Boletín Güemesiano Nº 118

Boletín Güemesiano Nº 118

Febrero de  2010

El 8 de Febrero celebramos el 225º aniversario del natalicio del General Martín Miguel de Güemes. Un hombre que vino al mundo en el año 1785 y que nació para la Patria con la Revolución de Mayo, Patria por la que luchó hasta morir por ella en 1821.

Será recordado en su tierra natal y en la Capital del país, donde el homenaje a realizar en la Catedral Metropolitana y en Plaza de Mayo ha sido declarado de interés cultural por la Secretaría de Cultura de la Nación. Mientras, desde estas páginas se le seguirá rindiendo tributo en forma permanente.

Consecuente con ello y con el debido sustento que toda evocación necesita, se presenta la segunda parte del relato de Miguel Otero, el que brinda un marco adecuado para el reconocimiento del prócer. Seguidamente se realiza una semblanza del guerrero salteño Serapio Ovejero, finalizando con las salutaciones recibidas con motivo del 10º Aniversario del Boletín Güemesiano Digital.

CONTENIDO

I.              SERVICIOS QUE PRESTÓ SALTA A LA CAUSA NACIONAL DURANTE LOS 15 AÑOS DE LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA, Parte II, por Miguel Otero

II.                    SEMBLANZA DE SERAPIO OVEJERO, por María Cristina Fernández

III.                   10º ANIVERSARIO DEL BOLETIN GUEMESIANO DIGITAL

IV.                  XXª MARCHA PATRIOTICA EVOCATIVA

V.                    RECUPERACION DE UNA IMAGEN RELIGIOSA DE GRAN VALOR

VI.          PALABRAS FINALES

DESARROLLO

I.              SERVICIOS QUE PRESTÓ SALTA A LA CAUSA NACIONAL

DURANTE LOS 15 AÑOS DE LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA

PARTE II

La segunda parte del Informe de Miguel Otero, fechado en 1873, continúa reseñando los servicios que prestó Salta a la causa nacional con el General Güemes a la cabeza. Seguidamente lo que el autor expresa.

SALTA Y JUJUY, SOSTEN DE LA INDEPENDENCIA NACIONAL

“Las milicias de Salta solas sostuvieron la guerra de la Independencia hasta su conclusión en el año 25, porque el ejército de Buenos Aires al mando del General Belgrano se mantuvo en inacción en Tucumán de impasible y frío espectador hasta que al fin vino a disolverse el año 20 con el motín de Arequito, sin que después se hubiesen destinado tropas de Buenos Aires ni de ninguna otra provincia al sostén de la guerra de la Independencia por aquella parte.

Así, puede decirse sin exageración, que a las fuerzas de la provincia de Salta y Jujuy se debe exclusivamente la conquista y sostén de la independencia nacional; y para que esto se vea de un modo más palpable, haré  una breve relación de las invasiones de parte del rey de España que han sido disueltas o rechazadas por aquella provincia.

1ª) Al mando del general Nieto, disuelta con la victoria de Suipacha el 7 de Noviembre de 1810.

2ª) La del general Tristán, concluida en las jornadas de Tucumán y Salta el 24 de Setiembre de 1812 y 20 de febrero de 1813.

3ª) La de los generales Pezuela, Ramírez y Tacón, rechazada en 1814 por las fuerzas de Salta al mando de Güemes.

4ª) La del general Pezuela, cuya vanguardia fue deshecha en el Puesto del Marqués el 14 de abril de 1815.

5ª) La del general Pezuela o Ramírez, después de las jornadas de Venta y Media y Sipe Sipe, contenidos y rechazados en la raya el año de 1816.

6ª) La del general La Serna de seis a siete mil hombres, combatida diariamente por el espacio de seis meses, de enero a julio de 1817 y rechazada con la pérdida de más de la mitad de su fuerza en todos respectos.

7ª) La del general Valdés, de cinco mil hombres el año 19, rechazada en la garganta de la cordillera.

8ª) La del general Olañeta el año 21, cuya vanguardia trajo el coronel Valdés, alias el Barbarucho, e hizo sorpresa a Güemes, de cuyas resultas murió  éste.

