Rumba Flamenca, que se fusiona con el pop y el rock, es el estilo español de música que eligieron Los Bandoleiros para desplegar toda la pasión y el fuego gitanos.
El grupo está formado por tres integrantes que comenzaron, allá por los años 90, emulando a los Gypsy Kings y lograron así una combinación de la sangre y la fuerza europeas y latinas.
El nombre fue apadrinado por el genial Charly García, quien los invitó a tocar con él en Valeria del Mar cuando venía de una playa cercana.
El maestro del rock nacional gustaba de sentarse y escuchar la música bandoleira en la playa.
—¿Quieren tocar muchachos? —preguntó.
—¿Con qué sonido? —preguntaron.
—¡Con el mío!
«Charly tocaba en lugares cerrados y le decía “bardo” a todo. Jugando con las palabras lanzó un: “¡Son bardoleiros!”. Nos gustó y le cambiamos la r por la n y fuimos Los Bandoleiros, que hacemos un show variado. En los años 90 eramos un dúo de guitarras. Bam Benítez (guitarra y voz) escuchó a los Gipsy Kings en Bamboleo y arrancó formando el grupo hasta armarnos definitivamente», expresó Miguel Sánchez, a cargo del bajo, de los coros y de transmitir a su gran amor por lo que hace. Ellos combinan ritmos, estilos y géneros, como sucedió en el último corte: “Tango y rumba se abrazan en temas como Pasional, Naranjo en flor o Nieblas del Riachuelo, y donde Willy Correa se pone al frente del cajón flamenco. Sánchez continuó la historia en la cual el destino les preparaba otra gran satisfacción, que fue la de haber compartido la canción Me quedo contigo con los Chunguitos: “Lo hacíamos para descansar. Una tarde, una chica nos alcanzó un CD de película y fue así como tocamos con ellos como soporte del espectáculo. Luego vino el resto; la novela de Adrián Suar, Poliladron, no tenía tema y nos lo pidió. Los Bandoleiros tocábamos con Los Chunguitos y ellos escucharon nuestra grabación, que no estaba editada: como agradecimiento, ¡nos llevaron a tocar con ellos!
Miguel Sánchez disfruta de su trabajo: “¡Hacer lo que a uno le gusta es fundamental”, afirma mientras ordena algunos instrumentos. “Yo hago coros y canto, pero soy la segunda voz; Benítez es la primera. El flamenco tiene estribillos y muchos altos, los dos cantamos y él le pone la onda flamenco”.
No es fácil escapar del ritmo de los tres hombres que se presentan a su público vestidos con camisas de colores, pantalones negros, sacos; los típicos sombreritos madrileños también forman parte del atuendo. Las giras por el interior del país muchas veces llegan a agotarlos. El viaje de muchos kilómetros termina en una prueba de sonido, un ensayo en días fríos o calurosos. Sánchez dice que todo queda atrás cuando escuchan los aplausos y la energía que les da la gente. Me quedo contigo, Samba Pa ti, Inspiración y los percusivos para bailar Bamboleo y Volare son los clásicos.
“Nuestras perspectivas son buenas. Siempre pensamos en seguir trabajando y nos proponemos grabar otros discos, aunque el problema es lanzarlos, porque las compañías no editan discos. Hoy la venta es difícil. Vamos por nuestro quinto disco y seguiremos difundiéndolo y mostrándolo hacia afuera. Los artistas necesitamos que los medios nos ayuden, y estar en este espacio promueve nuestra música”.
Patricia Ortiz
