Las puertas del templo de San José de Jáchal volvieron a abrirse el 16 de octubre de 2021 después de diez años y el pueblo jachallero recuperó parte de su historia e identidad. La tan esperada celebración fue transmitida por diferentes medios provinciales para que todo San Juan pudiera ser testigo de un momento histórico. La imagen de San José llegó a tierras jachalleras desde el Alto Perú en 1690 y allí se quedó: desde entonces es el Santo Patrono de la región. La reinauguración se da, además, en una fecha muy especial: el 2021 es el año de San José, tal y como estableció el Papa Francisco en el Patris Corde a fines de 2020.
Con motivo de estos festejos, el Ing. Alberto Demartini, secretario de Obras Públicas de la provincia de San Juan, brindó detalles de los trabajos de restauración del templo y de la importancia de contar con un equipo que se brindó por completo y afrontó el desafío con respeto y responsabilidad. El esfuerzo realizado a lo largo de tres años de obras —atravesadas también por una pandemia— dio sus frutos y hoy los deseos e ilusiones del pueblo jachallero se han convertido en un sueño cumplido. Uno de los artífices de esta ansiada restauración fue el arquitecto Marcelo Muriel, quien trabaja para la empresa Ing. Julio Nacusi Construcciones SRL y fue el responsable de la dirección de la obra.
Demartini aseguró que el templo “es un lugar que guarda riquísimas historias y es un legado que es menester continuar como símbolo de esperanza y compromiso para las nuevas generaciones. Despierta muchos sentimientos e invita a volver la mirada hacia nuestro interior, al seno familiar y los valores”. En 1978 fue declarado Monumento Histórico Nacional por la Comisión Nacional de Monumentos, hoy presidida por Teresa Anchorena, quien visitó el templo junto a un equipo de especialistas en 2017 para relevar el estado del edificio. La inestabilidad que presentaba esta construcción de adobe era consecuencia de los terremotos, las características climáticas y el paso del tiempo, elementos que se conjugaron e hicieron que la estructura colapsara.
Diez años fueron los que estuvo cerrado el templo: en 2011 debieron suspenderse las actividades y se apuntalaron las paredes porque el edificio corría peligro de derrumbe. “En 2016, por decisión del Gobernador y a través de las gestiones del señor intendente, Don Miguel Vega, el Ministerio de Turismo y Cultura, a cargo de Claudia Grynszpan, encomendó a un equipo técnico —encabezado por la ingeniera Mari Saldívar y el arquitecto Ricardo Elsen— la elaboración de un proyecto de intervención y puesta en valor del edificio”, explicó Demartini. Sostuvo también que a partir de ese momento comenzaron a trabajar junto a la Dirección de Patrimonio de San Juan y que gracias al “trabajo mancomunado” que realizaron, hoy la gente puede volver a reunirse en el templo y forjar allí nuevos recuerdos. “El proyecto contempla, además, la construcción de áreas administrativas que estarán listas en breve tiempo”, agregó.
Al recorrer el interior del templo se observa que los criterios del proyecto se centraron en mantener la esencia del lugar. Demartini remarcó que “se han dejado partes del muro envolvente sin afectar las características espaciales en el edificio, algo que puede verse en los dos laterales del interior, donde se conservan las paredes originales del edificio” y que esto se ha hecho en un acto de “evocación de la memoria constructiva”. Por otra parte, el ingeniero señaló que la restauración de los retablos y del altar principal fue “un trabajo digno de admiración” y también que en la pintura al fresco de El bautismo del Señor, ubicada en la entrada al templo, “se utilizó una técnica especial que logró recuperar aproximadamente el 70% de la pintura original”.
Jáchal ha recuperado, sin lugar a duda, un punto de reunión emblemático, símbolo de fe, de unión familiar y de comunidad. Los trabajos de restauración le han devuelto al templo su esplendor estético y le han dado la posibilidad a artesanos locales de pasar a formar parte de la historia del pueblo. Desde el altar, la figura de San José contempla, observa y cuida el alma de quienes se acercan, como un padre que vela por la salud y tranquilidad de sus hijos.
Patricia Ortiz
Corrección: Ailen Hernández
Crédito fotográfico: Caminos Culturales
