Un grupo de jóvenes músicos rendirá homenaje a María Elena Walsh en el Teatro del Globo y para ello sumarán la experiencia de cada uno e interpretarán en “ritmo de rock” las canciones que hicieron felices a tantos niños.
En una sala del Teatro Cervantes, los acordes de guitarra batería y piano enmarcan las voces de los cantantes que brindarán un espectáculo original: Manuelita la tortuga, El reino del revés…
Hay mucha alegría, compañerismo y expectativa antes del estreno. “Los pequeños disfrutarán en estas vacaciones de invierno de un espectáculo original”, dice Fernando Fuente, el bajista de la banda y una de las voces masculinas corales. “Ensayamos canciones de María Elena Walsh y me interesa el hecho de hacer estilos diferentes y aportar ideas musicales. Aporto desde el lugar de arreglar canciones y voces”.
El joven músico lleva a cabo una tarea importante; participa en bandas, produce pistas y tiene un grupo amateur de teatro, música, guion y coreografías. Fernando define “arreglar” a darle forma a la música para que suene en un estilo diferente, como en rock, tango, cumbia o bachata. “Lo nuevo es que todos estos temas que tienen varios años se actualizan al sonido moderno; ensayamos y la pasamos muy bien. Estamos abiertos a los cambios y pretendemos que los chicos se vayan contentos; cuando voy a un recital de rock vuelvo, muy copado”.
Julián Bruno agrega comentarios de agradecimiento hacia el grupo. Entona tercera o sexta voz y las estudia detenidamente para sacarlas y transmitir otros ritmos. “Luis Carrillo llegó a Mar del Plata cuando yo formaba parte de El Conventillo de la Paloma. Me contó la idea de crear este espectáculo y me interesó enseguida. Cuando empezamos, había cosas armadas, pero hubo temas tales como La canción del jardinero, La canción del pescador, La tortuga Manuelita, La Vaca Estudiosa a los que hicimos arreglos. Así fuimos armando el mundo del rock de María Elena Walsh. Reconozco que no conocía mucho los temas que poco a poco transformamos. Sumó otra faceta a mi carrera, que tiene sus raíces en el tango. Tengo expectativas por recibir la devolución del público”.
Luis Carrillo imaginó este espectáculo hace mucho tiempo: “Me gusta el rock; se ha formado un lindo grupo con gente que ama su profesión: estamos cómodos y contentos porque la obra ha tomado color. Los temas de María Elena Walsh me traen recuerdos de la infancia, especialmente La Canción del jardinero”, comentó el productor de “María Elena Rock en concierto”, quien afirmó que la idea maduró este año. “Comencé eligiendo por separado a los músicos. Es un recital para chicos y grandes con animación, cámaras y pantalla que durará una hora. Es un homenaje a una compositora de primera línea a quien tuve la suerte de conocer y destaco como poeta y como cantante. Pasan los años y ella sigue vigente”.
En un grupo de rock no puede faltar el sonido de la batería, que estará a cargo de Jorge Papagno, quien manifestó su alegría por formar parte del equipo: “El Teatro Cervantes nos apoyó con esta sala ubicada en el noveno piso, en la que ensayamos. Si fuese espectador, diría que transmite energía por la fuerza de las canciones, el ritmo, los arreglos vocales; la voz de Sofía Schiaffino es muy buena. Hay un gran compromiso, los instrumentos son tocados con decisión y personalidad; cada uno tiene influencias propias. La obra es el producto de todo eso; me gusta La canción del jardinero”.
Además, Jorge tiene otra banda con temas propios de rock: “Los Sureños”. Destaca la calidad humana, el intercambio y la entrega en el grupo que actuará en “María Elena Rock en concierto”.
“Un buen baterista tiene que tener una buena interpretación del tempo. Si el ritmo es rápido, hay una dinámica que va desde un tiempo al otro y el baterista elige dónde se mete; es lo que se llama grove. Por otra parte, hay que tener en cuenta que la canción no está al servicio del músico, sino a la inversa.
María Elena Rock en concierto apuesta a una nueva alternativa en la que el estilo musical es la vedette, pero hay también cumbia, bachata, que seguramente atraerá a la platea juvenil”.
Patricia Ortiz
