El libro es un relevamiento arqueológico de la región. Fue editado por la Municipalidad de Los Antiguos y por la Secretaría de Turismo de la provincia.
Cuando una persona visita una región, se lleva para siempre las imágenes de los lugares y de los paisajes que recorre. Rutas que unen, caminos asfaltados, luces, gente, costumbres y tradición permanecen y son descubiertos a cada instante.
En el extremo noroeste de la provincia de Santa Cruz, en las cercanías de la margen sur del Lago Buenos Aires, se encuentra la localidad de Los Antiguos; una traducción del vocablo tehuelche I keu kenk o I keu konk, que significaría «mis antepasados» o «los antiguos».
Quienes llegaron a estas tierras supieron que el origen es incierto, aunque la tradición oral actual afirma que ese nombre hace referencia a que era el lugar elegido por los tehuelches para pasar sus últimos años, debido a lo benigno del clima.
Quienes caminaron por estos senderos quisieron conocer aún más sobre este lugar y dejaron muchas preguntas. Estas inquietudes fueron recopiladas por la Secretaría de Turismo de Los Antiguos y luego fueron respondidas en un interesante libro que une a las comunidades dentro de la provincia de Santa Cruz. «La recopilación fue realizada con mucha paciencia por Marina Basalo, quien tuvo la idea de generar un folleto que canalizara las preguntas que se le hacían a quienes vivían en el lugar», dijo María José Figuerero Torres, una de las autoras del libro y que pertenece al Instituto de Arqueología de la Universidad de Buenos Aires. Ella afirmó que habían realizado trabajos con otros investigadores, que dio como resultado la publicación de un libro de cincuenta páginas, con tapa color e ilustraciones.
¿Qué son las comunidades originarias? ¿Cómo vivían los tehuelches? ¿Hay plantas que curaban enfermedades? ¿Cómo se comunicaban? Son algunas de las cruenta y cuatro preguntas que responden a las inquietudes de la comunidad de la zona. Figuerero Torres destacó que no es un simple «rejunte» de información: ¡es una investigación! Hay nuevos conceptos que surgen y que definen un estilo ameno para que pobladores, visitantes y lectores encuentren un texto útil e interesante.
El director del Instituto de Arqueología de la Universidad de Buenos Aires, Guillermo Mengoni Goñalons, explicó que Huellas de Los Antiguos apunta a satisfacer un interés de la comunidad y de aquellos que no son arqueólogos. La información transita por canales convencionales y reuniones científicas que satisfacen intereses científicos que, a su vez, se utilizan para los visitantes ocasionales. «Nosotros estamos trabajando a lo largo del valle del río Los antiguos. La UBA, el Conicet, la Agencia de Promoción Científica y Tecnológica nos apoyan, dentro del marco del proyecto de investigación básica. Nuestro objetivo es mostrar la historia del poblamiento de esta zona cordillerana desde las primeras evidencias, que datan de hace miles de años. La historia es algo que continúa. En Los Antiguos, viven tres mil habitantes: es una zona que ha crecido mucho y eso satisface un interés y una necesidad porque, en los lugares locales, no hay material como para anclar su historia y vincularla con las investigaciones que se realizan», dijo Mengoni Goñalons.
Este trabajo es fruto de una comunidad que decidió aportar un granito de arena que involucra a los actores sociales, a las autoridades que apoyaron esta propuesta, interesados por el entrecruzamiento de intereses de donde salen estos productos que apuntan a llenar un vacío. «No existe un material didáctico de este tipo, con un lenguaje técnico y académico. En el trabajo arqueológico, tenemos una financiación para el traslado y el análisis, pero no podríamos hacer nada si no tuviésemos la participación de la gente de Los Antiguos. Nos reciben y nos llenan de frases motivadoras en los descansos de los trabajos de campo», agregó el director.
Son huellas que dejaron las etapas históricas que fueron determinadas por la gente. La presencia de las comunidades fue previa a la de los colonos. La cocina, el asentamiento, la ropa que usaban, los rituales, por qué pintaban, por qué son tan especiales para el lugar son otras preguntas que tuvieron su respuesta.
Lo importante de «dejar huellas» obedece a la idea de «continuar y seguirlas».
La Patagonia es inmensa. El director del Instituto de Arqueología afirmó que se conoce mucho y se desconoce otro tanto; hay un vacío de información y siempre hay posibilidad de ganar conocimiento. La tarea de investigación es ardua y los equipos trabajan en áreas. «Piensen que Santa Cruz tiene más de doce mil años de historia, con contenido, con movilidad, con variaciones, desplazamientos, con catástrofes que tuvieron que soportar. Conocer cómo actuaban entre ellos nos da un panorama y una perspectiva apasionante que nos lleva a saber que en Patagonia hay un corte en la historia. Patagonia como desierto y lugar inhabitado e inhóspito es un invento reciente y producto solo de que la historia oficial no la escribieron los locales, sino gente que vino del norte y es tema para investigar.
«Huellas de Los Antiguos ha sido el primer paso», dijo Oscar Sandoval, intendente de la Municipalidad de Los Antiguos, de la provincia de Santa Cruz. «Ofrecemos este libro para que la comunidad, los visitantes, los alumnos y docentes, los guías y los interesados conozcan ciertos aspectos de la etnografía y de la arqueología de este sector cordillerano de nuestra Patagonia».
La presencia de estos pueblos originarios demuestra que la Historia es escrita por los que saben y es una forma más de dejar huellas y de valorar aún más el patrimonio cultural de un lugar.
Quisiera saber donde puedo adquirir un ejemplar.
saludos y gracias
Lorena Lemes