En el Centro Cultural Recoleta se presentó "El que el mundo se olvidó", la muestra basada en el arte del músico Charly García

En el Centro Cultural Recoleta se presentó "El que el mundo se olvidó", la muestra basada en el arte del músico Charly García

El artista plástico Gustavo Masó puso su mirada en la vida musical del controvertido Charly García y la expresó en pinturas que fueron admiradas por los visitantes.

¡La muestra fue muy original! En la sala, la iluminación tenue y un sistema cuadrofónico que conectó parlantes a las obras y auriculares a los asistentes, le dio a los fans la posibilidad de escuchar, además de ver y fotografiar. «A Charly lo sigo hace más de doce años y rescato de él la esencia de su música y el alma que le pone a cada tema, todo en su estado puro. Él nunca se vendió y sigue siendo quien es pese a toda su locura de genio», afirmó entusiasmada Verónica Videla, una fan que no bien se enteró de que esta exposición se realizaba, quiso fotografiarla.

Por su parte, Masó dijo haber sido elegido por este genio de Charly García, que lo influenció en todos estos años de fanatismo. La idea de iluminar con luces las expresiones de un Charly que este año vuelve con todo, de la mano de esta exposición de carácter futurista y en la que aparecieron displays electrónicos con epígrafes y textos complementarios a las obras, dio a los seguidores un espacio para regocijarse con la música del ícono del rock. Para la joven Verónica, la muestra presenta a un Charly muy contemporáneo; a un Charly con sus oídos magnificados y con colores que reflejan la pasión, las sombras y la velocidad que el músico desarrolló desde sus comienzos a través de la improvisación, la melodía y la creatividad incorporadas al rock sinfónico.

«El que el mundo se olvidó» contó con la presencia de los músicos Sergio de Innocentis y Santiago Shanahan, curador de la colección de Salvador Dalí presentada en Buenos Aires. Hubo mucha gente en la muestra que disfrutó de la personalidad provocadora de Charly: «Siempre me impactó que nunca se atemorizó para transmitir a través de sus letras las cosas terribles que sucedían en la época del proceso», agregó Verónica.

Fue auspiciada por la Dirección General de Cultura de la Municipalidad de San Isidro y se vio desde el 5 hasta el 15 de febrero en la sala 13 del Centro Cultural Recoleta de la Ciudad de Buenos Aires, en Junín 1930.

Patricia Ortiz

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