Medicina sexual, ¿qué son las disfunciones masculinas y femeninas?

Medicina sexual, ¿qué son las disfunciones masculinas y femeninas?

El XI Congreso SLAMS 2011 promovió el conocimiento de la salud sexual masculina y femenina a nivel de profesionales de la salud: oncólogos, psiquiatras y endocrinólogos. Fue un congreso multidisciplinario en el que se abordaron temas tales como la salud sexual en general, biológica, sociológica y social de la mujer y del hombre.

Entrevista a la doctora María Victoria Bertolino, médica graduada en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires y especialista en Ginecología y Obstetricia

—¿Cuál fue el objetivo del Congreso de Medicina sexual?

— La Sociedad Latinoamericana de Medicina Sexual (SLAMS) realizó su XI Congreso SLAMS 2011, que tuvo lugar en Buenos Aires, Argentina, del 8 al 11 de septiembre de 2011 en el Four Seasons Hotel Buenos Aires. El Congreso promovió el conocimiento de la salud sexual masculina y femenina a nivel de profesionales de la salud: oncólogos, psiquiatras y endocrinólogos. Fue un congreso multidisciplinario en el que se abordaron temas tales como la salud sexual en general, biológica, sociológica y social de la mujer, la disfunción del deseo, la excitación eréctil, la eyaculación precoz o retardada, las terapias y cirugías conservadoras de nervios para evitar disfunciones en mujeres y hombres. Los trabajos científicos fueron aceptados y, en mi caso, presenté una prevalencia en cirugía especial conservadora en cáncer de vulva. Otro objetivo fue el de desmitificar conceptos del público en general con las ciencias, y ciertas creencias.
—¿Qué es una disfunción?

—Comencemos por explicar qué es una función. Siempre tratamos de despatologizar el concepto de impotencia o frigidez, que es peyorativo, de lo que es trastorno. Nos reunimos en dos áreas, la “bi” y la “psi”,para darle un enfoque integral a la función sexual, que nos acompaña desde que nacemos hasta que morimos. Tiene que ver con integrar aspectos biológicos, psicológicos y sociales a fin de integrar la autoestima y la interacción que existe con el otro, no sólo en el deseo o la excitación. Entonces decimos que hay disfunción cuando hay alteración de alguna o de todas las áreas de esa función sexual que a la mujer o al hombre le causa angustia. Si una persona tiene una relación por año pero está satisfecha, no es disfunción, pero si intenta tener una relación o actividad sexual tal cual y como lo desea y no puede, hay una disfunción sexual; hay que ver si es biológico, psicológico social o mixto.
—¿Cuándo son disfunciones psicológicas?

—Cuando hay fobias, aversiones o estrés que afectan la intimidad o invaden a la pareja. El celular, los mails, la televisión forman una barrera en la comunicación de una pareja; la falta de confianza también.

—¿Las disfunciones pertenecen solo a los hombres?

—Una disfunción del hombre hacia la mujer es reactiva. Que la mujer no pueda permitir la penetración se llama vaginismo, y ha sido causa de matrimonios no consumados. Muchas parejas me consultan sobre el deseo de tener un hijo cuando hay una disfunción del deseo; quieren pero no pueden excitarse, hay falta de lubricación o dolor: estamos frente a una “dispaurenia”. En los estudios realizados, concluimos que existe un 43% de población que sufre disfunciones o alteraciones. En la mujer puede aparecer en cualquier momento de la vida, pero más en la menopausia, por caída de hormonas, sequedad vaginal, sustracciones, trastornos con la pareja, o por problemas de relación.

—¿El hombre se anima más a consultar en la actualidad?

—Las mujeres acuden a la ginecóloga y los hombres, al urólogo. El hombre está más dispuesto ahora, pero siempre la mujer es la que encabeza la consulta; al especialista le cuesta mucho que el marido llegue a la consulta.

—¿Qué le ocurre al varón cuando tiene una disfunción eréctil?

—Hay quienes piensan que siempre tiene un origen psicológico. La realidad advierte que en muchos casos es vascular. En este tipo de trastorno, no hay erección porque no le llega sangre al miembro, y es de destacar que esa no llegada es la misma que afecta al corazón, y en unos años, se puede presentar un problema cardíaco. Tratamos de concientizar que la disfunción sexual puede ser la punta de un iceberg de un trastorno tiroideo. Entonces, puede ser psicológico y biológico. Se puede revertir si se hacen estudios vasculares u hormonales para determinar el componente que lo afecta.

—¿Qué tipo de disfunción es la de tener una gran excitación y no lograr la erección?

—Se llama ansiedad de performance; se produce en el hombre que tiene ansiedad por responder y se inhibe.

—¿Es una disfunción que el hombre no logre la eyaculación?