9ª) La del mismo general Olañeta a principios de 1822, compuesta de cuatro a cinco mil hombres, cuya vanguardia de dos mil hombres fue batida en la playa del río Grande y tomada prisionera toda ella, incluso su jefe, el general don Guillermo Marquiegui, por los gauchos de Salta y Jujuy, al mando del general don José Ignacio de Gorriti.

No sé  si a más de estas invasiones hubo otras en los años 18, 20, 23 y 24, pero hubiese o no es fuera de duda que en esos años, como los demás, no hubo otras tropas ni más fuerzas en sostén de la causa de la Independencia que las milicias voluntarias de aquella provincia.

Para que resalte más la importancia de la defensa de la causa nacional que hizo aquella provincia durante la guerra con el rey de España y que a sus esfuerzos se debe exclusivamente su sostén, es conducente enumerar los ejércitos que destinó el gobierno de Buenos Aires a la conquista y conservación de la independencia y el éxito y resultado que obtuvieron.

El primer ejército que salió de Buenos Aires el año 10, al mando del general Ocampo, a quien subrogaron los generales Balcarce, Viamonte y Díaz Vélez, fracasó tristemente y se disolvió  del todo en la derrota de Huaqui cerca del Desaguadero el 20 de Junio de 1811, sin que le fuese posible sostener la independencia.

El segundo ejército al mando del general Belgrano fue derrotado en Vilcapugio y Ayohúma, sin que pudiese sostener la independencia.

El tercero al mando del general Rondeau fue derrotado en Venta y Media y Sipe Sipe en las acciones del 21 de Octubre y 29 de Noviembre de 1815, sin poder hacer ni conservar la independencia.

El cuarto ejército al mando del general Belgrano se mantuvo en Tucumán desde agosto de 1816 hasta el año 20, sin buscar jamás al enemigo ni aun prestar el menor auxilio a los patriotas de Salta, que se hallaban empeñados en la desigual lucha de un paisano contra diez veteranos, sirviendo de escudo antemural, no sólo a la Nación, sino a ese mismo ejército que manifestaba tan extraña indiferencia.

Se saca, pues, en limpio, que es una verdad incuestionable que a los esfuerzos y constancia de las milicias de la provincia de Salta se debe exclusivamente por aquella parte la independencia de la Nación Argentina.

Esos patriotas salieron a campaña voluntariamente desde el año 1810 y no largaron las armas de la mano en los quince años que duró  la guerra. Siempre combatiendo con el enemigo a excepción de los cortos intervalos indicados y con tal desigualdad que casi nunca estuvieron en otra proporción que la de un paisano contra diez veteranos del Rey. En esta larga campaña no tenían más cuartel que al descubierto, ya fuese en las regiones del hielo, o ya en los profundos y calurosos valles. Sin otra remuneración que un pedazo de carne asada y agua y nada más por comida; y uno o dos ponchos santiagueños cada año, por vestuario.

En este continuo batallar por tantos años no tengo noticias de que hubiese una sola deserción ni un solo reclamo por salario o pago. Este es verdadero y sublime patriotismo. ¡Este es un heroísmo sin ejemplo!

Uno de estos guerreros, mejor diré, héroes, fue don Luis Burela. El entró  a servir de comandante desde principios del año 14, sin otras armas que las que arrebató al enemigo. Entiendo que el año 16, o a más tardar el 17, ya era coronel y estaban a sus órdenes los escuadrones de Rosario, Chicoana, Los Cerrillos y la Silleta y Quebrada del Toro.

Salta y Jujuy, con una guerra tan prolongada y desigual, quedó  casi asolada a tal extremo que en cerca de cincuenta años que van corridos desde que terminó dicha guerra, todavía sus habitantes no han recuperado su antigua fortuna y bienestar. Esto es necesario ver para reconocer y premiar su mérito.

