[Boletín Güemesiano] Nº 112 Agosto de 2009

[Boletín Güemesiano] Nº 112 Agosto de 2009

Numerosos lectores han manifestado su rechazo al menoscabo que padece el Gral. Martín Miguel de Güemes. Motivado por las tergiversaciones expuestas en ediciones anteriores del Boletín Güemesiano Digital, el Lic. Jorge Sáenz redactó un artículo sobre términos de significado ambiguo que distorsionan nuestra historia.

En el mismo marco el Lic. David Slodky escribió sobre errores difundidos por un canal de televisión sobre el prócer. Ambos constituyen importantes aportes a los objetivos con los que se realiza la presente edición.

CONTENIDO
I.    LAS GUERRILLAS DEL CAUDILLO GUEMES, por el Lic. Jorge Sáenz
II.    GRAVES ERRORES SOBRE GUEMES, por el Lic. David Slodky
III.    CORREO DE LECTORES
IV.    LA GESTA GUEMESIANA EN RIO TURBIO, PROVINCIA DE SANTA CRUZ
V.    AGENDA GUEMESIANA JULIO DE 2009
VI.    PALABRAS FINALES


DESARROLLO

I.    LAS GUERRILLAS DEL CAUDILLO GÜEMES
Una grave y perjudicial distorsión histórica

En abril de este año, luego de finalizar una conferencia audiovisual sobre la Batalla del Valle de Lerma en un colegio secundario mixto de la ciudad de Mar del Plata, el profesor de historia, que estuvo presente en toda la disertación, dirigiéndose a sus alumnos hizo un sólo comentario:

“Si…Güemes fue herido por un marido celoso, debido a…” etcétera. Quedé de una pieza.

Un nuevo “guión” histórico

Los historiadores tenemos la responsabilidad de interpretar y relatar correctamente los acontecimientos del pasado. En la medida en que se cometen errores, se va dejando para las generaciones futuras una herencia histórica distorsionada. Los límites son extremadamente sutiles entre la correcta interpretación de los hechos y su distorsión. Estas diferencias pueden ser provocadas por múltiples factores, entre los que se encuentran la parcialidad emotiva o ideológica del autor. Aprovechando esa tendencia, actualmente suele rescatarse el pensamiento o la obra de determinados personajes de la historia, de los cuales se toman fuera de contexto frases o hechos de sus vidas, para documentarlos como antecedentes de ciertas corrientes ideológicas contemporáneas.

Para el lector no especializado resulta imposible detectar esa falla, porque lee sobre los acontecimientos históricos de su interés con pureza de pensamiento, sin enterarse que es el blanco de una sutil especulación. Vincular esa influencia subliminal con hechos de la actualidad, sólo es cuestión de tiempo. Por ese motivo, aún sin fines especulativos ulteriores y en el marco de la buena fe; el correcto empleo de los términos utilizados en los relatos resulta importantísimo, porque una sola palabra puede tener un significado distinto de la realidad histórica que se pretende describir.

Esa tendencia no solamente se verifica en el revisionismo histórico; también está ocurriendo en los museos nacionales. En 1984 un oculto memorando de la Presidencia de la Nación dirigido a los Museos Nacionales, les ordenó retirar de la exhibición las armas livianas y los elementos de tortura. Como es natural, esta medida no se pudo poner en práctica en el Museo de Armas de la Nación, pero en el Museo Histórico Nacional, ubicado en el parque Lezama de Buenos Aires, la situación es otra. No existe la Campaña del Desierto, excepto en el cuadro de Juan Manuel Blanes (el de los actuales billetes de $ 100). Tampoco las invasiones inglesas, que se han convertido en sólo un objeto: la cartuchera de un anónimo soldado inglés. No hay gráficos de las invasiones, ni la actuación de sus personajes más destacados. En relación con San Martín o Belgrano, se encuentran reliquias personales y sendas pistolas de duelo; nada sobre sus gloriosas campañas militares. En el Cabildo de Salta, o Museo Histórico del Norte, he comprobado personalmente que las armas de fuego se encuentran prolija y cuidadosamente archivadas, excepto dos pesados cañones de la entrada, como también se los puede ver en el parque Lezama. Tratándose de un museo local, no resulta comprensible la ausencia de la gloriosa gesta Güemesiana, que debería estar cuidadosamente graficada y pormenorizada; sólo hay pictografías y objetos personales de Güemes. Cualquier visitante, que está pisando una ciudad y un lugar que fue escenario de las mayores glorias de nuestra Nación, al retirarse no le queda claro qué sucedió en esas tierras. Esta desorientación se incrementa aún más, cuando las fiestas patrias desde hace años se ven desnaturalizadas al convertirse en “fines de semana largos”.  Nos estamos debilitando, porque los pueblos se afirman cuando honran a su historia y a sus héroes y la descomposición de los Estados, comienza con la decadencia y el olvido de los principios sobre los cuales fueron fundados.

