Entrevista a Gabriela Cicalese, directora del Centro de Comunicación Educativa La Crujía

Entrevista a Gabriela Cicalese, directora del Centro de Comunicación Educativa La Crujía

Gabriela Cicalese es doctora en Comunicación de la Universidad Nacional de la Plata y Licenciada en Comunicación Social de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. La docencia y la investigación son sus pasiones y considera que a través de la comunicación se encuentra el sentido poético de la vida porque es portadora de esta bella expresión.

—¿Qué es el Centro de Comunicación Educativa La Crujía?

—Es un lugar de y para la comunicación. Comprende la comunicación como punto de encuentro y funciona hace treinta y tres años; tiene distintas aristas y su impronta fue la formación en las nuevas tecnologías. En los años 80, se desarrollaron las diapositivas y el audio en distintos espacios de formación en la docencia formal y después se empezaron a abrir otros espacios de producción. El Centro realizó dos largometrajes. Nos definimos como un espacio plural y ecuménico para la creación y el desarrollo de propuestas en comunicación. Dentro del ámbito de la Comunicación y sus múltiples aristas, elegimos la vinculación con los procesos educativos, las instituciones vinculadas a la comunicación popular y los procesos de constitución de la ciudadanía, los medios de comunicación comunitarios y la comunicación ligada a valores, la aplicación de la comunicación a circuitos de comunicación pastoral y la formación de agentes de comunicación en Pymes y organizaciones gubernamentales y comunitarias.

—¿Cuándo se iniciaron las clases?

—En 1987 nos dimos cuenta de que no había muchos libros especializados en Comunicación y se empieza con la venta trayendo libros de España debido a la escasa producción. A partir del 2000, la editorial La Crujía comenzó con las colecciones, que fueron varias y están vinculadas básicamente con la comunicación. Son muy conocidos unos libritos, por su tapa negra. Estas colecciones tienen diversas orientaciones, tales como comunicación, educación, producción literaria de leyendas del Norte y también un tema que tiene que ver con la comunicación comunitaria. Trabajamos producciones bibliográficas tales como comunicación aplicada al turismo, organizaciones de la sociedad civil. En el área de los cortos, publicaremos dos libros que son uno sobre producción audiovisual y otro para la comunicación para la incidencia que viene de la ciencia política y tiene que ver con organizaciones de la sociedad civil que, en función de ampliar derechos, se plantean estrategias de comunicación e intentan influir e incidir en leyes en construcción o en marcos legales en determinadas políticas públicas.

—¿La producción de libros llega a partir de los temas de investigación en la sociedad?

—Se llega a las colecciones por el trabajo de los directores de algunas carreras de Comunicación del país y, en el caso de las del Centro, resulta de una observación de las organizaciones comunitarias. Decimos: “Acá está faltando un manual sobre tal cosa o una reflexión sobre otras cuestiones”. Entonces, es en función de los espacios de encuentro que se armaron, y el resultado de sistematizar experiencia. Hoy todo lo que se publica tiene esa perspectiva; hay que sostenerla y gratificarla.

—¿Cómo surge el festival de cortos audiovisuales?

—Como organización social, queremos posicionar determinados temas. Hicimos una investigación sobre mujeres del Conurbano bonaerense que reciben planes sociales. Nuestra pregunta estaba relacionada con las ideas y configuraciones simbólicas que tenían estas mujeres en relación con la educación y el trabajo; si seguían pensando que la educación es una herramienta de ascenso social o no y si creían que el recibimiento de estos planes era un paliativo en la búsqueda de un trabajo estable o de otro tipo. Y encontramos que, desde una cultura basada en el recibimiento de planes y de una pobreza menos coyuntural y más estructural, pensamos en esta idea que tenemos de la clase media, de la educación y el trabajo que no estaba tan clara en algunos grupos y seguía siendo un objetivo de vida. Presentamos proyectos y pensamos en este concurso y festival como modo de incidir y rescatar esas buenas prácticas que tienen los jóvenes que sí apuestan desde distintos lugares a la cultura del trabajo y sí fueron puestos afuera, como gestionaron otro tipo de alternativas. El Concurso Nacional de Cortos Radiales y Audiovisuales abarca cuatro temáticas; cooperativismo, sindicalismo, emprendedores y el oficio. Hay muchas experiencias relacionadas con estos temas.

—¿En qué ha cambiado la cultura del trabajo que se refleja en las investigaciones que realizan?

—En dos o tres cuestiones; no solo se ve el trabajo como un lugar de ascenso social. Sabemos que una o dos generaciones anteriores que tenían un trabajo estable pensaban en jubilarse en ese lugar, como quien tenía la casa propia. Hoy, las condiciones de movilidad laboral han cambiado o se piensa de otra manera.

—¿En qué se piensa?

