Contrastes… ¿qué máscaras se extirparon?, se presentó en la Casa de San Luis

Contrastes… ¿qué máscaras se extirparon?, se presentó en la Casa de San Luis

Entrevista a Mercedes Farriols, artista social, escritora, cineasta y educadora, quien presentó la película Contrastes… ¿qué máscaras se extirparon?, en la Casa de San Luis, en Buenos Aires, en el marco de la programación que Laura Cuffini, Jefa de Cultura y Eventos, organizó bajo su área.

El film cuenta la historia de una joven mujer obesa que lucha con su peso corporal y el de la sociedad. Fue una reunión en la que Farriols propuso a los invitados mostrarse sin máscaras, libres y felices por el solo hecho de vivir a pleno. Victor Zevi, realizador de las máscaras, opinó que la idea de incorporarlas en la película fue «engordando» a medida que avanzaban en el rodaje. Estas máscaras “cobraron vida en los cuerpos de las actrices, lo que me indujo a pensar en estados de ánimo de cada personaje, al que se le sumó el excelente trabajo de cámara y fotografía que le imprimió una dimensión que fue más allá de las expectativas creadas también por la directora”.

-¿Qué es Contrastes?

Una de las cosas que me ocupan tiene que ver con nuestros diferentes puntos de vista, nuestras subjetividades, nuestras circunstancias y, en definitiva, con nuestros más profundos “contrastes”. Amores inconciliables por miradas diferentes. Discriminaciones, incomunicación, malos entendidos; avanzar sobre el metro cuadrado del otro. En todos los planos: físico, espiritual, social, religioso, étnico. Somos seres complejos, con tantas aristas insondables. Y en este recorrido las diferencias de formas, los diferentes cuerpos y aspectos físicos me ocupan bastante. Eso que se censura de ese otro ser que no es como yo. Es como si discriminara a una hormiga o a un elefante. ¿Es diferente de mí?Sí. ¿Y? Bueno, de esta observación permanente surge Contrastes. Y en extirpando máscaras abordamos el tema de una joven mujer obesa que lucha con todo ese peso encima y con todo el peso que la sociedad imprime sobre ella, como si ya no tuviera bastante. En realidad, el personaje de Selva es reflejo y metáfora de tantas discriminaciones y violencias de todo tipo que se ejercen sobre cada una de nosotras ante lo “diferente”.

Mercedes Farriols

-Contrastes se presentó en la Casa de San Luis: ¿quiénes apoyaron el proyecto y por qué? 

Gran parte de mi cine lo produje junto a la provincia de San Luis: Olga Victoria Olga, 4 3 2 UNO en la post, InsideOutside, DumpPlanet, Espiral Cósmica y, bueno, San Luis fue y sigue siendo una gran plataforma para mi creación. San Luis es mi casa y la Casa de San Luis también. Y siento siempre un gran agradecimiento y me encanta estrenar mis pelis en la Casa. Me abren las puertas, la gente lleva sus almohadones, servimos un té. Y en este caso todos hacemos máscaras. Siempre llevé mi cine por el mundo o mi cine me llevó por el mundo, pero siempre también al regresar fui a San Luis a estrenar. Y, a pesar de que Contrastes no se produjo en San Luis, me llamaron de la radio Universidad San Luis para apoyar, y no descarto que vayamos a la espectacular galería de arte en Casa de Gobierno donde estrené InsideOutside hace unos años con una experiencia y performance inolvidables.

-¿Qué máscaras se extirparon en la presentación? 

Cuando laaudiencia llega y es invitada a quitarse los zapatos y a sentarse en almohadones y a disfrutar un té indio, ya está atravesando el Espejo y empieza a ser un poco Alicia. Ahí empieza a dibujar su propia máscara. O una máscara. Nos hacen creer que ser niño es ser infantil no “adulto”, que si somos Alicia, somos infantiles, que no crecemos. Y en realidad crecemos y crecemos tanto que si no rescatamos cada día nuestra niña y la anteponemos a ultranza cueste lo que cueste,un día la perdemos y no entendemos nada más de lo trascendental. Acá jugamos por unos instantes. Hacemos una máscara porque sí, sin razón, sin dinero, sin una necesidad. Es ocioso, puro ocio. Entonces pasan muchas cosas. La primera consiste en que una vez que cada persona hace una máscara debe dejarla para que se la ponga otra persona. Y yo me pondré la de otro. Uf… Ya eso es quitarme una máscara. Y es maravilloso. Luego me la pongo y vivencio la peli con esa máscara. Todo un viaje. Vamos entrando y saliendo, interactuando con la pantalla. Vemos máscaras en la historia, parecidas a las que tenemos puestas, y eso nos lleva a otros lugares. Los personajes de la historia interactúan con los nuestros, con nuestra historia. Vemos a Selva y a Selva Niña y a Madre Selva, y pasan a ser nuestra propia Selva nuestra Madre Selva y Nuestra propia Niña. Toda una experiencia.

Contrastes… ¿qué máscaras se extirparon?

– ¿Cómo construiste el personaje de Selva quien necesita sanar en el amor?

 Selva representa todos nuestro pesos físicos, emocionales, históricos, ancestrales. Lo que no nos podemos sacar de encima tan fácil. Nuestros egos, nuestras miserias; nuestra poca gratitud hacia todo lo bueno que tenemos alrededor. Y cuando Selva o vos, o yo, o todas podemos plantarnos con todo nuestro ser inmenso, en este caso,a la orilla del mar, y respiramos y vemos el sol y sentimos el agua y nos acaricia la naturaleza, ahí podemos reconocer y disfrutar del amor. Y eso es lo que vive Selva y todos nosotros. Al encontrar el amor, sana, crece….“es”. O, de otra manera, cuando logra ser encuentra el amor, su gran amor, que está representado en este caso por Charly. Pero es el gran amor que tenemos dentro y que nos pertenece y que podemos dar, dar, dar y dar.

-¿Cómo definís tu momento actual como generadora de Contrastes

Una de las sensaciones que me provoca un acto de violencia, según lo que yo siento como tal, es que al salir de una situación violenta me descubro vulnerable. Muy vulnerable. Y así me defino en este momento. Vulnerable… muy vulnerable. Siempre que origino, o damos a luz una nueva creación –porque siempre es una creación en equipo aunque yo lidere–, hay un momento extraño que tiene que ver con parir y dejar que la creación encuentre su espacio… su lugar.

Contrastes, extirpando máscaras lo está haciendo, y me deja a mí, como a algunos del equipo que estamos llevando a cabo la experiencia, expuestos… vulnerables; vacíos en un cierto sentido. Es que es mucha adrenalina, mucho entusiasmo, mucha gente, mucho… mucho, de todo mucho. Y bueno… ¿qué se hace? Como di a luz muchas obras, muchas hijas, sé que tengo que dejarla andar, cuidarla, acompañarla sin ahogarla y que pueda ser libre para que me lleve donde sea y me permita generar la nueva creación. Esa es mi fórmula y en eso estoy. Ahora me siento a trabajar en la nueva novela que estoy escribiendo: mi refugio de amor ineludible.

Patricia Ortiz

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