La Nación argentina contrajo una deuda sagrada e inmensa a favor de esos defensores a la par de la magnitud del servicio. Este es: ¡La Independencia! ¿Y qué es la Independencia? Es el haber sacado a la Nación de la triste y oscura condición de colonia de un monarca de Europa y elevándola al eminente rango de nación libre, independiente y soberana. Esto es lo que vale el servicio; y esto es lo que importa la deuda. Debe tenerse presente que la soberanía nacional no se mengua ni vale menos por ser obtenida por milicias voluntarias, ni el servicio de éstos desmerece por ser tal, sino que es más meritorio, cuando más generoso y desinteresado sea.

La desvalida viuda del coronel Burela viene en su ancianidad y pobreza a llamar humildemente a las puertas de la Patria en demanda de un socorro para no morirse de hambre; pero no lo pide en clase de limosna onerosa sino a cuenta de la parte que le cabe a su marido en esa inmensa y sagrada deuda, que contrajo la Nación para con sus fundadores. Es justa la demanda y debe esperarse que el supremo gobierno la atienda según su mérito”.

A lo expuesto por Miguel Otero cabe acotar que:

·         Cuando se produjo la invasión de Pío Tristán el General Güemes no se encontraba en Salta.

·         Juan Ramírez Orozco en 1820 avanzó con 6.500 soldados sobre el territorio, debiendo retirarse ante la férrea defensa ejercida por las tropas de Güemes.

II.            UN VALEROSO SOLDADO SALTEÑO: SERAPIO OVEJERO

En el año 1874 y como consecuencia de la destrucción de su foja de servicio en el incendio sufrido por el archivo del gobierno nacional, el sargento mayor Serapio Ovejero declaraba que había nacido en Salta el 14 de noviembre de 1801. A los doce años se puso al servicio de la Patria en el Regimiento de Cazadores (tropas ligeras) a las órdenes de Manuel Dorrego, en clase de pífano con las que participó en la Batalla de Salta.

Luego del triunfo marchó  hacia el Alto Perú, donde los patriotas fueron derrotados en Vilcapugio y Ayohúma, y obligados a retroceder hacia Salta. Allí el pífano fue ascendido a cadete, cambiando su instrumento por un arma.

Cuando José de Rondeau asumió el mando del Ejército y después del triunfo de Martín Güemes en Puesto Grande del Marqués, Ovejero fue nombrado abanderado del Regimiento de Cazadores y nuevamente marchó hacia el Alto Perú. En Venta y Media fue herido de bala en una pierna, permaneciendo prisionero durante tres años y medio en las cárceles de Oruro y Potosí  hasta que un capellán realista se apiadó de él y le ayudó  a escapar.

Belgrano lo destinó  al Regimiento de Húsares al mando de Gregorio Aráoz de Lamadrid, con quien marchó por tercera vez hacia el Alto Perú mientras las tropas del Mariscal José de la Serna ocupaban Salta en su intento de recuperar Buenos Aires. Lamadrid regresó vencido al punto de partida y tiempo después fue enviado a Córdoba, donde el Ejército se disolvió.

Serapio Ovejero fue convocado en 1821 por el Gobierno de San Juan quien atento a sus méritos y servicios le confirió el grado de Capitán y posteriormente el de Coronel. Además de sus rangos militares, el salteño ofició de Juez de Paz, Tasador, Contador, etc. Falleció en ésa Provincia el 1 de Julio de 1878.

Cuando en el año 1971 se realizó en Tucumán el Primer Congreso de Historia Argentina y Regional, el sanjuanino César Guerrero lo recordó como un valeroso soldado. En su memoria se redactan éstas líneas.

III.           LOS DIEZ AÑOS DEL BOLETIN GUEMESIANO DIGITAL

Con motivo de celebrarse el 8 de Febrero los primeros diez años de emisión mensual consecutiva y gratuita del Boletín Güemesiano Digital, se recibieron los siguientes mensajes:

·         “Felicitaciones por estos diez años ilustrándonos con sabiduría y amor sobre la vida y obra del General Martín Miguel de Güemes, uno de los Padres de la Patria”. (Mario Golman, autor del libro “Enigmas sobre las primeras banderas argentinas”. San Carlos de Bariloche).