Términos de significado ambiguo

En el Virreinato del Río de la Plata, existía un alto nivel de analfabetismo y de cultura diferenciada, debido a las restricciones educativas impuestas por la corona a las colonias de América. Muchos documentos históricos se ven influenciados por esa limitación y afectan la correcta interpretación, de manera que los relatos que nos llegan a nuestros días, podrían ser comprendidos equivocadamente en relación con lo que se conoce, aplica, o significa actualmente. Si se acudiese a un diccionario de la época para conocer el significado de determinado término, no siempre resultaría válido, debido a que ciertos términos militares o marinos resultan específicos de la profesión, o responden a giros lingüísticos de la época que no están reflejados en esos diccionarios. Rescatamos de estos conceptos, que no existían definiciones precisas de los términos militares empleados, porque la doctrina militar comenzó a perfeccionarse a principios del siglo XX, enunciándose por primera vez significados  o definiciones precisas y concretas.

Uno de los más controvertidos vocablos de aquella época respecto de su significado en la actualidad, son el de “guerrilla” o “guerrillero”, en sus formas singular o plural, vinculados con las campañas militares de la época del general Martín Miguel de Güemes. En ese entonces, el término “guerrilla” se aplicaba a toda acción de combate que se diferenciaba de la clásica confrontación del tipo batalla campal, paradigma de ese tiempo. Para encontrar el verdadero sentido de su significado existen dos caminos: recurrir a los diccionarios de la época, que podrían inducir a error como ya comentamos; o el otro y más conveniente: analizar para qué se empleaba el término en la práctica. Es decir, no interesa tanto tratar de definir el vocablo como investigar la actividad de combate para la cual se lo utilizaba. Adoptando este último procedimiento, nos referiremos a los relatos del general español Andrés García Camba, que en la página 245 de su obra “Memorias para la Historia de las Armas Españolas en el Perú”, se expresa de la siguiente manera:

“Los enemigos, que en pequeños grupos se tirotearon con las guerrillas españolas durante las tres primeras horas de marcha…”, por supuesto, las “guerrillas” a las que se refiere García Camba, eran fuerzas menores destacadas para cumplir tareas operativas de poca envergadura, pertenecientes a algunos de los regimientos realistas, reglados, armados y uniformados.  Luego prosigue:

“Dispuesta por el general en jefe la formación en que se había de seguir marchando, las tropas volvieron á continuar sus movimientos á las tres de la tarde, llevando al frente una línea de guerrillas, que alejaba brillantemente á las enemigas.” Continúa más adelante diciendo:

“No se tardó en descubrir en las cercanías de la ciudad la fuerza contraria en batalla, que ascendería a poco más de 1.100 caballos, sin contar las guerrillas de la misma arma en aparente actitud de defender la población…”

La descripción (profesional sin duda), que hace García Camba de los instantes previos a la captura de la ciudad de Salta, hecho ocurrido el 15 de abril de 1817, permite observar la diferencia entre guerrilla y batalla, y por lo tanto el contraste con el significado actual del término “guerrilla”. Obsérvese que los españoles como es natural, también empleaban “guerrillas”, siendo por eso “guerrilleros”, que era el término empleado en aquellos tiempos para mencionar a la tropa que cumplía con esa tarea. De este modo podemos descartar cualquier intento de equiparar el significado de la actividad guerrillera de los ejércitos de esos tiempos, con la guerrilla contemporánea.

