El Centro Riojano de Buenos Aires, un espacio que preserva la cultura de la comunidad autónoma de España

El Centro Riojano de Buenos Aires, un espacio que preserva la cultura de la comunidad autónoma de España

Entrevista a Pedro Luis Valenciaga Moreno, Contador Público Nacional y presidente del Centro Riojano de Buenos Aires, un espacio en el que la cultura y las tradiciones del pueblo riojano se ven reflejadas en cada rincón. Orgulloso de sus raíces, el actual presidente del Centro es hijo de Pedro Valenciaga y María Isabel Moreno, ambos nacidos en Viniegra de Abajo, pueblo de la comarca del Alto Najerilla. Valenciaga compartió con Caminos Culturales algunos proyectos y actividades que realizarán durante el año, destacó la modernidad y la alegría de la comunidad riojana —gente que disfruta del encuentro con el otro y de compartir historias siempre de la mano de un delicioso vino local— y el patrimonio cultural e histórico de esta comunidad autónoma de España situada en el norte de la península ibérica.

C. C.: ¿Cómo puede describirnos la sede del Centro Riojano?

No hace mucho que este lugar, ubicado en Av. Belgrano 952 (C. A. B. A.), es sede de la cultura riojana, hasta hace algunos años era una casona en el barrio de Flores. Esta propiedad fue adquirida en 2005 y, luego de las reformas, se inauguró en 2006 con la presencia del entonces Presidente del Gobierno de La Rioja, don Pedro Sanz. Al ingresar hay un salón importante que cuenta con un escenario; allí hacemos los eventos. En el primer piso se destacan la oficina de información, una biblioteca muy variada, sala de reuniones, presidencia, tesorería  y una terraza que cuenta con una parrilla y un quincho. En sus paredes pueden verse dos diseños: uno recuerda a Nuestra Señora de Valvanera y el otro es un mapa de La Rioja que mantiene presente nuestra región. En el segundo piso hay una sala de conferencias que se utiliza para distintos tipos de reuniones y talleres.

El Centro Riojano de Buenos Aires, un espacio que preserva la cultura de la comunidad autónoma de España

C. C.: Con respecto a esto, ¿cómo tienen pensado retomar el calendario de actividades a lo largo de este año?   

Nuestra idea es reactivar durante el 2022 los eventos sociales que nos ayudan a dar a conocer nuestra cultura, ya que venimos de dos años en pausa, sin acciones presenciales. De todas formas, el año pasado preparamos un emotivo video institucional para festejar el Día de La Rioja y de San Bernabé en junio y en diciembre para la fiesta de fin de año, en forma presencial. 

C. C.: ¿Cuál será la próxima celebración? 

¡Estamos a las puertas del festejo por los 99 años del Centro! El estatuto fue creado el 16 de marzo de 1923 y este año realizaremos el evento el domingo 20 de marzo  a las 12.30hs. Además, nos estamos preparando con mucha ilusión para celebrar el 100º aniversario, habrá muchas sorpresas y una organización de excelencia; por este motivo y para reunirme con gente del área de turismo y de gobierno, viajaré a La Rioja en el mes de mayo.

C. C.: ¿Cómo y cuándo fue elegido presidente del Centro Riojano?

En abril de 2021 falleció nuestro querido presidente Ambrosio Romero Díez y al estar pendiente la Asamblea del 2020 por las restricciones Covid-19, donde vencía su mandato y de otros cargos, tuvo que realizarse en julio 2021. Como resultado de esa elección, asumí la presidencia del Centro por dos periodos junto con el vicepresidente, tesorero y demás cargos

Pedro Luis Valenciaga Moreno, presidente del Centro Riojano de Buenos Aires

C. C.: ¿Qué siente, siendo descendiente de riojanos, al asumir esta nueva responsabilidad?  

Soy argentino, hijo y nieto de españoles de La Rioja, del  pueblo de Viniegra de Abajo. Nací y crecí en un ámbito familiar en el que se aprendía el idioma castellano puro. Recuerdo también que las jotas riojanas estaban presentes en las reuniones familiares, por eso es que desde niño sentí esta cultura como mía. Mi padre, don Pedro Valenciaga, llegó a la Argentina en 1945 y mi madre, María Isabel Moreno, lo hizo en 1954. Recién en 1982 pude llevarlos nuevamente a Viniegra de Abajo. Estuvimos tres meses en el pueblo y fue fantástico. Ser parte de este Centro es un orgullo, ya que mi madre fue integrante del directorio y su paso por esta institución está avalado por una placa con su nombre, el cargo que ocupó y las fechas de nacimiento y de partida; era muy apreciada por todos.

