La obra recrea un hecho histórico ocurrido durante los sucesos de la llamada “Patagonia rebelde”, conocido como resultado de la investigación del escritor e historiador Osvaldo Bayer y publicado en su libro Los vengadores de la Patagonia trágica.
Las putas de San Julián conmueve por la actuación de un elenco comprometido con recuperar la historia de cinco mujeres de un prostíbulo de Puerto San Julián, Santa Cruz, que se convirtieron en un símbolo de coraje y resistencia cuando se negaron a “atender” a los militares que buscaban sus servicios como recompensa luego de ejecutar y enterrar en fosas comunes a los peones y trabajadores en huelga durante la revuelta ocurrida en 1922, bajo la presidencia de Hipólito Yrigoyen.
Rebeladas ante lo que consideraban una injusticia, las cinco prostitutas de “La Catalana” y su madame fueron encarceladas, denigradas y torturadas en los calabozos de la prisión de San Julián.
Luego de un tiempo marcado por la pandemia en la cual el arte escénico estuvo entre paréntesis, el encuentro con una historia recreada por actores de primer nivel fue como abrir una ventana a nuevas sensaciones y sentimientos; esto es lo que producen las obras que van creciendo en intensidad y logran conectarse con un público dispuesto a brindar su máximo premio: el aplauso.
“Estrenar Las putas de San Julián fue muy movilizante, volver al escenario confirmó mi vocación y mi búsqueda en la vida. No importa el papel o la obra que interprete, es aquí donde quiero estar”, comentó a Caminos Culturales la actriz Laura Cuffini, quien personifica a doña Paulina Rovira, la sexta mujer (catalana ella) que habita el prostíbulo y que tiene el duro deber de avisar a los oficiales a cargo que su pupilaje ha tomado una decisión que las transforma en “rebeldes”.
Doña Paulina es el hilo conductor femenino, una mujer que debe sobrevivir en una sociedad en la cual se mezclan el poder y la riqueza; la obediencia y la pérdida de dignidad; y, sobre todo, la violación de los derechos de estas mujeres encarnadas por Natalia Vacis (Amalia), Ximena Di Toro (Maud), Jesica Livorsi (María), Victoria Matcha (Consuelo) y Mariana Fraga (Ángela), quienes deben ahogar sus valores y convicciones en medio de una masacre que ocurre en una época oscura de rejas y maltratos policiales. Ellas se unen para “resistir” y conjugar un verbo que se transforma en enemigo hasta para sus propias vidas.
Si bien Paulina cuida sus intereses económicos como nadie lo hace, es la encargada del bienestar de sus chicas hasta que estalla el conflicto, y las jóvenes, de diversas nacionalidades, se niegan a atender a los clientes, a quienes enfrentan con palos y al grito de “¡¡¡Asesinos!!!”.
“Como actriz, me siento comprometida con transmitir la memoria de este hecho. En su investigación, Bayer encuentra cierto rastro de las cinco mujeres que van al penal de Puerto San Julián y son torturadas. Incluso consigue algunas fotos. Pero de Paulina no se sabe más, lo que me hace suponer que también se perdió en el tiempo ya que es inaceptable para las fuerzas del orden que no pueda detener semejante rebelión sin pagar las consecuencias”, continuó Cuffini, quien fue convocada por Rubén Mosquera, director, autor y amigo de Bayer.
El ensayo de Las putas de San Julián se inició al comenzar la pandemia: “Tuvimos que hacerlo en modalidad zoom y, a pesar de todos los pronósticos, el grupo se mantuvo sólido y unido por el compromiso y el deseo de que el público pueda conocer este episodio de la historia”, dijo la actriz.
“Es una obra que muestra la violencia imperante; me parece importante que, en el contexto actual de lucha por la obtención de los derechos de las mujeres, se conozca esta historia y se reivindique la valentía que las caracterizó al defender sus ideales”, concluyó Cuffini.
Esta obra, escrita y dirigida por Rubén Mosquera, es aplaudida todos los jueves a las 20.30 en el Teatro Multiescena, de la Avda. Corrientes.
Patricia Ortiz
Es una historia de valor y coraje.Que predomina lo justo y lo injusto.Pone de manifiesto que la Unión de estás mujeres por lograr justicia las hace más fuerte