Entonces se presenta un vacío: ¿cómo se definiría la actividad de combate de las milicias Güemesianas, si no es como guerrilla? La respuesta aparece recién un siglo después; primero en la Gran Guerra 14-18 y posteriormente durante la segunda Guerra Mundial. La actividad de las guerrillas Güemesianas, españolas, francesas o prusianas, tomaron nombre propio: “combate retardante”; “patrulla de combate o exploración”;”guardaflanco”; “operaciones de velo y engaño”; “desprendimiento y repliegue”; “ataque con objetivo limitado”; “emboscada”; “combate de encuentro”; “demostración”; “distracción”; “ataque secundario”, “defensa móvil”, etcétera.

Güemes como militar profesional que era, estaba adelantado un siglo en sus procedimientos. Tenía la extraordinaria virtud de convertir la defensa de nuestro territorio en lo que hoy se denomina “defensa móvil”, compuesta por múltiples acciones ofensivas de baja intensidad, obligando al que atacaba a defenderse, lo que lo convierte en el más brillante táctico de nuestra historia.
¡Pero cómo! ¿no era un general gaucho? Veamos qué dice García Camba en la página ya mencionada de sus “Memorias…”

“Mandaba esta gente el gobernador de la provincia Güemes, natural de Salta y tenido por eximio gaucho, es decir por gran ginete;…” De esta manera, posiblemente arrebatados por la personalidad y cualidades del prócer, algunos autores tuvieron la iniciativa de bautizarlo como “general gaucho”.

El hecho de ser un eximio jinete, no significa que una persona se convierta en gaucho; son dos cosas distintas. El término “gaucho” define una condición social y un oficio relacionado con el poblador rural en general, e implica un elevado grado de destreza para poder realizar tareas en el campo con el auxilio del caballo. La principal característica profesional de Güemes, era la de ser un brillante militar del arma de caballería. De ninguna manera fue un gaucho devenido en general, que es lo que sin querer se expresa al definirlo como “general gaucho”. De allí surge por extensión la “guerra gaucha”, que en la realidad fue mucho más que eso, posteriormente llevada al cine. La definición como “general gaucho” y la falta de iconografía fidedigna del prócer, hizo que idealmente se lo represente a veces con vestimentas gauchas y sombrero retobado, contribuyendo más a la confusión, que lleva a pensar que era un general improvisado y por lo tanto de segunda categoría.  En la charla informal posterior a mis exposiciones sobre Güemes, el comentario infaltable del público está relacionado con el descubrimiento que era de noble y acaudalada cuna y militar de carrera. Considero oportuno expresar que los conceptos vertidos no subestiman en absoluto a los gauchos salto jujeños y sus familias, anónimos héroes de la Patria, y hacedores de los triunfos liderados por el general Güemes. La Nación y las Provincias todavía se encuentran en deuda con aquellos, como surge de la ausencia de la gesta Güemesiana en los museos; la más importante de las luchas habidas en nuestro actual territorio.

Dijimos “liderados por el general Güemes”; ¿pero no fue un caudillo? Este último término es utilizado por muchos autores, como por ejemplo: “Güemes como caudillo militar…”. Se trata de un error; lo correcto sería decir que Güemes fue un “caudillo político, además de un líder militar”. No se aplica el término caudillo en el marco militar, pero sí el de líder. Sin lugar a dudas, el sólo hecho de haber sido elegido gobernador de la Intendencia de Salta, se debió a que era un caudillo político con un fuerte ingrediente adicional por ser también un líder militar. El liderazgo implica poseer una serie de virtudes personales, la mayoría de las cuales no existen en los caudillos que se destacan por cualidades de distinta naturaleza. Güemes fue incluido sin mayor análisis e injustamente en el discutido mundo del caudillismo de la época, que como sabemos condujo a la anarquía y posterior disolución nacional. El caudillismo todavía mantiene una imagen regular.