·         “Envío mi reconocimiento a la inmensa labor a favor de la verdadera memoria, la que no deben dejar de lado todos y cada uno de los habitantes de nuestra tierra, para reconocer en los triunfos pasados la vocación de Patria y futuro. Ruego el amparo de nuestra Virgen del Milagro, Patrona cuyo manto protege los destinos de la Patria. Ruego la calma que procede de nuestro Señor del Milagro, Patrono tutelar de justicia y benevolencia para que todos y cada uno de nosotros sea alcanzado con la flama de verdad y tolerancia, que nos permita reconocernos como verdaderos argentinos”. (María Cristina Tamoni-Burela, descendiente del Cnel. Luis Burela. Mendoza).

·         “Agradezco el Boletín Güemesiano y felicito por el merecido reconocimiento obtenido”. (Ana María Cabrera, autora –entre otras obras- de Felicitas Guerrero “La mujer más hermosa de la República”. Ciudad de Buenos Aires).

·         “El Boletín Güemesiano contiene material muy valioso para todos los que nos dedicamos al período independentista, teniendo en consideración el papel fundamental que los Generales Belgrano, Güemes y San Martín desempeñaron en el proceso de la emancipación americana”. (Dra. Norma Noemí Ledesma, Instituto Nacional Belgraniano, Ciudad de Buenos Aires).

·         “Saludo y expreso mi admiración por su profesionalismo y dedicación en investigar y difundir lo que fue la gesta Güemesiana y todos sus actores. Es realmente una mujer digna de ser Salteña por su tenacidad, constancia y apasionamiento que sabe expresar su amor por nuestra tierra.

Escribo desde este pedazo de Paraíso Terrenal, rodeado de cerros y conjugado por la belleza de su gente, Salta, nuestra Salta, esta tierra chura y gaucha que nos regala en cada esquina el aroma y sabor de la historia como si el tiempo se hubiera detenido para ser acunada amorosamente en los brazos de la memoria. Salta, espacio de estirpe guerrera donde se conjugaron la hidalguía española y la bravura milenaria Calchaquí, Pulares, Diaguitas,…” (Mario Campero, sobrino bisnieto del Obispo Julio Campero y Aráoz. Salta)

* “En el mes del Natalicio del Gral. Martín M de Güemes y en el Aniversario del Boletín Güemesiano me considero una de las personas privilegiadas que a través del Boletín tiene la posibilidad de acercarse un poco más al conocimiento de la apasionante vida del Héroe Gaucho, como así también de haber participado de lecturas y charlas de la autora. Su trabajo es silencioso pero muy importante ya que contagia,  sobre todo por el apasionamiento que le pone a sus charlas. Emociona «descubrir» la entrega, la valentía, el amor de nuestras Mujeres guemesianas”. (Prof. Patricia Alvarez, ex Directora de establecimientos educativos en el Depto. Los Andes, Prov. de Salta).

IV.          XXª MARCHA PATRIOTICA EVOCATIVA

Bajo el lema “Jujuy la heroica”, desde el 25 de Enero al 3 de Febrero se realizó  la XXª Marcha Patriótica a caballo que unió San Salvador de Jujuy con Humahuaca recorriendo 130 Km. Su objetivo fue evocar la Partida de Observación que en el año 1810 ordenara formar Diego de Pueyrredon, al mando de Martín Miguel de Güemes.

La fuerza tuvo como misión impedir el ingreso de las tropas que desde Tupiza (hoy Bolivia) intentaban avanzar hacia Córdoba para unirse a los contrarrevolucionarios de ésa Intendencia. Consecuencia de ello fueron los primeros combates librados por la Independencia, en las localidades de Cangrejos y Yavi, a mediados de 1810.

Medio centenar de gauchos homenajearon de ésa manera a mujeres, hombres y niños que participaron en la lucha.