—En la coyuntura. Si ves las publicidades de los medios y el financiamiento de las tarjetas, deducimos que es el emergente de una cultura del momento y del mejor bienestar que pasa más por lo financiero que por lo económico. Y también la situación del neoliberalismo no fue inocua y mantuvo la precariedad laboral. No se siente que el oficio sea valioso; el principal motivo es el ingreso, no solo lo que se hace. En los grupos militantes, preguntamos: “¿Cómo te sentirías mejor en cinco o diez años?”. Y la respuesta es: “Teniendo mayores ingresos”. Se está perdiendo el sentido del esfuerzo, del ahorro y de la cultura en general. Y en estas intervenciones miramos con lupa algunas respuestas; aman el oficio porque sí y apuestan a arriesgarse y ser emprendedores porque consideran un proyecto valioso. Piensan en una salida juntos y no individualmente y por eso surge la cooperativa del trabajo. El hecho de integrar un centro de comunicación nos alienta a posibilitar que tengan visibilidad y reconocimiento. Intentamos que el estereotipo se deje de lado y que el joven participe por interés. Se nos ocurrió esta idea del concurso de cortos para que participen y puedan contar del modo que quieran su experiencia y accedan a premios.

Imagen y sonido

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—¿Cómo está formada la dirección del Centro La Crujía?

—El Centro de Comunicación La Crujía integra el ILES (Instituto Lasallano de Estudios Superiores), compuesto por tres instituciones: El Centro de comunicación La Crujía, el Instituto Pastoral para la Adolescencia (catequística), impronta vinculada de los jóvenes hacia los pobres. Pertenecemos a la congregación Lasalle Argentina Paraguay y forma parte de un Instituto Lasallano de estudios superiores y un instituto superior con títulos oficiales. Dictamos la tecnicatura superior para las organizaciones y para la formación docente y centros de salud. Somos parte de un consejo consultivo del cual soy la directora. El concurso tiene un comité organizador y once colegas, quienes nos juntamos para que la organización del concurso no sea unidireccional sino una construcción colectiva.

—¿Qué actividades tienen pensadas para este año?

—El grupo de reflexión de género, que hace publicaciones y mini investigaciones, carreras de formación con título oficial, Tecnicatura en comunicación de las organizaciones, la Diplomatura en Turismo religioso, la Diplomatura en comunicación comunitaria y en comunicación política son carreras formales de un año de duración.

—¿Cuándo comenzó la Diplomatura en Turismo religioso?

—En 2010 se dictó en forma presencial aquí y en Córdoba y está lanzándose en forma virtual. Comenzaron en abril y terminan en diciembre. Se orientan a profesionales y expertos y tienen tres ejes: turístico, religioso y comunicacional, que permite que dos mundos distintos como la religión y el turismo puedan convivir y pensar en el desarrollo local.

—¿Qué posibilidades tiene un joven que quiere contar su experiencia en el concurso y no tiene el conocimiento técnico para hacerlo?

—En el marco de estas actividades, nuestro concurso tiene otra semilla de capacitaciones gratuitas. ¿Qué hacemos con estos jóvenes que tienen experiencia muy rica y una experiencia del estilo que queremos publicitar o queremos que presenten? Apuntamos no solo a la estética, hacemos cortos porque es lo que sabemos hacer. Nuestro objetivo es visibilizar las buenas experiencias en este sentido. Estas capacitaciones gratuitas se imponen para aquellos que no sepan cómo hacer, editar un corto o producirlo y los ayuda a que puedan llevar su idea a buen lugar. Hay capacitaciones presenciales y otras que comenzaron en mayo, como redacción creativa. La dicta una profesora que ha trabajado en Canal 9 y la idea es que ayude a la gente para llevar a cabo un guion concreto.

—¿Qué es lo más difícil de crear un guion?

—¡Hacerlo! Tener una idea narrativa no es lo mismo que tener una idea en general. Para tenerla hay que pensar en personajes y desde qué punto de vista contaremos la historia; hay que evitar caer en frases hechas o lugares comunes. Se necesita generar cierta sorpresa. Por otra parte, los participantes tienen que contar con los recursos técnicos, sobre todo en lo audiovisual; no ser redundantes.

―¿Hay algún trabajo que te haya sorprendido?

—He sido jurado del Festival de Cine y Derechos Humanos o del Concurso “Hacelo corto”, con chicos de la ciudad. Me conmovieron distintos mensajes aun cuando técnicamente no hayan sido brillantes, pero nos emocionaron o llevaron a pensar. Muchas veces no son quienes ganaron. En todo hay evaluación técnica, pero soy una persona que se conmueve con distintas cosas.

—¿Cuáles?

