Manuel Cordeiro Monteagudo nació en La Coruña, y visitó la muestra fotográfica que invita a transitar un camino que es patria, nación y sendero: un camino que marca una identidad, la de Galicia.
—¿Qué le dejó “Miradas en el Camino de Santiago?
—Es una muestra impresionante; soy gallego y conozco. Y pienso que, desde este lugar y hacia el Xacobeo 2010, es un paso formidable para que un país como Argentina, donde tantos gallegos residen, vuelvan a ver su camino, su patria, su nación.
—¿Qué fotos lo conmovieron?
—Las que muestran a la gente del mundo que viaja caminando, a caballo o en bicicleta y, al llegar, se asombran al ver un lugar tan imponente. No hay fatiga y se sienten felices: llegar al corazón del pueblo gallego es maravilloso.
—¿Cómo es su vida de artista?
—Soy de La Coruña, y llegué a la Argentina cuando era muy joven. Expuse en el Museo del Pueblo Gallego de Santiago de Compostela y el camino lo hice aquí, en Buenos Aires: salimos de La Boca y llegamos hasta el Santuario de Santiago Apóstol, en Vicente López. Esto fue en mayo de 2009. Para el 2010, intento hacer una exposición sobre cuero de potro tipo vitraux; tengo una colección en mi casa que he expuesto en instituciones gallegas.
—¿Cómo es el pueblo gallego?
—Es todo arte. Es como el paisaje de su tierra, que cambia y puede verse desde distintos puntos de vista. Los gallegos somos fieles y trabajadores: la humildad es una característica que resalto. Las puertas de nuestra casa están abiertas y nunca falta un plato de comida para cada amigo, un lugar para descansar o para dormir. El pueblo gallego es generoso y recibe con el corazón, porque entendemos que todos somos seres humanos.
—¿Qué lo asombra al llegar a su pueblo?
—Los gallegos estamos “hechos” por la tierra y para el trabajo. Cuando voy al pueblo, me asombra la capacidad intelectual para crear y la imaginación que utilizan para crear herramientas, por ejemplo. Recuerdo que en mi juventud no había luz y se utilizaba material de carburo para iluminar. Todo era así, pero lo fantástico era que creábamos nuestros utensilios.
(Manuel Cordeiro se detiene en una fotografía y la observamos los dos).
—¡Este es el Camino Tui! Tengo tres cuadros de este monumento y, comparado con el de Santiago de Compostela, es una verdadera fortaleza. Aquí hay tranquilidad y paz. Hoy, la iglesia quedó como catedral y tiene un gran pórtico sobre la ciudad que es como una corona.
—¿Qué opina de la apertura que hizo el presidente de la Xunta de Galicia, don Alberto Núñez Feijoo, de esta muestra?
—Es un hombre accesible y espontáneo. Su llegada trajo la aspiración de crear lazos más fuertes entre los españoles en Argentina, y me pareció formidable que él haya presentado esta muestra. Yo he traído el estandarte de la cofradía de Santiago Apóstol de La Boca. Ha sido un muy buen trabajo el de los artistas, que reflejaron con su mirada el Camino de Santiago.
Patricia Ortiz