C. C.: ¿Cómo podría describir La Rioja y, en especial, el pueblo de sus padres? 

La Rioja es una región muy pujante y su principal actividad es la vitivinicultura: el vino Rioja es conocido como uno de los mejores vinos de España. Hay bodegas magníficas. A mí me gusta el tinto y la cepa nuestra: el Malbec. La cepa que tienen allá es el tempranillo, uno más frutal, y también tienen, en cuanto a lo gastronómico, quesos y jamones de alta calidad. Viniegra de Abajo forma parte de los Pueblos más Bonitos de España y está dentro del circuito de las Siete Villas. Lo más atractivo, quizás ,sean las casas de piedra que caracterizan al pueblo, las cuestas en sus calles, el río que la bordea y también las casas de los indianos. 

El Centro Riojano de Buenos Aires, un espacio que preserva la cultura de la comunidad autónoma de España

C. C.: ¿Qué patrimonio cultural se destaca?

En La Rioja existen patrimonios muy diversos y valiosos. En San Millán de la Cogolla se encuentran los monasterios de Suso y de Yuso, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Es un lugar con un patrimonio lingüístico y literario fundamental para nuestra lengua: allí están las Glosas Emilianenses, las primeras notas (glosas) escritas en castellano en los márgenes de textos en latín. Desde lo arquitectónico, cultural y religioso, la Concatedral de Santa María de la Redonda en la capital, Logroño, es otro atractivo, así como Santo Domingo de la Calzada y en Nájera Santa María La Real. Y en Enciso, pueblo declarado Reserva de la Biósfera por la UNESCO debido a la presencia de huellas de dinosaurios, comienza la Ruta de los Dinosaurios de La Rioja; allí hay un Centro paleontológico y también se encuentra el parque de paleoaventuras “El barranco perdido”.

C. C.: ¿Qué apoyo le brinda el gobierno de La Rioja a su cultura y turismo en el exterior?

La administración actual, que asumió a mediados de agosto de 2019, ha posicionado a La Rioja como un destino a visitar en el marco de las rutas de enoturismo españolas e incluso europeas. Hay un departamento del área de La Rioja Turismo que se encarga de ello a través de campañas y estrategias publicitarias. El apoyo que recibimos es permanente, de lo contrario, no podríamos mantener el Centro. Este edificio es del Gobierno de la Rioja y tenemos un comodato gratuito de uso. El centro tiene gastos de mantenimiento, impuestos, personal administrativo y de limpieza.   

El Centro Riojano de Buenos Aires, un espacio que preserva la cultura de la comunidad autónoma de España

C. C.: ¿Qué proyectos que todavía no se han puesto en marcha le gustaría desarrollar? 

Creo que es importante seguir dando a conocer nuestra cultura y apuntar a las actividades para la juventud, buscarle la vuelta para atraerlos. Pienso en cursos que los ayuden a impulsar sus carreras y apoyen sus conocimientos sobre gestiones de empresas o informática por ejemplo.

C. C.: ¿Hay algún elemento especial de la cultura riojana que lo atraiga? 

Las danzas, en especial la jota. La Rioja es la región de España, junto con Aragón y Navarra, en la que la jota es jota: en estas tres autonomías, es la principal melodía. Son muy alegres, son canciones que me transportan a la niñez.

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C. C.: ¿Y tiene algún lugar en La Rioja en el que se sienta el hombre más feliz del mundo? 

Sí, en Logroño y en el pueblo de mis padres. Cuando fui a Logroño paré en la casa de mi hermano, que tiene un bar y trabaja todo el día. Me gusta recorrer los baresde La Calle Laurel, cada uno tiene su especialidad. Llegas, pides un pincho, te vas, caminas y entras en otro. Y en Viniegra de Abajo es una alegría llegar y disfrutar momentos inolvidables con mi hermano y su familia porque nunca habíamos estado todos juntos comiendo y festejando. Es algo que me fascina, estas raíces me unen a la cultura de trabajo que trajeron los que emigraron. Tenían mucha energía y ganas de crecer, quizás no llegaban con grandes estudios, pero sí con una enorme predisposición para progresar.

Patricia Ortiz
Corrección: Ailen Hernández
Crédito fotográfico: Caminos Culturales  

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