Domingo Faustino Sarmiento, el maestro que pensó la escuela como espacio de educación y experimentación

Domingo Faustino Sarmiento, el maestro que pensó la escuela como espacio de educación y experimentación

Entrevista al Arquitecto Jorge Martín, Director de Patrimonio de San Juan, quien en esta ocasión homenajea a Domingo Faustino Sarmiento no solo como educador sino como hombre de avanzada en cuanto a conceptos arquitectónicos y urbanísticos relacionados con los edificios en los que funcionaban las escuelas. Su visión incluía, además, características que respondían a la importancia del comportamiento sísmico de la arquitectura en una región como San Juan. 

C. C.: ¿Qué evocación realiza, este año, del padre del aula, Domingo Faustino Sarmiento?

El próximo 11 de septiembre se cumplirá otro aniversario de la fecha de su fallecimiento y, en general, se habla de él como educador o maestro, aunque tiene muchas otras facetas en las que se destacó: astronomía, tecnología en sistemas de transporte o la importancia de los sistemas ferroviarios por ejemplo. Este año queremos poner en evidencia los valores de toda la obra sarmientina; en mi caso, por mi profesión, destaco  su ideario en arquitectura y urbanismo. Esto ha sido presentado en un simposio de carácter internacional y está relacionado con los conceptos avanzados que tenía sobre el comportamiento sísmico de la arquitectura en función de sus formas o la arquitectura escolar, es decir, cómo tenían que ser los edificios destinados a la educación. La iluminación y la ventilación eran fundamentales ya que los espacios educativos debían ser pensados no solo como aulas sino como lugares de experimentación, laboratorio y formación para que el aprendizaje fuera teórico y práctico.

Arq.-Jorge-Martin

C. C.: ¿Qué elementos propios del urbanismo destaca dentro de la concepción que tenía Sarmiento?

Me refiero a una serie de intervenciones sobre la planificación u ordenamiento territorial. Cuando escribió Argirópolis —libro utópico en el que propone, entre otras cosas, la localización de la capital de los Estados Unidos del Río de la Plata en la isla Martín García—, describió lo que consideraba la ciudad ideal, aquella que debió ser construida a fines del siglo XIX para dar a la provincia de Buenos Aires una capital. Al conocer la ciudad de La Plata luego de 1885; la halagó y cambió su opinión, manifestando que era un nuevo modelo para la Argentina. Este hecho marcó un antes y un después, ya que ahora la entendía como modelo urbano arquitectónico no solo por su trazado sino por la arquitectura funcional de sus edificios basándose en lo que había visto durante sus viajes por  Washington, Boston y ciudades de Francia.

C. C.: En esta línea y teniendo en cuenta estas ideas y premisas,  ¿cómo se piensa una escuela? 

Como docente, puedo transmitir a mis alumnos que al dictarse la anterior ley de Educación —en la que se plantearon conceptos innovadores como la inclusión de laboratorios— yo comparaba sus normativas y pautas con lo que Sarmiento decía sobre el diseño de ámbitos de exploración de botánica y zoología, laboratorios de física o química, museos. Por ejemplo, cuando en San Juan se creó la Escuela de Minas —precursora de la actual Facultad de Ingeniería o de la Escuela Industrial D. F Sarmiento, que depende de la universidad—, se dictaba también enología para conocer las buenas prácticas de viticultura y elaboración de los vinos, un modelo que creciendo a partir de las ideas de vanguardia que Sarmiento nos brindó.  

La Plata. La Ilustración Argentina, 20 de septiembre de 1885. AGN

C. C.: ¿Qué fortalezas encuentra en la educación sanjuanina de hoy?

El trabajar mucho para hacer cosas y, a su vez, reflexionar cómo se hacen.  Se sabe que Sarmiento trajo  maestras de Estados Unidos para  educar a nuestros educadores y hoy San Juan mantiene ese interés en la formación docente a través de las escuelas Normales y de la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de San Juan — donde se forman docentes de nivel secundario, terciario y universitario—. Esa es, sin duda, una de las fortalezas de la provincia.

C. C.: Como director de Patrimonio de la provincia natal de Sarmiento, ¿qué opinión tiene sobre la educación argentina?

Estoy de acuerdo con una frase de Sarmiento que decía: “todos los problemas son problemas de educación”. No tratar bien al planeta, no respetar al prójimo o mostrar grandes dificultades en la integración social son, por ejemplo, tres situaciones que responden a una misma cuestión: no tiene que ver con ir a la escuela sino con la transmisión de valores. Esta frase, además, me parece aplicable a muchos aspectos de nuestro presente.

C. C.: Me viene ahora a la mente el título de uno de sus libros: Civilización y barbarie.

Podríamos sumar esa frase y profundizar en su significado teniendo en cuenta que para Sarmiento la barbarie era la falta de educación, la ignorancia de valores, la desidia, la falta de progreso y orden. Esto se debe a la comparación que establece con la evolución de ciudades norteamericanas que visitó y describe muy bien en sus obras. Sarmiento soñaba con un país de evolución constante y la ciudad era la civilización porque en ella se concentraban las bibliotecas, el saber ilustrado. En muchos aspectos fue un avanzado para su época y, por este motivo, San Juan honrará su memoria con actividades durante todo el mes de septiembre.

Patricia Ortiz

Corrección: Ailen Hernández 

Crédito fotográfico: Caminos Culturales y Dirección de Patrimonio de San Juan

Domingo Faustino Sarmiento, el maestro que pensó la escuela como espacio de educación y experimentación – Crédito fotográfico Caminos Culturales

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