Respecto a la mencionada Fuerza, el Dr. Bernardo Frías expresa que desde Junio de 1810, mes en que se conocieron en Salta los sucesos de Mayo, actuaba un escuadrón de caballería levantado por Martín Güemes con sus propios esfuerzos y prestigio, impidiendo la comunicación y paso de refuerzos y recursos de la contra revolución. La fuerza fue conocida como el Escuadrón de los Salteños y al asumir Feliciano Chiclana como Gobernador de la Intendencia de Salta, se puso a su servicio.

“Ya venían llenos de gloria -dice Frías- ostentaban los primeros laureles de la guerra de la independencia, pues con ellos en las gargantas de Jujuy se había dado el primer combate contra España y se había derramado la primera sangre por la redención de la Patria oprimida. Los ciudadanos de Salta saludaron en ellos a los primeros libertadores”.

V.           RECUPERACION DE UNA IMAGEN RELIGIOSA DE GRAN VALOR

En la primera quincena de Enero del corriente año el Gobierno de la hermana República de Bolivia concretó la devolución de obras que habían sido sustraídas junto a otras reliquias de la Capilla de Tafna (jurisdicción de La Quiaca, República Argentina). Se trata de cuatro cuadros de incalculable valor por su antigüedad (cuatro siglos), valor espiritual, histórico y económico. De ellos cabe mencionar en forma especial al Justo Juez, ante el cual el General Martín Miguel de Güemes solía postrarse al pasar por el lugar.

De la devoción del prócer por el Justo Juez queda como testimonio la imagen que se atesora en el Panteón de las Glorias del Norte, donde reposan sus restos, en la Catedral de Salta.

VI.          PALABRAS FINALES

Agradezco los saludos enviados con motivo del 10º Aniversario del Boletín Güemesiano Digital cuya fecha coincide con el 225º Aniversario del Natalicio del Prócer. El Boletín nació el 8 de Febrero del año 2000 en la Ciudad de Bahía Blanca, fue un regalo de cumpleaños para el General. Entonces asumí el compromiso de compartir, mes a mes y en forma gratuita, la incomparable Gesta Güemesiana.

En ésa época presidía el Instituto Güemesiano de Salta el querido maestro Luis Oscar Colmenares, quien celebró tamaño obsequio y autorizó que su vasta obra formara parte del Boletín. Cuando él expresó su beneplácito, lejos estaba de prever lo que ocurriría con esta entrega que comenzó llegando a programas de radio y fue sumando lectores hasta alcanzar metas inimaginables.

Este trabajo histórico, realizado con amor y dedicación, se convirtió en nexo vivencial aunando sentimientos y respeto, firmemente sostenido por el conocimiento. Durante esta preciosa década me relacionó con personas en distintas partes del mundo que suelen emocionarme con sus consultas. Así, desde Polonia, me pidieron autorización para transcribir en una tesis de maestría sobre el Gaucho Argentino, temas abordados en el Boletín. Un francés me expresó su admiración por el General Güemes. Un alemán me pidió asesoramiento para realizar y comprender el circuito Güemesiano en Salta. Un italiano me contó que en el Museo de su Ciudad están representados los Gauchos de Güemes como ejemplo de Caballería Militar. Desde Portugal me expresaron la alegría de haber visto en España el busto del General Güemes, entre otras alegrías.

Satisfacciones incomparables, como la comunicación con descendientes de Martín Güemes, Manuel Belgrano, Luis Burela, Juan José Fernández Campero, Macacha Güemes, Francisca Güemes, Francisco de Uriondo, José Redhead, Bonifacio Ruiz de los Llanos, José de Moldes, Eduardo Schiaffino, José Ignacio Baca, Martina Silva de Gurruchaga, Juan Bautista Bustos, a algunos de los cuales tuve el privilegio de conocer y a contar con su valiosa amistad y estímulo.

Güemes une, hoy como ayer convoca, abraza, fortalece. Por eso en este nuevo aniversario de su natalicio renuevo el compromiso de seguir celebrando, día a día, su honrosa vida.

Prof. María Cristina Fernández

Académica Correspondiente y Delegada

Instituto Güemesiano de Salta

macacha@infovia.com.ar

http://www.martinmiguelguemes.com.ar/

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