Juan Pablo Ledo, el talentoso bailarín, crea magia en cada escena.

Juan Pablo Ledo, el talentoso bailarín, crea magia en cada escena.

El talentoso bailarín del Teatro Colón expone su espíritu, su expresión y su calidad en cada escena. Su inquieta personalidad lo llevó a realizar los cambios que nacieron de a poco para incursionar en un repertorio hecho a su estilo. Ledo crea movimientos y los adapta a sus incansables “pies que no paran”.

Entrevista a Juan Pablo Ledo.

Juan Pablo Ledo-colombaroli

—¿En qué momento de tu vida estás?

—En el de disfrutar a pleno todo lo que hago aunque sea «a las corridas», o mejor dicho, «a los saltos». Mi día a día es muy intenso, con horarios muy ajustados, desde los ensayos en el Teatro Colón hasta mis clases en la facultad, sumado a mis proyectos coreográficos y funciones en los tiempos libres (cortos pero aprovechables). Creo que a mis 29 años soy mucho más consciente de mi cuerpo, del tiempo que necesita para entrenar y rendir bien, de cómo cuidarlo, de sentir muy libremente el escenario y de entregar todo de mí, sumado a las experiencias de excelentes coreógrafos y maestros.

—La magia transcurre en cada presentación, ¿qué títulos te han llevado a escena y cuáles te han gustado más?

—Desde la última vez que nos vimos, pasaron muchas cosas: un viaje de veinte días a New York terminó en un contrato nada menos que con uno de los más importantes coreógrafos internacionales de la actualidad en el mundo: Christopher Wheeldon. Con él realicé una gira con primeros bailarines estrellas del New York City Ballet y el Royal Ballet por New York, Ámsterdam, Londres. A mi regreso a Buenos Aires, estrenamos Cascanueces, de Nureyev, en el Luna Park con el ballet del Colón, elegido por Aleth Francillon. Luego, los protagónicos de obras como Manon, de Mac Millan, obras de Balanchine; invitaciones como Guest, en Sudáfrica, en las producciones completas del Cascanueces y de Romeo y Julieta; funciones con mi ballet de cámara auspiciadas por el Gobierno de la Ciudad, a sala llena; el festejo junto, al Quinteto Piazzolla, en Mar del Plata, de sus 90 años junto con mi ballet y… ¡puedo seguir!

—¿Cómo fue este camino de cambio que pasaba por tener tu propio grupo?

—El cambio nació muy dentro mío; necesitaba incursionar en un repertorio hecho a mi estilo, a mi talla, y lo podía encontrar con la creación de movimientos plasmados en bailarines que supieran interpretar lo que quería. Dentro de ese proceso, nació la investigación de nuevas formas y recursos para la creación y profundización del estilo tan propio como «mío» . Interiormente, hay una necesidad de dar o contar a través del movimiento; la música es mi principal fuente de inspiración.

—¿Qué te ha dejado el tango en el ballet y a qué desafíos te llevó?

—Me dio una faceta más viril. Creo que el conocimiento de ese lenguaje tan argentino me permitió desarrollar ciertos personajes del repertorio clásico de una forma más aguerrida y frontal, teniendo en cuenta que muchos roles que me tocan hacer son principescos, pero otros, como en Oneguin, requieren otro perfil y madurez.

Juan Pablo Ledo - Colon

—¿Cómo está formado el grupo de bailarines y qué expectativas tienen para el resto del año?

—En estos momentos, estoy presentando un espectáculo nuevo: Taco, punta y traspié, con el que recurro a bailarines clásicos y tangueros, por lo que la obra tendrá una versatilidad de lenguajes que enriquecerán la obra.

—¿Qué te llevaste de la gira al Paraguay?

—Es como mi segunda casa. Es la quinta vez que me invitan a bailar junto con la compañía de Asunción de Miguel Bonnin. Este año festejé los 200 años del bicentenario con ellos, e incluso recientemente cerré la temporada de Don Quijote a sala llena. La gente, los bailarines y el director, junto con su familia, siempre han sido maravillosos conmigo. Son realmente hermanos míos. Estoy muy agradecido.

—¿Cuáles son las prioridades hoy en tu vida?

—Mis prioridades son como siempre: mi relación con Dios, mi familia y mi carrera. Mi deseo es mostrar que se pueden lograr objetivos con esfuerzo, que los sueños sirven para hacerse realidad, y cuando subo a un escenario y recibo el caluroso recibimiento del público, los veo cumplidos. Nací para honrar a Dios con mi danza y compartirla con los demás. Es una bendición poder vivir de esta manera.

—¿Cómo se desarrolló Oneguin?

—Fue maravilloso, bailé con Karina Olmedo. El traje de Víctor y Anieta Valcu (de Estocolmo) fue impresionante. Me han llevado al límite de la interpretación. Han cuidado todos los detalles, salí al escenario completamente seguro.

—¿Qué hay detrás de esta nueva ventana que deja ver a un Juan Pablo que acompaña el sueño de una novia que danzará en sus brazos?

—Nubilis fue una experiencia maravillosa, también el Palacio San Miguel, la residencia Mora Prado, incluso mi publicidad de Chester Ice nadando dentro del perfume que está en televisión . Esta nueva veta viene de la mano con lo que hago en cuanto a lo artístico. Voy a seguir trabajando en ello, modelar para una marca determinada, posar, ¡nadar debajo del agua es un trabajo de artista también!

Juan Pablo Ledo - Tango

—¿Cuál es tu filosofía de vida?

No perder el rumbo. Las trabas son síntomas de que vamos por buen camino, porque detrás de un árbol hay un inmenso bosque de posibilidades. Mi deseo es que los padres acompañen a los hijos a cumplir sus sueños, ver a los hijos concretarlos es maravilloso. El amor y la solidaridad son armas importantísimas para ser cada día un poquito mejor. Quiero un mundo como Dios lo quiso desde un principio, lleno de paz y armonía.

Patricia Ortiz

2 Comentarios

  1. maria - 20/12/2011

    Por Dios que belleza este ser, realmente, no dejo de suspirar por el…
    su forma de expresarse es única, como baila, todo es en él bello, bello, bellisimo…

  2. carmen - 26/10/2011

    solo un grande puede contestar de esa manera

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