Córdoba, Ciudad Patrimonio de España

Córdoba, Ciudad Patrimonio de España

En esta región existe una simbiosis entre Oriente y Occidente. La mezquita-catedral es la protagonista de un mundo urbano en el que han dejado huella las culturas de las que la ciudad fue centro esencial.

Las fantasías estéticas de Mil y una noches se esparcen con fruición por una región que no deja de disfrutar y reinventar su legado árabe. La mezquita tornada en catedral lo proyecta tan majestuosamente que avasalla el sentido de lo visual y las emociones.  Así que esos pasos aun más suaves y lentos en el paseo por esta ciudad que si puede reclamar con propiedad el carisma de lo sincrético y lo bien mezclado como pocas pueden hacerlo en el mundo.  En la ciudad española de Córdoba se cuelan los rumores del tiempo por entre la fantasía de los arcos, con su reconocible juego de sillería blanca y ladrillos rojos: muchos de los capiteles que los sostienen sobre las 850 columnas son de origen romano.

La belleza de sus patios y plazas

Si bien los romanos fueron grandes entusiastas de los patios interiores como alma de sus casas, los árabes, que apenas daban importancia a las fachadas, se volcaron aún más en ellos. De unos y otros y de un espíritu propio de Andalucía, viene la tradición de  los patios cordobeses, con su alegre ornamento y colorido de plantas, que parecen confirmar a quien pasa, y los mira desde la calle a través del portalón, que efectivamente allí  la existencia es plácida y feliz.  Abiertos al exterior pero recoletos, estos bellos espacios íntimos destacan, aparte de en los edificios monumentales, en áreas como la San Basilio y la de San Lorenzo. Otro espacio seductor es el de las plazas, terreno urbano abierto por los cristianos, que se encontraron con la práctica carencia de mundo exterior en la ciudad árabe. La plaza de los Dolores forma un conjunto emblemático en torno a la inconfundible silueta del Cristo de los Faroles. En la plaza del Potro se halla la Posada del Potro, típica corrala de vivienda del siglo XV, mencionada en el Quijote y actualmente remozada y abierta al público. La plaza de la Corredera sigue la tradición muy española de las plazas cerradas, aunque es única en Andalucía.  Balcones y ladrillos del siglo XVII en torno a un espacio que fue coso taurino y hoy es ámbito de mercadillos y tabernas.
Fuente. Oficina española de Turismo

Web: www.turismodecordoba.org

 

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