La depresión clínica produce diversos estados que oscilan en sensaciones diversas de tristeza, vacío, pérdida de los objetivos personales, frustración, enojo o sentimientos negativos que obstaculizan el desarrollo de una vida placentera.
Desde su centro médico, OSPAÑA, explica que la causa que origina la depresión es el cambio en el funcionamiento de los químicos cerebrales, que, en general, aparecen, luego de un episodio que produce stress ante un cambio importante y determinante en la vida del paciente, aunque hay otros casos en los cuales, los síntomas aparecen sin originarse algún hecho doloroso.
Es entonces cuando la tristeza y/o la melancolía, se adueñan de la mente de una persona, produciendo una sensación de infelicidad o desánimo. Si una persona se siente de esta manera cada tanto o repite ese cuadro y el estado perdura en el tiempo, es indispensable una consulta médica, ante diversas señales, tales como un estado recurrente de melancolía, apatía y falta de voluntad durante la mayor parte del día o un estado de irritabilidad con ataques súbitos de ira y desestabilización.
Esta enfermedad involucra al grupo familiar ya que es muy difícil compartir las rutinas del día, al disminuir el disfrute de actividades que normalmente formaban parte de una vida normal, incluyendo entre ellas a las relaciones sexuales. Además, la persona deprimida puede sentirse desesperanzada, desvalida o inútil. Por lo visto, es una enfermedad que dirige el odio hacia sí mismo con culpa; de este modo puede inclinarse a dormir más de lo normal, dificultad para concentrarse o movilizarse por sí mismo. Por otra parte, el cuerpo se vuelve más frágil y puede bajar de peso y disminuir su energía vital y su disposición actitudinal.
Entre las medidas que ayudan a combatir, e incluso vencer la depresión, podemos mencionar: el concurrir a la cita médica, dormir lo suficiente y tomar la medicación indicada; realizar una alimentación saludable, estar atento a los primeros signos de empeoramiento de la depresión y tener un plan si esto sucede. El ejercicio es fundamental para mantener la mente libre de pensamientos negativos, buscar actividades que brinden bienestar y estar rodeado de amigos o gente que aporte; evitar el alcohol y las drogas –a menos que estén indicadas por un médico especialista–, ya que pueden empeorar la depresión con el tiempo y hasta pueden alterar la capacidad de discernimiento.
Patricia Ortiz
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