constituye un riesgo significativo para la pieza y, por el contrario, marca un tiempo y un testimonio de su historia”, continuó.
Hace muchos años, una gestión municipal tuvo una intervención más desafortunada: con la intención de mejorar su estructura, se utilizó una pintura sintética que, lejos de ser símil bronce, fue cobriza.
“Otro monumento a Francisco Narciso de Laprida es el que hoy se encuentra en el centro de la Plaza General San Martín, en la Ciudad de San José de Jáchal. Es la más importante del departamento y muestra a un Laprida de pie y joven. Es una importantísima obra realizada en mármol de Carrara por la reconocida escultora tucumana Lola Mora, y originalmente estuvo concebida para posicionarse y permanecer en el Congreso de la Nación Argentina, junto con otras tres personalidades de la historia argentina”, afirmó el arquitecto. Luego agregó: “Años más tarde, y por disposición de las autoridades del Congreso, la estatua de Laprida y las de otros próceres fueron destinadas a sus provincias natales. En el caso de San Juan, la estatua de Laprida fue emplazada en el Parque de Mayo, para ser posteriormente trasladada y por última vez, a su actual emplazamiento en Jáchal”.
A través de estos monumentos se recuerda la importancia del prócer sanjuanino, cuya escultura y el sublime material utilizado para su construcción fueron tristemente afectados por una gestión que, inconsultamente, decidió pintarla con esmalte sintético. Su intervención requirió una serie de estudios previos que estuvieron a cargo de artistas plásticos locales hasta llegar a la restauración sistemática realizada por la artista tucumana Beatriz Cazzaniga. El monumento fue declarado «Bien de Interés histórico» por Ley 26.505, sancionada el 5 de agosto de 2009 y promulgada el 31 agosto de ese mismo año.
Patricia Ortiz
Crédito fotográfico: Director de Patrimonio Cultural