García Camba, reiteradamente nombra a los jefes de los Escuadrones Gauchos empleando el término “caudillo”. Es posible que lo haga de esa manera, debido al status que le asignaban de fuerzas irregulares. Al respecto el mariscal español de la Serna le decía en una misiva al teniente coronel patriota Uriondo:

“Cree  usted por ventura que un puñado de hombres desnaturalizados y mantenidos con el robo, sin más orden, disciplina e instrucción que la de unos bandidos, puede oponerse a unas tropas aguerridas y acostumbradas  a las primeras de Europa…”

En cuanto a la dimensión histórica del general Martín Miguel de Güemes, deseo compartir con el lector un profundo sentimiento y motivación personal. He tenido oportunidad de exponer tres veces en la Legislatura Salteña; al ingresar al recinto hay un cuadro enorme de la Batalla de Salta sobre la izquierda, y otro de tamaño similar en el lado opuesto, que representa al prócer rodeado de su gente poco antes de fallecer por su herida. Muchas palabras se han escrito sobre estas dos obras, pero la referida al prócer la siento en el fondo de mi corazón, porque me obligó a meditar sobre lo que podría estar sintiendo en ese momento como argentino, como general, como luchador, como padre, como esposo, sus batallas, su gente, sus angustias, sus frustraciones, su impotencia, su dolor, traiciones, envidias, difamación, falta de patriotismo de muchos, su caballo, sus jefes, sus subordinados… y la lista sería interminable. Y cuando lo veo representado tan brillantemente, sobre todo en la magnífica tapa de la obra “El gran Bastión de la Patria” del Ing. Guillermo Solá, no puedo evitar compararlo con la pasión de Cristo nuestro Señor, imágenes que me emocionan y me motivan fuertemente para continuar investigando, analizando, escribiendo y exponiendo sobre el prócer.

Güemes no fue un general gaucho, fue un general de la Nación, un brillante militar de carrera con el rico aderezo de haber sido gaucho, virtudes que le permitieron compartir sus inquietudes, y que aprovechando su condición de líder condujo a su pueblo a la victoria, empleando tácticas originales para la época, que en aquél entonces se denominaban “guerrillas” y que se convirtieron en doctrina un siglo después.

Creo con toda honestidad que en honor a la verdad, al escribirse sobre la actuación militar de Güemes deberían omitirse los términos “guerrillas” y “caudillo”; que no le hacen nada bien, ni a la interpretación de los hechos, ni a su verdadera dimensión histórica. En mis dos obras relacionadas con Güemes y en la tercera que estoy preparando, he sido muy cuidadoso con esos términos, que son tomados por autores mediáticos, a veces improvisados historiadores, que con todo el respeto que me merecen, suelen ser vectores de una nociva distorsión histórica.

(El Lic. Jorge Sáenz es Graduado de los cursos de Comando y Estado Mayor de la Escuela de Guerra Naval y de Planeamiento Militar Conjunto del Ministerio de Defensa Nacional).

II. GRAVES ERRORES SOBRE GUEMES

Con éste título el diario “El Tribuno” de Salta publicó el 5 de Mayo de 2009 una carta que su autor, David Slodky envió para su conocimiento y difusión. El texto de la misma es el siguiente:

“En el canal Encuentro, se están pasando documentales sobre la vida y obra de los caudillos argentinos, en la primera etapa de la vida patria. Desde el martes pasado, se ha comenzado a difundir el documental realizado sobre el Gral. Güemes. Si bien la intención es muy plausible, el resultado es -en mi opinión- entre pobre y lamentable. Para nada alcanza a dimensionar debidamente el papel fundamental que le cupo a Güemes y a la guerra gaucha en las luchas por la independencia y la justicia social en América, de las tremendas dificultades contra las que tuvo que luchar, amén de deslizar una serie de errores imperdonables. A guisa de ejemplo: Güemes no tenía 14 años sino 21 cuando toma a caballo la fragata Justina durante las invasiones inglesas de 1806; no se resalta el papel fundamental que le cupo a Güemes en la primera victoria de las armas patrias (Suipacha), afirmando a continuación que participó de la derrota de Huaqui, cuando justamente esta derrota se produce por no haberse seguido la orientación que el joven oficial salteño preconizara inmediatamente después de Suipacha y, por el contrario, fuera desvinculado del Ejército patrio el 8 de enero de 1811, ocurriendo el desastre de Huaqui el 20 de junio de 1811, siendo sí llamado inmediatamente después para auxiliar a los restos del ejército derrotado;  no se destaca suficientemente el papel único que Güemes y sus milicias tuvieron cuando por indicación de San Martín el salteño dirigiera la avanzada del Ejército Auxiliar contra la invasión realista de 1814, actuación esta destacada tanto por San Martín como por Rondeau, ni cómo se pierde lamentablemente la nueva oportunidad de vencer definitivamente a las fuerzas realistas al reemplazar a Güemes en ese cargo por el (cuanto menos) ineficiente Martín Rodríguez, dada la orientación «pacifista» del Director Posadas, etc., etc., etc. Espero poder cubrir estas falencias prontamente, y dar a conocer debidamente a todo el país, a través de un Documental fílmico con el debido sustento técnico e histórico, el papel que le cupo a Güemes y las milicias por él dirigidas en esa etapa fundamental de la patria, papel todavía no debidamente merituado a nivel de difusión masiva”.

III.    CORREO DE LECTORES

Livia Felce, escritora, destaca el trabajo incansable y abarcador, expuesto en cada Boletín Güemesiano Digital, para luchar contra la desmemoria, o la mala intención, tal vez. Felicita por la tarea emprendida y por los reconocimientos expresando que al parecer “Buenos Aires, la Cabeza de Goliat, como decía Martínez Estrada, sigue queriendo devorarse todo”.

Norma Ledesma, historiadora, considera que el Boletín contiene material sumamente valioso y lamenta el accionar de seudo historiadores, que en su afán comercial, desdeñan y tergiversan las investigaciones históricas sobre las figuras de nuestros próceres fundacionales.

Raúl Ferraro, abogado, agradece el Boletín, al que aprecia como interesante,  ilustrativo y un patriótico esfuerzo. Considera que Historia es relación verídica de hechos humanos del pasado pero que existen quienes falseando hechos falsifican la Historia.

IV.    LA GESTA GUEMESIANA EN RIO TURBIO, SANTA CRUZ

El 28 de Julio, día de Gendarmería Nacional, con el auspicio del Escuadrón 43 “Río Turbio” y la Dirección de Cultura de la Municipalidad de Río Turbio, se desarrolló en el Centro Cultural de la Localidad la Conferencia “La Gesta encabezada por el Gral. Martín Miguel Juan de Mata Güemes”.

La misma tuvo carácter de homenaje al Gral. Martín Güemes y a los Gendarmes en su día. Comenzó con el ingreso de las Banderas de la Nación y la Provincia de Salta portadas y escoltadas por integrantes de la Agrupación 15 de Setiembre de la Localidad de 28 de Noviembre (Santa Cruz) y del Cdte Grl (R) Pablo Pérez, académico del Instituto Güemesiano.

Luego de entonar el Himno Nacional Argentino, se leyó la resolución que declaró de interés municipal dicha Conferencia y una nota del Presidente del H Concejo Deliberante, Carlos Godoy, en la que expresaba: “Es deber de todos los habitantes del suelo nacional, recordar y honrar la memoria de quienes dedicaron gran parte de su vida a construir una Patria autónoma y soberana, en tal sentido considero que mantenemos una deuda de gratitud con este General que supo junto a San Martin y Manuel Belgrano constituir la triada en la que se asentaron los cimientos de la República Argentina. Es por ello que debemos reconocer y apropiarnos de los valores que siempre ha demostrado a través de su incansable lucha por la defensa de la soberanía nacional y el bien común general de su pueblo”.

