Entrevista al cura párroco del templo Arquidiocesano de San José de Jáchal, Orlando David Sánchez, quien se prepara junto a la comunidad sanjuanina para celebrar el 8 de diciembre el Día de la Inmaculada Concepción con la presencia del obispo Carlos María Domínguez. De esta forma se dará cierre al Año de San José, establecido por el Papa Francisco en la carta apostólica Patris corde (“Con corazón de Padre”) y que comenzó el 8 de diciembre de 2020.
C. C.: ¿Qué significa para usted y para la comunidad jachallera celebrar el Día de la Inmaculada Concepción ya con las puertas abiertas del templo?
La reapertura de las puertas del santuario ha sido un hito muy importante en la historia de la comunidad por todo lo que significa. En primer lugar, como signo histórico y obra arquitectónica maravillosa por lo que guardan y resguardan sus muros, en especial la historia de las raíces de nuestro pueblo, fundado justamente a la sombra de la imagen de San José y por lo que lleva su nombre. Y en segundo lugar, como punto de encuentro para toda la sociedad en sus diferentes ámbitos. Que vuelva a abrir sus puertas es una realidad que trasciende toda emoción. Dios siempre ha estado presente en un espacio que estuvo mucho tiempo cerrado y que contó con la participación de muchos profesionales que se pusieron de acuerdo para cumplir el objetivo de la reapertura durante 2021. Es una obra providencial y Dios ha bendecido la decisión del Papa Francisco de nombrar este año el Año de San José.
C. C.: ¿Cómo fue el “día después” de la reapertura?
La primera consigna fue dejar las puertas abiertas para todos los que quisieran llegar y así fue: el templo permaneció abierto durante veinticuatro horas con una gran concurrencia. Luego comprobamos con orgullo la magnitud de su esplendor y de los detalles arquitectónicos y artísticos que marcan el inicio de esta nueva época. Los testimonios de agradecimiento y alegría son muy valiosos: los peregrinos que llegaron desde afuera encontraron un lugar de paz y devoción.
C. C.: ¿Qué sensaciones despertó el ingreso de San José a su hogar después de tanto tiempo?
Fue conmovedor ver ingresar su imagen portada por los agentes sanitarios —algo que tuvo un gran significado en este contexto de pandemia— por el mismo lugar que había salido. Se hizo una pequeña procesión desde el salón parroquial hacia el templo: San José, dueño y custodio de su casa religiosa, nos daba paso y nos iluminaba. Luego, los representantes del pueblo y de la feligresía, la comunidad y los funcionarios del Gobierno de San Juan entramos para ovacionarlo y el coro se unió con canciones y el sonido de las guitarras: fue un día que quedó grabado en nuestra memoria.
C. C.: ¿Qué mensaje dio a los feligreses en la primera misa después de la reapertura?
La palabra de Dios de ese domingo tenía el objetivo de transmitir el servicio hacia los demás que siempre ha caracterizado a nuestro santo. Un espacio como este, restaurado y puesto en valor, representa lo que es la Iglesia, más en este tiempo en que el Papa nos invita a ser abiertos y a tener una iglesia acogedora que dé respuestas a sus fieles. Este templo representa lo que somos en un tiempo de creencia, a la luz de la palabra de Dios y del mensaje que San José nos ha venido regalando. Es importante que la comunidad se reúna y que sienta esta misión de apertura hacia los demás.
C.C.: ¿Cómo han sido los festejos por el Año de San José? ¿Queda todavía alguna celebración?
Hemos podido disfrutar de este año especial aun con los protocolos seguidos por la COVID-19. Las actividades han sido más que importantes y la comunidad se ha estado preparando para cerrar este año dedicado a San José por cumplirse el 150º aniversario de su declaración como Patrono de la Iglesia Universal. El Papa Francisco retomó el nombramiento hecho por el beato Pío IX a través del decreto Quemadmodum Deus el 8 de diciembre de 1870. En Jáchal tenemos prevista una gran celebración que contará con la bendición del Papa: en su última visita al Vaticano, Jorge Lozano, obispo de San Juan de Cuyo, llevó dos blasones bordados en tela, uno con el escudo papal y otro con el de San José de Jáchal que se usarán para confeccionar un nuevo manto del Santo. Hay otra celebración que será ya en 2022, el 19 de marzo, para consagrar el templo y bendecir el altar, también se bendecirán las paredes nuevas que se hicieron durante la intervención.
C. C.: Desde lo arquitectónico: ¿hay algún lugar del templo que se lleve toda su atención?
El altar o retablo principal tiene la belleza y la delicadeza artística que refleja lo que se está contemplando: la imagen de Dios como centro de esencia y belleza. También hay dos espacios que atraen al corazón y lo llenan: el Santísimo Sacramento y la imagen de nuestro Cristo negro, cuya mirada queda grabada en el corazón de los jachalleros cuando contemplan la imagen.
C. C.: ¿Qué opinión tiene sobre el desarrollo del patrimonio religioso en San Juan y en Jáchal en particular?
Es un camino que debemos realizar desde la iglesia y desde un lugar de resguardo del patrimonio para poner en consideración de las generaciones futuras un material estudiado y puesto en valor. La valoración del patrimonio tiene que estar regida por criterios de apertura y ser generadora de espacios nuevos que puedan vincularse con otras áreas y especialidades para no encerrarse y perder la posibilidad de realizar el proyecto. En esta época de la digitalización, ponerlo en consideración de la comunidad y de la feligresía hace que se transforme en un patrimonio más concreto.
C. C.: Si pensamos en la importancia que se le da internacionalmente al patrimonio religioso, ¿qué piensa sobre los medios a la hora de promocionarlo?
Es un camino que necesita de criterios y de esta nueva mirada: en el diálogo con las diversas disciplinas, los distintos actores se van sumando medios y mecanismo y se ponen como servidores de la comunidad. Es otro modo de evangelizar que retoma la antorcha de la fe para transmitirla a los jóvenes a través de un lenguaje cultural y religioso.
C. C.: Y para terminar, ¿qué otro viva le agregaría a las convocantes: “¡Viva Jáchal, Viva San José!”?
¡Vivan nuestras raíces! Las raíces que están formadas por el amor a la tierra, a las tradiciones y a la fe: ¡esas son las que elijo!
Patricia Ortiz
Corrección: Ailen Hernández
Crédito fotográfico: Caminos Culturales
