El Papa Francisco, una esperanza para los jóvenes

El Papa Francisco, una esperanza para los jóvenes

Jóvenes católicos, ateos, judíos y evangelistas opinan sobre el electo Sumo Pontífice y las consecuencias que tendrá su papado en la relación de la Iglesia con la juventud.

Luego de la Vigilia del martes por la madrugada en la Catedral, que culminó con la transmisión de la asunción de Francisco y en la que estuvieron presentes alrededor de 50 mil personas, entre ellos muchos jóvenes, Caminos Culturales decidió investigar qué relación tienen las nuevas generaciones con la religión. El cambio en las sociedades, la resistencia del Vaticano a modernizar su postura —respecto a la sexualidad, la comunión de quienes se han separado, el uso de profilácticos, la homosexualidad, el aborto, etc. y también las cuestiones de ideología política (Latinoamérica vive gobiernos de izquierda mientras al clero se lo relaciona con la derecha) son temas no resueltos que los alejan de la Iglesia. A estos jóvenes con deseos de renovación, quiere reconquistar el flamante Papa, que pidió donar, desde la vejez, “la sabiduría a los jóvenes”.
María Eugenia, una estudiante de 19 años que estuvo presente en la Catedral, asegura: “Creo que para los jóvenes es un aliento al renovar la fe en la Iglesia, no como comunidad sino como institución”. Muchos cristianos, al menos de la Ciudad de Buenos Aires, han conocido a Jorge Bergoglio. María Eugenia es uno de ellos, y saber quién es, qué hace y cómo se maneja Francisco le “da la esperanza de que ahora, que también ocupa un puesto político, cambie la perspectiva de muchas cosas”.

Esas “muchas cosas” a las que se refiere son las que varios jóvenes (y no tan jóvenes también) esperan que cambien: son ciertos dogmas del catolicismo que alejan fieles, como le pasa a Ignacio (20), que cree en Jesús pero le cuesta entender a la Iglesia, y dice sobre Francisco: “Me parece algo absurdo su mirada conservadora en cuanto a temáticas relacionadas con la igualdad, como son el matrimonio igualitario, el aborto, la educación y la prevención sexual”. En relación con eso, el Padre Néstor, de la Parroquia Santa Clara de Asís, advierte: “No va a poder cambiar nada, por más que quiera. Hay cosas que pertenecen a la tradición, al dogma y a la fe de la Iglesia, y que aunque así quisiera, ni siendo Papa podrá lograrlo. Podrá suavizar temas, sí, pero no cambiarlas“.
No coincide con el sacerdote el catequista Nicolás, de 27 años, que cuenta: “Cuando me enteré de que había elegido el nombre de Francisco, lo primero que me vino a la cabeza fue un sueño que tuvo San Francisco de Asís en el que Dios le pedía que reconstruyera su Iglesia. Él pensó que se trataba de la Iglesia del pueblo donde él vivía, que estaba destrozada, pero finalmente se dio cuenta que se refería a la Iglesia como institución. Eso es lo que va a intentar Francisco, reconstruir la Iglesia”. Y agrega: “Él dijo que el poder es el servicio. Por eso creo que apunta a modificar la Iglesia desde adentro”.

Catedral de Bs. As. Vigilia asunción del Papa Francisco

Más allá de las esperanzas entre aquellos que profesan el catolicismo, hay muchas personas ajenas a esa religión que han mostrado cierto interés en el nuevo Pontífice. Tal vez por el simple hecho de que sea argentino o por sus actitudes austeras que llamaron la atención. Así le sucede a Manuel, de 27 años: “Para mí no significa nada en lo religioso, ya que no soy creyente, pero creo que implica ciertos cambios con respecto a Papas anteriores y eso puede modificar para bien algunos rasgos de la institución Iglesia”.
Es cierto que los argentinos, cada vez que nos sentimos identificados, sufrimos un ataque de patriotismo difícilmente explicable, pero en este caso, Francisco es también el primer Papa latinoamericano, y eso puede generar cambios en la región más allá de la emoción nacional. Belén, una actriz de 36 años, cree que, al resto de Latinoamérica, “el mensaje de un Papa latino los identifica más y los acerca a creerle el mensaje de austeridad”.
Adrián (29), que es ajeno a toda religión, considera que la vigilia se hizo porque Bergoglio es argentino y que, si no, no se hubiera hecho. Sin embargo, cree que “el Papa Francisco llegará más fácilmente a los jóvenes. Esto se notará en julio, cuando vaya a Brasil por la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro, por la forma de ser, por la proximidad que tendrá con la gente y sus orígenes”.

Distintas voces de otras religiones se suman a la discusión sobre el Papa argentino. Verónica, que tiene 23 años y es cristiana evangélica —“pero no de los que salen en la tele”— opina que “siempre que una figura quiera ocupar el lugar que le corresponde a Dios, las cosas no van”. Y completa sobre el Cardenal: “No me alegra que sea Papa, porque no cambia mi vida, sólo Dios la cambió, y fue cuando mandó a su único Hijo a morir en la cruz por toda mi maldad”.

Catedral de Bs. As. Vigilia asunción del Papa Francisco

Desde el judaísmo, Ionatan (20), que considera a ambas religiones como “hermanas”, muestra su interés y respeto por Francisco. Para él, este es “uno de los acontecimientos más importantes de la historia mundial y especialmente para la Argentina”. “Que haya un hombre tan humilde, que quiera una Iglesia pobre y para los pobres, que haya trabajado en el diálogo interreligioso desde el comienzo de sus días como cura, es sumamente importante”, agrega. Y cierra: “Esto no es importante sólo para los fieles o los creyentes católicos. Lo digo como ser humano primero, y como judío después”.
Mike es metodista, tiene 19 años y es oriundo de Iowa, Estados Unidos. Según cuenta, por su tierra las generaciones más jóvenes esperaban que el sucesor de Benedicto XVI fuera más progresista: “Pensaban que el nuevo Papa podría tratar de mover la posición de la Iglesia sobre muchas cuestiones sociales, o al menos, suavizar su postura”. De todos modos, aclara: “Pero a la gente le gusta que parece centrado en la pobreza y la justicia social. Deseaban que fuera más progresista, pero eso no quiere decir que no guste”.

Catedral de Bs. As. Vigilia asunción del Papa Francisco

Aquellos que ya profesan el catolicismo esperan que Francisco pueda quitar de la Iglesia aquellas ideas que les disgustan y con las que no coinciden. Muchas de ellas, arcaicas. Los que no pertenecen a esta religión están más preocupados por el cambio a nivel mundial que pueda traer el hecho de que sea latinoamericano. Aunque muchos coinciden en que esperan una nueva relación entre los jóvenes y la Iglesia a partir de un Papa que tiene otras formas, otras actitudes y que varias veces rompió el protocolo.
Desde que es Francisco, los gestos de Bergoglio han tomado una repercusión muy importante. Más allá de sus intenciones, el Sumo Pontífice deberá transformar todos estos mensajes y signos en acciones concretas para que las expectativas que genera se conviertan así en realidades y empezar, de a poco, a reconstruir su Iglesia.

Mariano Perusso

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