Asistieron representantes de los medios de comunicación de la Cuenca Carbonífera, personal y autoridades Municipales, de Gendarmería Nacional, Policía de la Provincia, Ejército Argentino, Universidad Nacional de la Patagonia Austral, Bomberos, docentes y público en general.

La Prof. Fernández desarrolló una breve síntesis de la carrera militar y servicios patrióticos del Gral. Güemes a través de imágenes, culminando la exposición con un homenaje a los Gendarmes y a los Gauchos, principales herederos del legado Güemesiano.

Al finalizar recibió el reconocimiento del público y presentes por su visita (concretada por iniciativa propia) consistentes en un cuadro y plato regional.

La Conferencia fue comentada en el Diario “La Opinión Austral” el 29 de Julio.

V.    AGENDA GUEMESIANA JULIO DE 2009

Durante Julio la Prof. M C Fernández desarrolló en la Provincia de Santa Cruz las siguientes actividades:

20 de Julio:    Junto al Académico Pablo Pérez, se entrevistó con el Jefe de Escuadrón 43 de GN Cdte Pr Víctor Hugo Ferreyra; con el Intendente de Río Turbio, Claudio Martín Adolfo; con el Secretario  General del Municipio Eduardo Bonetto y con el Director de Cultura, Juan Cettú.
22 de Julio:    Participó, junto al Académico Pablo Pérez,  en el Programa “Hasta la Una”, conducido por Paulino Ramos, en Rº Nacional “R Turbio”.
Participó en el Programa “Un toque personal” conducido por Ricardo Seco por FM “Tiempo”.
25 de Julio: Participó, junto al Académico Pablo Pérez, del Programa “Un Sapucay en la Cuenca”, conducido por Alberto Navarrete por FM “Tiempo”.
Se entrevistó con Rubén Romero, fundador y director de la Biblioteca Popular Alberto “Kunfi” Quirós, de Río Gallegos, a quien hizo entrega de material sobre la Gesta Güemesiana.
27 de Julio:     Fue entrevistada telefónicamente por FM “Tiempo”.
28 de Julio:    Participó en el Programa conducido por Bady Barrionuevo por FM “Tiempo” junto al Director de Cultura de Río Turbio, Juan Cettú.
Desarrolló la Conferencia  “La Gesta encabezada por el Gral. Martín Miguel Juan de Mata Güemes”, entregando bibliografía para la Biblioteca Popular del Municipio.
29 de Julio:     Fue entrevistada por periodistas de Cable Visión
Participó, junto al Académico Pablo Pérez, en el Acto por el 71º Aniversario de la creación de Gendarmería Nacional realizado en la Plaza de Armas del Escuadrón 43 “Río Turbio”.
Entrega de material bibliográfico y de interés cultural al Programa “Tierra Querida”, de FM Presencia (Obispado de Río Gallegos), conducido por Santos Cruz.

VI.    PALABRAS FINALES

En el mes de Julio se concretó la inclusión de la Gesta Güemesiana en Caminos Culturales (https://www.caminosculturales.com.ar) importante espacio que propone estimular la cultura dirigido por Patricia Ortiz. A través de ella se aportarán contenidos relacionados con quienes forjaron nuestra Independencia como una forma de honrarlos. También se publicará mensualmente el Boletín Güemesiano Digital, emprendimiento personal que ha obtenido numerosos reconocimientos y es leído en varios países. De esta manera la memoria del General Güemes y de quienes lucharon junto a él será la tea que encendida continuará recorriendo los caminos de la hermandad.

Un especial reconocimiento al pueblo de Río Turbio, a sus autoridades, a la prensa que me permitió difundir  la vida de Güemes durante mi permanencia en la localidad. Y a los Gendarmes, custodios de nuestra soberanía, el afecto agradecido por las atenciones recibidas.

Prof. María Cristina Fernández
macacha@infovia.com.ar
http://www.martinmiguelguemes.com.ar

Dejar un comentario