—Cuando la gente que era incapaz de dialogar entre sí encuentra posibilidad de hacerlo. Aun cuando todo es tan maniqueo. Siempre utilizo la comunicación como herramienta y es para una posibilidad, un encontrarse. Comunicación tiene que ver con la unión, con ese momento mágico en el cual dos personas crean una sintonía. Ever Moran dice que vivimos en un tiempo de prosa donde todo es monótono y rutina y hay otros momentos que son poesía. Se encuentra el sentido en la vida cuando uno transita momentos de poesía en la vida, y la comunicación es portadora de esta bella expresión. Me ha pasado en algunos momentos que el hecho de facilitar a dos personas esta herramienta y ser mediadora para que pudiesen lograrlo me ha fascinado. Como docente, se aprende más con el otro que está en el rol de estudiante. Esos momentos me llevan a decir: “La comunicación sigue siendo mi camino”.

—¿Qué es lo más difícil que encuentra el ser humano para comunicarse?

—La escucha respetuosa. No la solemnidad de “la escucha”, sino lo que el otro tiene para decirme o intenta transmitirme o algo que no se me había ocurrido hacer. Ese respeto y decir “te doy un lugar o sos importante” es uno de los componentes. Si estoy desesperada por hablar, no voy a poder escuchar al otro. Igualmente, está la complejidad del humano. Una frase típica de la PNL dice en un área de la comunicación que el mapa no es el territorio y los mapas no siempre se cruzan. Esto significa que cambiar el modo de mirar el mundo y cambiar el matiz resulta positivo. Puedo estar discutiendo con alguien el color verde y seguir en esa postura y no llegaremos a buen puerto. Hay que buscar otras dimensiones y aquí empezamos a encontrar algo en el cual el color no es lo importante. Si pensara sólo en el hecho de convencer o persuadir, me hubiese dedicado al marketing político y estaría horas hasta cambiar su pensamiento. Creo en la construcción en conjunto; no convencerlo de mi verde, sino abordar otras posibilidades.

—¿Qué otros espacios relacionados con las investigaciones le esperan a la mujer?

—¡Miles! Pensar que solo tenemos un camino marcado es una falacia. Y un lugar de igualdad en la sociedad es una gran resignación. Un ejemplo de comunicación para la incidencia fue la Ley de Cupos Femeninos en la listas legislativas, que tienen que tener un 30% de mujeres como mínimo. Era resistido en el mapa político nacional de ese entonces y fue la lucha de organizaciones y de mujeres políticas para que saliera. Esto pasa en las legislativas, pero no pasa en los sindicatos, en cooperativas de trabajo; como la ley no existe, hay menos mujeres. En la cuestión del empresariado, producimos un amplio porcentaje de la riqueza del mundo en términos de trabajo y somos dueñas del 3 o 4% de las propiedades en el mundo y en nuestro caso, que somos parte de la Iglesia Católica, no desconocemos cierta desigualdad de mujeres en la jerarquía eclesiástica. Se ha recorrido mucho y hoy el contexto es otro, pero aún falta mucho.

—¿Por qué algunas mujeres desarrollan aspectos masculinos cuando están en puestos de liderazgo?

—En algunos casos es un modo de sobrevivir: la escuela es un lugar femenino donde el 90% de las directivas son mujeres; el varón es el portavoz o el líder de grado, hay un patriarcado que nos atraviesa a todos. Esto se refiere a que varones y mujeres entendemos que es normal que un varón sea la cabecera de la mesa. Las categorías de “varones y mujeres” están mal hechas, deberíamos hacerla entre varones y mujeres que no nos sentimos cómodos con el patriarcado.

—¿Qué liderazgo elegís para tu dirección?

—Esta es una organización de base, y mi designación no fue porque mis compañeros me votaron, sino por una selección de antecedentes donde se presentaron candidatos y me eligieron. Este hecho marca un tipo de liderazgo que no es de la barriada que elige a un conductor. He tratado de abrir espacios; está el comité organizador; en la conducción de las carreras colectivas, aspiro a que haya dos personas por lo menos. Luego nos juntamos con quienes conducen áreas para pensar juntos estrategias e intento abrir y participar. A veces, es más fácil y no es tan así llevar ideas a la práctica. Esta es la vocación.

—Si fueses una participante del Concurso de Cortos Audiovisuales, ¿qué título elegirías para presentarte?

—Por mi propia trayectoria de identidad, me gustaría buscar un oficio poco conocido y contaría su historia y la vida de relación. Y… pondría algo así como Herencia de Trabajo. En el concurso no se evaluará solamente la cuestión estética, no es cinematográfico y el ojo del director está en la mira que se orienta hacia una experiencia visible.
Patricia Ortiz

www.centrolacrujia.com.ar

1 Comentario

  1. alejandro espinosa - 05/10/2016

    Por favor cuál es el correo electrónico de la doctora Gabriela?

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