—Es un trastorno; su nombre es anaeyaculación. Es cuando el paciente no puede, eyacula en forma retardada, le cuesta o es retrógrada hacia la vejiga. Hablamos de eyaculación precoz cuando se produce antes de penetrar en la vagina. Hay mucho de orgánico o psicológico y depende de cada paciente: los tratamientos son farmacológicos, con drogas que están estudiadas para las disfunciones del varón. Antes se trataban con terapia, pero en los comienzos del 98 salieron drogas vaso activas que mejoraban la circulación.
—¿Una pareja puede vivir sin tener actividad sexual?

—Sí. Se trata de individuos asexuados que tienen un vínculo de compañerismo. Creo que la sexualidad no es solo la relación, es la contemplación, la caricia. Si las mujeres no consideran tener una actividad sexual y no tienen angustia, no es disfunción; si no le importa, no la podemos generar nosotros.

—¿Por qué los jóvenes usan la pastilla azul, conocida como Viagra?

—Hicimos un trabajo en el Hospital Durand que destaca la utilización del Sildenafil o Viagra por jóvenes que, además, lo mezclan con alcohol.

El peligro radica en darle a la pastilla ese poder y no trabajar la dificultad por la que se llega a la disfunción eréctil; depender de una pastilla es como usar un bastón. Lo hacen para estar más seguros y tener varias erecciones en una noche. Cualquier droga no administrada medicamente sin la indicación para la que nació conlleva riesgo y peligro. A la inversa, hay casos en los que si un hombre con disfunción eréctil no logra la erección ni con la pastilla, debe pensar que existe otra causa y, posiblemente, necesita una prótesis.

—¿Hay algún testimonio fuerte que te haya impactado?

—Sí. A un paciente que no tenía erecciones ni eyaculación se le propuso prótesis y su compañera comenzó a tener sexo por computadora; él perdió su autoestima, que fue impactada por la respuesta de su compañera. Pienso que se trata de erotizar otras áreas y mejorar la calidad del vínculo en abrazos y contacto. Hay una falta de comunicación.

—¿Es el cerebro el órgano sexual por excelencia?

—Mencionaré el caso de un paciente cuadripléjico, cuya cabeza y sentidos funcionaban muy bien y tenía sexo a través de la boca, la mirada, la contestación, la escucha. No movía ni manos ni pies, y su nivel de satisfacción era muy bueno. El deseo lleva al hombre y a la mujer a tener un encuentro sexual que se despierta a través de los estímulos eróticos externos, como un cuerpo atractivo, una mirada, música, caricias, aromas, sonrisas o actitud. Todos estos estímulos son percibidos por nuestros sentidos y viajan a través del erotismo. Una buena relación sexual se basa fundamentalmente en atracción, fantasías y sentimientos.
Patricia Ortiz

La doctora María Victoria Bertolino es:
Médica graduada con Diploma de Honor (Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires). Especialista en Ginecología y Obstetricia. Master in Science(Universtity of Edinburgh).
Investigadora del Centro de Estudios en Salud Poblacional (CISAP). Presidente del Comité de Ética en Investigación del Instituto Médico Especializado (IME). Médica de Planta de la División Tocogineciología del Hospital Durand y Coordinadora del área académica de dicha División. Cuenta con una vasta experiencia en su especialidad.

Ha coordinado investigación clínica en diversas áreas incluyendo urología, nefrología, alergología, ginecología, entre otras. Y se desempeña actualmente como consultor asesor en investigación clínica.

Es autora y coautora de artículos científicos en revistas indexadas en Medline y LILACS (Fertility and Sterility, Human Reproduction, Reproductive Biomedicine, Journal of Sexual Medicine, Medicina de Buenos Aires)

Es docente de Ginecología de la UDH Durand en la Universidad de Buenos Aires y ha dictado cursos relacionados con la especialidad y la medicina basada en la evidencia en diversos ámbitos científicos.

Ha dictado charlas relacionadas con la salud y la especialidad en diferentes establecimientos escolares

Es miembro activo en diversas sociedades científicas entre las que se destacan la International Society of Sexual Medicine (ISSM), Sociedad Latinoamericana de Medicina Sexual (SLAMS), Asociación Latinoamericana de Investigadores en Reproducción Humana (ALIRH), secretaria científica del Capítulo de Medicina Sexual de la Sociedad Argentina De Urología (SAU), entre otras.

www.slams2011.org

1 Comentario

  1. Claudio Teloken - 26/11/2011

    Teno certeza absoluta que a abordagem do assunto foi útil, acurada e dirigida especificamente ao que interessa. Muitoas pessoas benificiar-se-ão da maneira como foram esclarecidos os pontos relacionados a sexualidade do casal.
    Parabéns

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