Las V Jornadas de Violencia Familiar e Igualdad de Género tuvieron lugar en los salones Ortega Peña y Carlos Mujica, de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires. Fue auspiciada por la Consejería de Trabajo e Inmigración, dependiente del Ministerio de Trabajo e Inmigración del Gobierno de España, y organizada por la Federación de Sociedades Españolas de Argentina.
La crueldad atraviesa todas las capas sociales, y probablemente sea imposible su destierro espiritual. La diferencia radica en querer hacer otra cosa con ella. Con este espíritu de construir diálogo y pensamiento sobre este tema, los expositores inauguraron el seminario.
Luego de dar la bienvenida a los presentes, el doctor José Luis Vidaller, coordinador de la Subcomisión, agradeció a las autoridades de La Federación de Sociedades Españolas de Argentina (FEDESPA), a la Consejería de Trabajo e Inmigración, en la figura de don Julio Olmos, el apoyo brindado para la realización de las jornadas. “El tema es candente y tiene importancia por la vinculación y, sobre todo, porque vemos que no disminuye en número y en cantidad en ninguno de los extractos sociales, ni altos ni bajos. Al terminar estas jornadas, debemos preguntarnos: ¿sirvieron para algo? Es un tema generalizado, y tenemos que tratarlo. Si bien no tiene cura, estamos seguros de que tiene prevención, y la conseguiremos a través del diálogo, la cultura y la información”, señaló.
El doctor Daniel Castro Vásquez, vicepresidente de Fedespa, sumó la participación de La Asociación Patriótica y Cultural Española, que realiza un hermanamiento y, de esta manera, se avanza mucho en este tipo de cuestiones. El joven directivo expresó que es muy difícil desterrar esta problemática, pero no se puede “no reaccionar, no promover otros caminos alternativos. Agradecemos a la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires por la lucha en la defensa de los abuelos”.
El turno del presidente de Fedespa, don Pedro Bello, sirvió para que manifestara su buena disposición hacia estas jornadas: “Este encuentro es saludable porque nos une en un trabajo a favor de nuestros jóvenes y mayores, y que estos, a su vez, logren un contacto, una comunicación que destierre la violencia de género. Cuanto más cosas hacemos en contra de este flagelo, se posibilita nuestro objetivo”. Los aplausos dejaron paso a las palabras del subsecretario de la Tercera Edad del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Claudio Romero, quien destacó el trabajo del doctor Eugenio Semino junto con los adultos mayores. “Trabajamos junto con la Legislatura para hacer ley y marcar en el calendario el 15 de junio como Día Internacional en la Lucha contra el Abuso y Maltrato de personas mayores. Contamos con una media sanción y hacemos hincapié en cinco o seis cuestiones de este abuso y el maltrato: no hay un solo tipo de agresión. Debemos hablar de la psicológica desde el entorno familiar; en segundo lugar, el acoso o abuso financiero, el uso de las tarjetas para robar la jubilación o la renta y el abandono en un geriátrico. Como vemos, el abanico del abuso no solo se resume en lo físico o lo sexual. Nos hemos propuesto profundizar esta línea para asegurar sus derechos y estamos aprobando el presupuesto para abrir dos refugios, uno para mujeres y otro para hombres. Hoy no hay lugar especializado para nuestros adultos mayores. El 15 de junio los inauguraremos. La contención de la violencia nos convoca: si conocemos un caso, hagamos la denuncia y alcemos la voz”, dijo Romero, que dio la palabra al doctor Eugenio Semino. En su exposición, relató la historia con la Federación de Sociedades Españolas, nacida en 1996. “Comenzamos con una labor junto con los integrantes del Programa del IMSERSO español que tuvo dos vías: la conformación de la red intergubernamental de operación técnica mediante el tratado de Cartagena de Indias de 1992, y luego la Red iberoamericana de Adultos mayores. Todo esto lo hemos hecho en tres sedes a través del tiempo, y en términos de promoción académica en tres sedes: en la Oficina Técnica de Cooperación (AECID) en Guatemala antigua, Cartagena de Indias y Santa Cruz de la Sierra con alumnos”.
El doctor Semino habló de docencia y de relación con los alumnos para abarcar desde otros lugares esta problemática.
“¿Por qué realizamos este trabajo en consonancia con las sociedades y la comunidad española?”, preguntó a la audiencia.
“Por la fuerte raigambre en términos de idiosincrasia y cultura. En general, nos ofrece riqueza en el conocimiento y en la mejora de la calidad de vida. Por otra parte, nos permite detectar las raíces de la violencia que se generan en otra sociedad. Investigamos, trabajamos desde lo académico y lo seguiremos haciendo, para comprobar cómo esos fenómenos se van formando. Hoy asistimos sorprendidos a resultados aberrantes de una violencia no detectada. Estamos buscando causas y generamos procedimientos para no hacer ‘autopsias de la situación’. Es cierto que hay insuficiencias, mas los esfuerzos por evitarlas tienen que buscar los elementos que las destierren. No faltan recursos, programas o ayuda, falta articulación. Si esto no se da, habremos generado un innecesario gasto para el estado y seguiremos viendo las lamentables consecuencias. Seguramente, en las muertes que conocemos por los medios hubo alarmas sociales y familiares que no fueron leídas o que quien las leyó no tuvo lugar donde darlas. Esas alarmas surgen en las escuelas, la visita al médico, las charlas o las reuniones como estas. La consigna es recurrir y que esa entidad, institución, nos dé respuestas”.
Patricia Ortiz
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