Lugar de Mujer, un espacio que concientiza sobre la violencia de género

Entrevista a Marta Rackier, abogada y presidente de Lugar de Mujer, un espacio construido luego de la recuperación de nuestra democracia en el cual un grupo de mujeres recobró los derechos que habían sido destruidos.

—¿Cómo se liga su historia personal a Lugar de Mujer?
—Mi historia personal comenzó a unirse a Lugar de Mujer hace más de 30 años. Por este espacio pasaron miles de mujeres que trabajaron en grupo con el objetivo de poner en agenda el tratamiento de la violencia hacia las mujeres, que hasta ese momento se desconocía. En la sociedad, la mujer fue colocada en un rango inferior al del hombre, que ostentaba su poder por sobre ella. Con el transcurso del tiempo, logramos poner en valor el empoderamiento de sus capacidades y hoy continuamos con la tarea.

—¿Quién fue la fundadora de Lugar de Mujer?
—Varias mujeres participaron de su fundación; entre ellas, destaco a María Luisa Bemberg. El feminismo surge como respuesta a los primeros movimientos sufragistas de la historia. Hoy en día estamos centradas en convocar y en ayudar a descubrir nuevas formas de crecimiento personal y profesional. Nos hemos proyectado con la ayuda del Gobierno de la Ciudad o de algunas instituciones del extranjero.

—¿De qué manera comenzó su tarea?
—Por esa cuestión de militancia feminista. Como abogada, venía trabajando en familia y, cuando comencé a escuchar relatos sobre violencia, me decidí a colaborar desde mi lugar. El caso que hizo que me diera cuenta fue el que protagonizó Carlos Monzón; fue impresionante la cantidad de mujeres que se acercaron a exponer su historia luego de la muerte de Alicia Muñiz, pareja del boxeador. Nuestra lucha ha logrado la creación de una ley de protección hacia las mujeres que ha incluido en la violencia familiar a la violencia en los medios.

—¿En qué consiste la autoayuda que se recibe en Lugar de Mujer?
—Es un grupo abierto y gratuito donde concurren mujeres para contar en qué punto no pueden avanzar a causa de este flagelo. Es un lugar horizontal; no está dirigido por psicólogas, sino por otras mujeres que han logrado salir de la violencia.

—¿Lograron salir definitivamente?
—Sí, si incorporaron el concepto de empoderamiento. Deberán cambiar ciertos conceptos relacionados con el enamoramiento, la ilusión o la idealización. La mujer golpeada que carece de autoestima incorpora el amor romántico como un elemento negativo. La violencia se encuentra en todos los niveles y no respeta clase social. Es un trabajo lento que es acompañado por talleres, entre los que destaco el de técnicas del teatro del oprimido, de Paolo Freire, que desarrolla la toma de conciencia de la violencia en el propio cuerpo, es decir, sobre cómo recibe el organismo la violencia

—¿A qué se refiere cuando habla de “violencia en los medios?
—Al empobrecimiento de la mujer a la cual se cosifica. Se la muestra como una portadora de cola o pechos con siliconas. Cuando hablamos en general, se pintan los hechos como episodios policiales cargados de morbo.

—¿Qué es lo más que le gusta de su trabajo?
—Me gusta que, después de mucho esfuerzo, alguien me diga “gracias”. Me gusta comprobar que una mujer ha podido separarse de su agresor y que pugna por tener una vida nueva.

—¿Qué es lo que más necesitan en Lugar de Mujer?
—¡Todo! La ayuda económica es muy importante porque podríamos darles más. Tenemos una sede que es nuestra, en Avda. Corrientes 2621 8vo. piso de la Capital Federal.

—¿Qué mensaje le envía a una mujer que sufre, llora y tiene miedo de su situación violenta?
—Que pueden salir. Que la ayuda existe, si se abren, si cuentan su historia y la comparten. La soledad no es buena consejera.

—¿Cómo define Lugar de Mujer alguien que quiera recomendar este espacio?
—Como un lugar donde se adquiere una gran concientización sobre cada mujer.

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